El proyecto de ampliación del Cementerio Municipal de Gavà y la creación de un espacio de duelo gestacional y perinatal ha sido aprobada por el Ayuntamiento. Por tanto, finalmente podrá llevarse a cabo este proyecto, que permitirá aumentar la superficie a un total de 7.243 m2, de los cuales, 3.790 m2 se integrarán en el recinto actual, y acogerán 1.064 nichos y 630 columbarios nuevos. Por lo que respecta a los otros 3.452 m2, estos se destinarán tanto a crear un aparcamiento como una plaza adyacente.
Esta no es la primera ampliación que se lleva a cabo en el Cementerio Municipal, sino que anteriormente ya ha recibido diferentes ampliaciones y obras de mejora. Según ha manifestado la alcaldesa de Gavà, Gemma Badia, “el nuevo proyecto supone un paso adelante. Permitirá consolidar toda la parte suroeste de la isla delimitada por la avenida Joan Carles I, la calle del Argila y la calle de Sant Lluís con un nuevo muro en este último. Además de la adecuación del aparcamiento y la creación de la plaza, también se mejorará la conexión con el cementerio actual, que incorporará el espacio de duelo perinatal y gestacional”.
A través de esta iniciativa buscan visualizar la isla del cementerio dentro del tramo urbano de Gavà como un espacio de transición entre el Parque del Garraf y la ciudad consolidada. Es por este motivo que el proyecto incluye espacios ajardinados y vegetación, los cuales no solo permitirán mejorar la percepción ciudadana sobre el cementerio, sino que también ofrecerá una función ambiental. Y es que la introducción de este espacio permitirá retener la contaminación atmosférica y oxigenar el aire; reducir el impacto acústico, y crear espacios de sombra para evitar el sobrecalentamiento y el efecto isla de calor.
Por lo que respecta al impacto paisajístico, este proyecto busca lograr una continuidad del proyecto con la calle de Sant Lluís.
Nuevas obras de ampliación
Según está previsto, el proyecto de ampliación se ejecutará por fases, de manera que se adaptará a las diferentes necesidades que vayan generándose en los próximos años. Por tanto, para llevar a cabo la primera fase han dedicado un presupuesto de 500.000 euros y, según está previsto, los trabajos comenzarán el próximo mes de septiembre.
Estos trabajos incluirán una serie de intervenciones distintas. En primer lugar, añadirán hasta 200 nichos nuevos, los cuales se agruparán en edificaciones de cuatro plantas formando calles entre ellas. Las calles incorporarán rampas para los peatones, de manera que los coches funerarios también podrán llegar hasta cualquier nicho; y la parte central de la calle serán islas con bancos y un espacio ajardinado para poder descansar. Además, actualmente ya se han instalado nuevos columnarios, a los cuales ya se pueden acceder.
En segundo lugar, respecto a la creación de un espacio dedicado al duelo perinatal y gestacional, Badia ha señalado que “se trata de una zona que permitirá responder a las sensibilidades de los nuevos tiempos y resolver una falta histórica”. Esta nueva instalación se ubicará en la zona más antigua del Cementerio, concretamente al lado del acceso de la avenida Joan Carles I, entre el muro de cierre de este lado del cementerio y tres grandes cipreses.
Nuevas vallas y una mejor movilidad de los vehículos
En cuanto a la nueva valla delimitadora del espacio del cementerio, el proyecto contempla el cierre definitivo del espacio, de manera que buscan que la altura y el acabado tengan el menor impacto posible, pero impidiendo el acceso incontrolado de personas al interior de la instalación. Según ha informado el Ayuntamiento, la valla de la calle del Argila será la más baja y transparente, mientras que la de la calle de Sant Lluís será más alta, de hormigón pintado y cubierta de plantas trepadoras para minimizar su impacto frente a las edificaciones del otro lado de la calle.
Por otro lado, la cuarta intervención será la de nuevo acceso para vehículos y personas desde la calle Sant Lluís. De esta forma buscan organizar los recorridos en el interior del cementerio, e integrar la nueva ampliación dentro del tramo ya creado, para lo que han diseñado un eje con orientación norte-sud, con conexión con la calle, y una posible salida por la parte superior del equipamiento.
Mediante estos cambios, el proyecto ordenará los nuevos edificios de nichos y, además, tendrá un pavimento de asfalto, de forma que se priorizará en este caso el paso de vehículos. Al inicio de este eje, a un lado, habrá una hilera de cipreses.
A través de este la inclusión de este nuevo acceso de vehículos, el acceso de la avenida de Joan Carles I pasará a reservarse exclusivamente para el acceso de peatones.
La conexión con el antiguo cementerio y nuevas plazas de aparcamiento
Con el paso de los años, los coches fúnebres están siendo cada vez más anchos, lo que provoca que el acceso a la parte original del cementerio sea casi imposible, ya que requieren de más espacio. Por ello, con la intención de solucionar este problema derribarán parte de un edificio de nichos. Esta actuación prolongará el eje de peatones que, paralelamente a la calle Sant Lluís, atraviesa todo el cementerio y permitirá que, desde el nuevo acceso, los vehículos puedan entrar a la parte más antigua.
La ampliación del cementerio también comportará la creación de un aparcamiento con acceso desde la calle Sant Lluís, lo que pondrá a disposición un total de 106 nuevas plazas, de las cuales tres estarán reservadas para personas con movilidad reducida. Para la alcaldesa, este cambio “permitirá cubrir la demanda de aparcamiento de los usuarios del cementerio, así como la del Institut El Calamot y de los edificios de alrededor”. Además, el aparcamiento contará con arbolado nuevo y con iluminación.
Finalmente, de manera adyacente al estacionamiento, también se construirá una plaza que servirá como un espacio de esponjamiento de la calle de Sant Lluís y servirá como vestíbulo al cementerio.
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