Mientras el turismo y la restauración caminan hacia una normalidad plenas, la vacunación masiva está haciendo posible, aunque con limitaciones, la reanudación de la actividad del ocio nocturno, uno de los sectores junto al de la cultura (con la música en directo a la cabeza) más penalizados por las medidas de prevención frente al virus.
No entraremos aquí en lo adecuado de tales medidas (cabe pensar que las autoridades sanitarias tenían razones para actuar de esa manera) y sí en convenir que la recuperación de la oferta turística, de la restauración y del ocio nocturno es una buena noticia: hablamos de sectores de gran importancia para la economía del país. Sectores que suponen también una oportunidad para nuestra comarca.
La revisión de estrategias a la que nos obliga la pandemia y la necesidad de repensar modelos a la luz de los ODS están ya transformando la visión del turismo y el concepto de restauración. Toda esa oferta a medio camino entre lo lúdico y lo cultural deberá regirse a partir de ahora por la seguridad y la conectividad pero también por la calidad y la sostenibilidad. Y aquí nuestra comarca tiene mucho que decir.
Inspirándose en las nuevas agendas urbanas pero también apremiados por la pandemia, los municipios del Baix Llobregat están rediseñando sus espacios públicos y profundizando en las políticas de reactivación económica y de igualdad de oportunidades. Un nuevo concepto de bienestar se abre paso en estas ciudades a medida que desarrollamos nuestra conciencia medioambiental y asumimos la justicia social como principio irrenunciable.
Un elemento clave de ese bienestar son nuestros entornos naturales, un magnifico patrimonio que debemos dar a conocer para reafirmarnos en esa nueva identidad como comarca. La proximidad a Barcelona de esos enclaves naturales, su atractivo y diversidad y su gobernanza bajo criterios de sostenibilidad pueden ser las divisas que conviertan al Baix Llobregat en un interesante destino turístico de calidad.
El turismo es una buena manera de proyectar qué somos y cómo queremos ser percibidos. Y también para redescubrirnos a nosotros mismos. III