La alcaldesa de Sant Boi, Lluïsa Moret, y la ministra de Defensa, Margarita Robles, volvieron a rubricar el pasado viernes 29 de abril un nuevo intento de ambas instituciones por hacer posible un proyecto que lleva en marcha 19 años: el traslado del acuartelamiento de Santa Eulalia, una construcción que divide diversos barrios de la ciudad.
No es la primera vez que Ayuntamiento y Ministerio intentan pactar sobre este tema. En 2003, el consistorio anunció por primera vez un acuerdo con los máximos representantes de Defensa para trasladar el cuartel. Aunque no fue hasta diciembre de 2007 cuando los dos entes crearon el primer Protocolo de Intenciones, el cual no se pudo ejecutar y esto llevó a una nueva entente en marzo de 2011. Una vez más, el documento cayó en saco roto hasta que en 2018 se renovó este último protocolo. Una nueva promesa que no se ejecutó y que ha vuelto a ver su último intento de verse cumplida el pasado mes de abril.
El Ministerio de Defensa, en una nota informativa, explicó que la intención de la institución es “favorecer el desarrollo urbano de la localidad y facilitar la construcción de viviendas y equipamientos. La ministra Robles aseguró que el nuevo acuerdo “es un compromiso de verdad, que va a seguir sus pasos y su camino con la máxima voluntad política y técnica”.
El nuevo protocolo establece que será el Ayuntamiento el que propondrá un emplazamiento alternativo para el cuartel, que deberá ajustarse a las necesidades definidas por el Ministerio. Este último, además, será el que tenga la última palabra sobre la adecuación del nuevo territorio cedido y además deberá redactar el proyecto, que incluirá una memoria económica para su ejecución, y tendrá que presentarse en el plazo de seis meses desde que fue firmado el nuevo protocolo.
La alcaldesa de Sant Boi, por su parte, ha señalado que la firma del nuevo acuerdo “es un momento muy especial, símbolo de una gran complicidad entre dos instituciones que trabajan juntas para ser útiles”. Pero ¿esta vez se llevará a cabo o quedará en papel mojado, como los anteriores protocolos?
¿Por qué un traslado del acuartelamiento de Santa Eulalia?
El cuartel militar, situado entre los barrios Camps Blancs, Casablanca y Vinyets-Molí Vell, junto a las instalaciones de FECSA, divide estos tres sectores y complica la comunicación entre ellos. El territorio ocupado por Defensa y por la eléctrica mide 162.738 metros cuadrados, de los que 108.000 pertenecen al Ministerio y a instituciones dependientes de este. Poco más de 22.000 metros cuadrados están en manos del Ayuntamiento de Sant Boi y el resto son propiedad de FECSA y de particulares.
En 2004 se aprobó la Modificación Puntual del Plan General Metropolitano del Sector FECSA-Endesa y del Cuartel del Ejército en Sant Boi, lo que suponía un primer intento por convertir este espacio en una Unidad de Actuación Urbanística. El objetivo era asegurar la conexión entre los barrios antes nombrados.
En otoño de 2007 se aprueba una segunda Modificación puntual del PGM sobre el mismo territorio, que pretendía aumentar la edificabilidad máxima para potenciar la construcción de viviendas de protección oficial y concertadas. De esta forma se mejoraba la centralidad de los barrios afectados y se dotaba al municipio de un parque de viviendas más asequibles.
El diciembre de ese mismo año llegó la firma del Protocolo de Intenciones entre el Ministerio de Defensa, la Generalitat y el Ayuntamiento de Sant Boi, del que se derivaba que el traslado del cuartel supondría la edificación de más de 1.600 viviendas, de las que alrededor de 500 estarían destinadas a VPO. Estos edificios ocuparían un 35% del terreno, mientras que el otro 65% se destinaría a zonas verdes, equipamientos y vía pública. El plan de urbanización se realizaría siguiendo el proyecto “Sant Boi 2012”, a cargo del gabinete de arquitectos Serra-Vives Cartagena, que consiguió la licitación mediante concurso público.
Cronología de un acuerdo que nunca llega
Más de quince años han pasado desde que el Ayuntamiento de Sant Boi, con la alcaldesa Montserrat Gibert a la cabeza, anunció un principio de acuerdo con el Ministerio de Defensa y con FECSA para liberar el espacio que ocupaban el cuartel y la central eléctrica.
En 2007, esta entente se materializó con un protocolo, firmado por Defensa, la Consejería de Medio Ambiente y Vivienda de la Generalitat, en colaboración con el INCASOL, y el consistorio.
Con este protocolo, el Ayuntamiento de Sant Boi ofrecía una parcela de titularidad municipal al Ministerio en el sector industrial y logístico Prologis Parc para trasladar allí el cuartel. Defensa debía estudiar la viabilidad del proyecto y ejecutar el acuerdo mediante convenios que estableciesen un marco jurídico que lo hiciesen posible.
Entre los puntos pactados se estableció también que el cuartel no sería desalojado hasta que se construyese el nuevo complejo militar y que, en caso de que el Ministerio decidiese no seguir adelante con la edificación de un nuevo acuartelamiento, se debía acordar un convenio para establecer cómo llevar a cabo la repartición del aprovechamiento y las cargas de la operación urbanística que se realizase en los terrenos que ocupaba actualmente el complejo militar.
Si a los tres años de la firma del protocolo no se iniciaba el desarrollo del proyecto, dicho pacto quedaría sin efecto. Por eso, en marzo de 2011, la exministra de Defensa, Carme Chacón, y el exalcalde de Sant Boi, Jaume Bosch i Pugès, volvieron a reavivar el proyecto. “Aunque por circunstancias ajenas no se ha podido desarrollar el acuerdo anterior, hoy renovamos nuestro compromiso con Sant Boi y nuestra voluntad de trasladar el acuartelamiento de Santa Eulalia”, reconocía la exministra Chacón, quien añadía que las 10 hectáreas de las instalaciones quedarían “a disposición de la ciudadanía para hacer una localidad mejor, más habitable y con mayor calidad de vida y oportunidades para los sectores que necesitan más apoyo de las administraciones”.
De nuevo, el pacto entre instituciones quedó en suspenso hasta que, en verano de 2018, la que fuera delegada del Gobierno en Cataluña, Teresa Cunillera, se reunió con la alcaldesa Lluïsa Moret para tratar diversos temas de la ciudad, entre ellos el traslado del cuartel. La exdelegada aseguró que reavivaría el acuerdo firmado en 2011.
En febrero de este año, el senador Xavier Castellana, de Esquerra Republicana, preguntó a la actual ministra de Defensa, Margarita Robles, por la situación en la que se encontraba el traslado de las instalaciones militares de Sant Boi, a lo que la miembro del gobierno respondió que, tras varios intentos frustrados, el Ministerio seguía teniendo el compromiso real de cumplirlo. “A diferencia de lo que ocurrió en el pasado, ahora el terreno alternativo para reubicar el cuartel existe”, reconocía.
Unos meses después, las palabras de Robles se han materializado con el nuevo protocolo firmado por el Ministerio que encabeza y por el Ayuntamiento, donde se recogían unos términos muy similares a los del acuerdo que ya se pactó en 2007.
Ahora cabe esperar que tras varios intentos que finalmente quedaron en papel mojado, la promesa de ambas instituciones se haga realidad por fin y los vecinos de los barrios de Camps Blancs, Casablanca y Vinyets-Molí Vell puedan disfrutar de los equipamientos y zonas verdes que la Modificación Parcial del Plan General Metropolitano preveía para los terrenos del acuartelamiento y la central eléctrica y disfruten de una mejor conexión y unos espacios más abiertos que integren la zona con el resto de Sant Boi.