Julio de 2022 pasará a la historia de las playas de El Prat y Gavà como el “mes baldío” por falta de arena y de usuarios. La imprevisión y la burocracia han ocasionado que el primer mes turístico se deba destinar a las labores de reposición de los arenales que debería haberse realizado antes de Semana Santa en lugar de a su disfrute. El dragado del fondo marino en les Botigues de Sitges, el traslado de la arena extraída hasta las calas de Can Camins y Gavà-Mar y el compactado del nuevo suelo que debe ejecutar el Port de Barcelona se van a prolongar ineludiblemente a lo largo de todo el mes y, solo si no surgen inconvenientes, las playas volverán a lucir su aspecto habitual (y a permitir el baño) a comienzos de agosto.
A finales de mayo los ayuntamientos afectados pusieron el grito en el cielo porque las playas orientadas hacia levante seguían casi desnudas -solo unos metros de rocas y tierra entre las dunas y la línea de mar donde hace solo un año había hasta 300 metros de arenales- desde el paso de la borrasca Celia. Desde entonces, no ha cesado la presión municipal para que el Port cumpla con su compromiso sy reponga los 100.000 m3 que se llevó el temporal (80.000 en El Prat y 20.000 en Gavà).
Desde el Ayuntamiento de El Prat aseguran que la dirección portuaria va a “acelerar” los trabajos todo lo posible. Eso no impedirá que las playas estén inoperativas todo julio, porque una vez repuestos los arenales deben compactarse. “Habrá que ver si en agosto están las playas listas, advierten con recelo las mismas fuentes.
Durante la espera, los municipios no se han cruzado de brazos y han guerreado en dos frentes a la vez: Gobierno de España y Govern de la Generalitat para reivindicar algo más que la reposición de arena pendiente. Por un lado, se ha reclamado a la Conselleria d’Acció Climàtica, Alimentació i Agenda Rural, la compañía pública Aigües del Ter Llobregat y el Port se acometa una aportación extraordinaria de arena para las playas que evite que el año que viene la tempestas de turno cause otro estropicio. Este refuerzo rondarían los 350.000 m3: la suma de una segunda aportación como la de julio y otros 240.000 m3 prometidos hace años como compensación por la construcción de una escollera de protección de las conducciones en la planta desalinizadora.
A la vez se ha insistido al Ministerio de Transición Ecológica para que licite el estudio de medidas estructurales a largo plazo que pongan freno definitivamente a la regresión en todo el Delta (la reposición es un parche). Entre ellas destaca la extracción de arena de mayor calibre de un banco situado frente al Port (más resistente a los temporales) para regenerar las playas. También se debería evaluar la construcción de una barrera submarina (método empleado en Francia),situar más diques de geotubos sumergidos (como los ensayados en Gavà) o bien el refuerzo del sistema dunar como se ha hecho en Holanda. No hay tiempo que perder. “Las medidas estructurales tienen que decidirse ya”, advierte el alcalde de El Prat, Lluís Mijoler. Razón no le falta.
| Viladecans y el compromiso sostenible Biosphere |
Biosphere es el distintivo ambiental con el que el Instituto de Turismo Responsable (ITR) reconoce desde 2017 el  compromiso con la sostenibilidad en el sector. Este año han recibido la distinción por primera vez 21 empresas y entidades comarcales, entre las que destacan el Ayuntamiento de Viladecans y El Mosquito, un chiringuito de la playa de la Mirtra. El Consell Comarcal del Baix Llobregat -encargado de la implementación del proyecto- ha renovado también el sello anual a otras 47 empresas, dos de ellas con sede en Viladecans: el centro comercial Viladecans The Style Outlets y la Fundación Privada Sigea, que organiza actividades lúdicas y turísticas. |
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