La pasada noche del 23 de mayo, a las 21:09, la comarca del Baix Llobregat presencio un terremoto de magnitud 2,7 en la escala de Ritcher, sin dejar daños en ningún punto.
El punto central del movimiento sísmico se ha producido en El Papiol, a una profundidad de 1 km. El movimiento no fue percibido en la comarca, pero si se sintió de manera débil en Barcelona capital, con una intensidad de 2 a 3; mientras que el Instituto Geográfico Nacional informa que en Sant Cugat del Vallès y Sant Vicenç dels Horts apenas se percibió con una intensidad de 2.
Los movimientos sísmicos en Cataluña son frecuentes, en lo que va de año ya se han registrado hasta 800. Pese a ello, desde el año 2004 ninguno de los temblores ha dejado daños tras su paso.
Algunos ciudadanos del Barcelonès y del Vallès Occidental no tardaron en comunicar a través de la red social Twitter la presencia de un temblor corto y poco después el Institut Cartográfic i Geològic de Catalunya (ICGC) confirmaba la noticia.