Llevamos mucho tiempo combatiendo una dura pandemia y, sin bajar la guardia, este verano puede suponer un regreso en cierto modo a la anterior “normalidad”.
La mascarilla deja de ser obligatoria en el exterior, los horarios se flexibilizan, la restauración vuelve a poner las mesas, y el ocio comienza una reapertura muy esperada.
Atrás quedan meses muy duros, complicados e incluso calamitosos. Donde muchas empresas han tenido que echar el cierre para no abrir nunca más. O donde muchas familias han perdido el trabajo y necesitan más que nunca una nueva oportunidad.
El tiempo pasa, pero el recuerdo queda. No olvidamos como muchas Administraciones se han puesto de perfil en los momentos difíciles. Como sectores como la restauración, el turismo y el ocio nocturno fueron señalados como si fueran los responsables de este maldito virus. Las ayudas no llegaron. Las trabas fueron excesivas.
Ahora que podríamos estar ante un nuevo horizonte, es más necesario que nunca el apoyo a esos sectores que han sido castigados y que forman parte del motor económico de nuestra comarca.
En la capital del turismo comarcal, Castelldefels, echamos en falta ayudas directas a la contratación de vecinos que estén en el paro. También, de líneas de apoyo al pequeño comercio que sufre en exceso no sólo las dificultades del COVID, sino también, la de la constante pérdida de plazas de aparcamiento en el centro de la ciudad. El Ayuntamiento mira para otro lado, y se olvida de los autónomos y pymes, a los que además, les ha ido subiendo los impuestos en los últimos años.
Sin ayudas también ha estado el ocio nocturno. Un año cerrado es letal en la mayoría de los casos. Es momento pues de realizar una reapertura que nos devuelva poco a poco a la situación anterior a la pandemia. Pero para ello, es necesario el compromiso institucional de quienes nos gobiernan. Esos mismos que durante los momentos más difíciles no supieron estar a la altura. Esperemos que el tiempo no sólo pase, sino que también corrija la actitud de algunos que mandan demasiado. III