El desperdicio alimentario sigue siendo un problema que envuelve a la sociedad actual, por este motivo, el Ayuntamiento ha decidido actuar para intentar disminuir estas pérdidas y aprovechas mejor los excedentes de comida. Para ello, ha comenzado un proyecto social que consiste en recuperar los alimentos que sobran y no llegan a servir en los comedores escolares de las escuelas Sant Miquel, Torre de la Miranda y Anselm Clavé. A través de esta iniciativa pasarán a congelar las raciones sobrantes en tápers reutilizables y, posteriormente, distribuirlos entre las personas derivadas de servicios sociales como complementos de los menús cocinados diarios que reciben.
Para poder desarrollar esta iniciativa social y actuar frente al desperdicio alimentario han comprado unos congeladores isotérmicos especiales, los cuales pueden transportarse en bicicletas con caja de carga. Además, después de recibir los alimentos, las personas receptoras las devuelven para que estas puedan limpiarse y reutilizarse.
Pese a que el Ayuntamiento no ha compartido esta noticia hasta este mes de julio, estos trabajos entraron en funcionamiento durante el pasado 20 de abril, de forma que hasta el final del curso escolar han podido entregar un total de 650 raciones que suponen hasta 211,9 kg de comida.
Finalmente, esta iniciativa está llevándose a cabo gracias a la implicación de varias áreas y asociaciones. Por un lado, las empresas de comedor que trabajan en esta son la Asociación Educativa Trompitxol, Plat de Colors y Paladarines. Y, además, el proyecto también cuenta con el apoyo de la Agencia de Residuos de Catalunya y el Área Metropolitana de Barcelona. A través de todas estas implicaciones, esperan cumplir el objetivo de aprovechar con total seguridad sanitaria alimentos que, de otra manera, se malgastarían, contribuyendo así en la prevención de residuos a la vez que ayudan a las personas en situación de vulnerabilidad.
Si (
No(
