El Hospital de Viladecans ha restringido temporalmente la entrada de acompañantes y las visitas a los pacientes, una medida que se ha hecho efectiva durante la tarde de este lunes, 27 de junio. El motivo de esta decisión se debe a la actual evolución de la pandemia de la COVID-19, de forma que buscan garantizar la seguridad de pacientes, familiares y profesionales. Y es que, según los últimos datos actualizados de la pandemia compartidos por la Agencia de Calidad y Evaluación Sanitarias de Catalunya, el número de positivos está ascendiendo nuevamente en el municipio de Viladecans.
Por tanto, tal y como ocurrió durante los anteriores meses en los que se presentaba un repunte de positivos, las únicas excepciones ante estas restricciones serán los casos de aquellos pacientes titulares de la tarjeta sanitaria Cuida’m, y los pacientes en situación de últimos días. Además, estas restricciones permanecerán vigentes de manera indefinida hasta que la situación lo exija.
Por otro lado, pese a que los familiares no puedan visitar a los pacientes de manera directa, con el objetivo de seguir proporcionándoles la información necesaria sobre su estado, se mantendrá el sistema de información telefónica que se estableció al inicio de la crisis sanitaria. Además, también potenciarán la comunicación de las personas ingresadas con sus familiares a través de dispositivos móviles, de forma que puedan hacer llamadas y vídeollamadas programadas con el apoyo de los profesionales, en el caso de ser necesario.
Por lo que respecta a los pacientes que acudan a una visita de consulta externa y/o a una prueba diagnóstica, estos podrán asistir a la cita con un solo acompañante, de forma que deberán llevar la mascarilla tapando nariz y boca. Además, se ha pedido que sean especialmente puntuales, de forma que puedan evitar que se produzcan aglomeraciones en las salas de espera.
Finalmente, la Dirección del Hospital ha querido agradecer previamente la comprensión de sus usuarios y, a su vez, ha hecho un llamamiento a la colaboración ciudadana para ayudar a evitar el riesgo de transmisión y lograr frenar la expansión de la COVID-19 para que los casos no vuelvan a crecer de forma descontrolada.