El proyecto piloto de 6 meses lo ha llevado a cabo Aena con Vueling y un grupo de empresas tecnológicas constituido por Easier, IDEMIA, Indra, Materna-ips y Mobbeel. La puesta en marcha del nuevo sistema de reconocimiento facial se ha puesto en marcha desde este 15 de diciembre y durante un período de 6 meses.
El proyecto piloto que permite realizar todos los pasos que debe realizar un pasajero en el aeropuerto antes de coger el avión, es la primera vez que se implanta en Europa, ya que la novedad de este sistema es que incluye en el proceso la facturación del equipaje. Esta prueba se realiza actualmente en los vuelos de Barcelona a Málaga, que suelen salir unos siete vuelos diarios desde el aeropuerto de El Prat de Llobregat.
En primer lugar, se realiza el reconocimiento de las facciones, que también se puede realizar desde casa a través de la App de Aena y una vez completado, los datos quedan almacenados en la base de datos de Aena, que ni tan solo Vueling tiene acceso a los datos, solo para comprobar su coincidencia y permitir el acceso de los pasajeros. Tras este registro se accede al primer punto, en la zona de facturación donde se confirma la identidad y se puede facturar el equipaje.
El segundo punto de reconocimiento facial se encuentra en el acceso al filtro de seguridad, donde normalmente se requiere de la documentación por parte de los trabajadores, y con el nuevo sistema de reconocimiento solo es necesario situarse frente a la cámara y las puertas se abren al detectar la identidad. Y el último punto, se encuentra en la puerta de embarque, justo antes de acceder al avión, que se repite el mismo proceso que en el anterior punto y se ahorra tiempo de embarque de los pasajeros.
Anteriormente se había probado este sistema de reconocimiento facial en otros vuelos de Menorca, pero no contemplaban todos los pasos que se incluyen en este. La principal finalidad de este nuevo proyecto es que los pasajeros consigan realizar todo el proceso sin tener que mostrar sus documentos de identidad. El sistema se basa en una tecnología de identificación mediante el reconocimiento facial de las personas y son los equipos de sistemas biométricos que se encuentran ubicados en tres puntos los que permiten realizar todo el recorrido.
Todo este proceso permite un gran ahorro de tiempo, aproximadamente superior a un 45%, que es el porcentaje que se ha calculado en otras pruebas que no implican el proceso completo, y sin la necesidad de tener el documento de identidad a mano en cada punto. Una prueba piloto que a través del control de biometría identifica a la persona y la tarjeta de embarque y abre la puerta.
El Chief Customer Officer de Vueling, Calum Laming, ha expresado la oportunidad del proyecto de “poder ofrecer un sistema biométrico que mejora la experiencia del cliente y favorece el flujo de clientes mucho más ágil y moderno”.
Amparo Brea, directora de Innovación, Sostenibilidad y Experiencia Cliente y CGO de Aena, ha recordado que es un sistema voluntario y que las personas que no deseen probarlo pueden seguir utilizando el método convencional. En este sentido ha señalado también que “estamos convencidos de que esta tecnología supondrá una importante mejora en la experiencia del pasajero en nuestros aeropuertos y estos proyectos nos permiten avanzar en su despliegue”.