Un largo fin de semana –el del 13 al 15 del pasado mes de mayo- en el que se celebró por todo lo alto el título de “Ciutat Gegantera de Catalunya 2022”.
Hace dos años que Sant Boi debía haberse convertido en la capital catalana de los gegants número 34, pero la pandemia del covid-19 lo impidió y se anuló la convocatoria. Pero la espera ha valido la pena porque el barrio de Casablanca se ha llenado durante tres intensas jornadas de paseos de gigantes, bailes de cabezudos, correfocs, tambores, grallas y muchas otras actividades llenas de ritmo y para todos los públicos.
Hace dos años que Sant Boi debía haberse convertido en la capital catalana de los gegants número 34, pero la pandemia del covid-19 lo impidió y se anuló la convocatoria. Pero la espera ha valido la pena porque el barrio de Casablanca se ha llenado durante tres intensas jornadas de paseos de gigantes, bailes de cabezudos, correfocs, tambores, grallas y muchas otras actividades llenas de ritmo y para todos los públicos.
El pasado 2021 la Ciutat Gegantera fue Tortosa (Baix Ebre), y el próximo año, en 2023, el título ya tiene sede de destino: Santa Coloma de Gramanet. Pero esta vez, para la 34ª edición de esta fiesta cultural en Sant Boi de Llobregat, acudieron más de 80 collas de toda Cataluña: una de Alt Camp, cuatro desde Alt Penedés, dos de Baix Camp, otras dos desde Anoia, tres del Bages, dos más del Baix Ebre, diecinueve del Baix Llobregat, una del Baix Penedés, nueve desde el Barcelonés, una desde Conca de Barberá, dos de Garraf, ocho desde el Maresme, una del Montsiá, otra del Pallars Jussà, otra más de Segriá, siete del Tarragonés, once del Vallés Occidental, tres del Vallés Oriental; y otra de Palma, otra de Castellón, otra de Huesca, tres de Francia y hasta una más de Costa Rica. En total, una gran fiesta con un fin de semana previamente programado para estar lleno de actividades entorno a la conmemoración de la Ciutat Gegantera y la promoción y orgullo que conlleva para los ciudadanos de Sant Boi.
Ser Ciutat Gegantera representa ser anfitrión del evento más importante del año en este mundillo desde el año 85’ que se celebra en Cataluña. En total, participaron aproximadamente en el conjunto de las actividades unos 5.000 geganters, acompañados de cerca de 400 músicos y cientos de voluntarios, además de todo el público que quiso estar presente y acercarse a presenciar la celebración.
Los “gegants de Marianao”: el Baldiri i la Ramona, fueron los pioneros en la población de Sant Boi en iniciar esta tradición y datan de 1990. El Gegant Baldiri representa al Marqués de Marianao y La Ramona representa una pubilla de Sant Boi. También están els “gegantons Ramón y Laieta (1992 y 2003 respectivamente), otros “gegants” más pequeños.
Los “gegants” del barrio de Casablanca, el Manuel y la Blanca, han ido creciendo y ganando importancia hasta considerarse los más conocidos y significativos en el municipio de Sant Boi y se puede decir que le han comido el terreno a los del barrio de Marianao por la gran afición y seguidores que tiene la fiesta “gegantera” en el barrio de Casablanca. “Manuel” representa el espíritu reivindicativo del obrero y “Blanca “representa la alegría y el espíritu fiestero del barrio. Estos “gegants” datan del 2000 y 2001 respectivamente.
Ayuda de las administraciones
Aunque el peso principal de la organización de los eventos ha corrido a cargo de la colla de Geganters i Grallers de Casablanca (que justo es te año celebra su vigésimo segundo aniversario), la entidad local ha contado con la ayuda del Ayuntamiento de Sant Boi, la Dirección General de Cultura Popular y Tradicional Catalana de la Generalitat, la Diputación de Barcelona y el Consell Comarcal, que han financiado buena parte de las actividades de la Ciutat Gegantera 2022.
Pero el gigantesco fin de semana de grallas, cabezudos internacional no fue el colofón de los actos de capitalidad gegantera. Apenas una semana después (del 19 al 21 de mayo), la colla de Casablanca volvió a la primera línea para encender la mecha de la Festa Major de Sant Boi al son de sus grallas y, por la noche ,para danzar con sus gegants en mitad del correfoc. El sábado despertó a la ciudad con su ritmo como aperitiovo al estruendo de los trabucaires. Y como colofón: la XXXIII Trobada Gegantera de Festa Major i el cercavila. Siempre en el epicentro festivo de la ciudad.