GestViu busca que la comunidad sorda tenga acceso a la cultura y crear un espacio escénico tanto para las personas sordas como para las oyentes
Pese a que cada vez son más las personas sensibilizadas con las comunidades minoritarias, siguen existiendo muchas que permanecen invisibles para la sociedad y que conviven a diario con las desigualdades. Una de estas es la comunidad sorda, quienes sufren por las dificultades a las que se enfrentan a la hora de comunicarse, y permanecen invisibles para el ámbito de la cultura. Según el Instituto de Estadística de Cataluña, en 2020 Cataluña contaba con un total de 33.825 personas con discapacidad auditiva residiendo en la comunidad, de las cuales 3.777 se encontraban en la comarca del Baix Llobregat. Y, pese a contar con tantos habitantes que viven con esta condición, todavía existe mucho desconocimiento en relación a la comunidad sorda, motivo por el que María Alexandra Pardo señala que “es muy importante hacer pedagogía entre la población para que nos conozcan y se quiten de encima mitos como que la lengua de signos es un lenguaje o que solo existe una y es universal”.
María Alexandra Pardo es una persona sorda, actriz y directora de teatro sordo y, junto a Roger Freixas, payaso, gestor cultural y gerente de Espectacles Dr. Bombolla, ha creado GestViu, un festival anual de teatro inclusivo. A través de esta iniciativa, comparten espectáculos gestuales para hacer que todas aquellas escenas que no son comprensibles para la comunidad sorda pasen a serlo. Este festival nació en enero de 2020 y, según expresó Roger Freixas, “nuestro primer objetivo es que al menos una vez al mes, la comunidad sorda tenga acceso a la cultura; el segundo es crear un espacio escénico donde pueda convivir público sordo y oyente; y, el tercero, fomentar y ampliar los espacios donde ver comedia para adultos”.
Tal y como ha expresado Freixas, pese a que el principal objetivo es que la comunidad sorda también pueda disfrutar del arte escénico, estas obras no están pensadas únicamente para ellos, sino que se han creado para que sean entretenidas tanto para las personas oyentes como para las no oyentes. Por tanto, “GestViu pretende ser más accesible para las minorías, pero sin renunciar a que sea atractivo para la gran mayoría de público”, señalando que buscan “encontrar un lenguaje común y crear un espacio de convivencia entre dos públicos”.
Crear espectáculos de este estilo puede ser complicado, ya que los actores deben lograr mantener el interés de todo el público sin que ninguno de los dos pierda el hilo narrativo, algo muy complicado según Montserrat Gil. Gil es payasa y persona CODA (hija de adultos sordos) y, cuando Roger le dio a conocer el proyecto GestViu, decidió crear el espectáculo Welcome. Este era gestual y con lenguaje de signos y, pese a que ella sabe “cuál es la información que necesita la persona sorda y la información que necesita la oyente para entender la escena o un gag”, la artista expresó que conjugarlos al mismo tiempo es la parte complicada. Esto se debe a que “a veces hago algo para el oyente con aporte acústico y, cuando lo refuerzo para que el sordo lo entienda, me encuentro con que al oyente ese gesto le sobra”, y quitar la parte sonora tampoco es una opción ya que sino “el oyente pierde atención”.
La acogida del público
El Festival GestViu realizó sus primeras funciones en enero de 2020 pero, debido a la pandemia de la COVID-19, tanto a lo largo de 2020 como de 2021, las funciones no han podido celebrarse en su totalidad, ya que tuvieron que adaptarse a las olas de la pandemia. Estas obras se llevaron a cabo en el Centro Cultural la Bòbila de L’Hospitalet de Llobregat, espacio en el que este 2022 continúan celebrando este festival de teatro inclusivo. Roger Freixas ha expresado que las actuaciones que se celebraron en enero y febrero de 2020 “fueron un éxito progresivo de público”, y que en este 2022 “hemos empezado con una muy buena afluencia de público y confiamos en que cada vez sea mejor”.
Este será el primer año en el que el GestViu pueda ofrecer su programación completa, de manera que el festival ofrecerá nuevas obras los días 6 de mayo con la actuación de Pablo Good Idea en la obra Aakarsshak; el 10 de junio con Diana Gadish en el espectáculo Handle with care; y el 18 de septiembre con Maria Alexandra Pardo en Otra oportunidad, la cual será una actuación especial en honor al día internacional de las personas sordas.
Maria Alexandra Pardo, además de ser actriz y directora del teatro sordo, durante las actuaciones también ayuda en la taquilla y en la presentación del espectáculo para transmitir el mensaje en lengua de signos. Durante este proceso, ella habla ocasionalmente con el público asistente para conocer sus opiniones, quienes “han manifestado estar contentas con la experiencia. Sin embargo, argumentan que es una lástima que los artistas sean personas oyentes”.
Además, Montserrat Gil también ha expresado que su madre, quien pertenece a la comunidad sorda, ha acudido en algunas ocasiones a los espectáculos y, según ha indicado Gil, “en general le ha gustado mucho”. Aun así, ha expresado que debido a que algunas propuestas siguen teniendo contenido acústico, “a mi madre le costaba entender” esas escenas. Aun así, tanto ella como su madre consideran que “es fabuloso” que se lleven a cabo este tipo de iniciativas, ya que “los sordos están muy desconectados de las artes escénicas por la falta de propuestas inclusivas”, motivo por el que “que exista GestViu es una oportunidad maravillosa para acercarlos a la cultura en vivo”.
Un largo camino por recorrer
Contar con iniciativas como esta supone un gran avance hacia la igualdad social, y permite a la comunidad sorda poder disfrutar de los espectáculos teatrales. Aun así, todavía queda mucho camino por recorrer, ya que estas opciones de obras escénicas siguen siendo muy escasas. Además, pese a que la invisibilidad que sufren en el ámbito cultural es muy clara, este no es el único espacio en el que se ven obligados a luchar para que se les tenga en cuenta.
Tal y como expresa Montserrat Gil, la comunidad sorda es todavía “un colectivo invisible”, recalcando que deberían invertir presupuesto “para intérpretes o, en su defecto, profesionales que sepan signar”, algo muy necesario tanto en los centros educativos como en los centros médicos y/o residencias.
Por otro lado, Maria Alexandra Pardo ha expresado que el apoyo que reciben es todavía muy escaso tanto en la educación como en los medios de comunicación, ya que, pese a que “es cierto que en España se ha ido mejorando en muchos aspectos, todavía hace falta dar pasos para que se entienda que no es suficiente con un intérprete de lengua de signos en un pequeño recuadro en algún noticiario; o con la presencia ocasional de intérpretes en algunas formaciones”, sino que para la comunidad es imprescindible que la lengua de signos esté más presente en áreas tan importantes como los hospitales o los centros educativos, entre muchos otros espacios públicos.