Durante un mes, la guerra ha estado más lejos para 15 niños refugiados ucranianos que han participado en un casal sobre artes escénicas en Castelldefels con una beca del Rotary Club de la ciudad y la Fundación Rotaria, El programa ha servido también para ayudar a las familias de los pequeños, que, al tenerlos ocupados, han dispuesto de ‘tiempo libre’ para buscar trabajo o insertarse socialmente en el municipio.
Las becas también han jugado un papel integrador pues han logrado “que los niños refugiados interactúen con otros niños del municipio y aceleren su aprendizaje del idioma”, han explicado desde el Club Rotary. Las actividades han sido posibles gracias a que el Ayuntamiento de Castelldefels ha proporcionado dos intérpretes que han mediado para hacer más fluida la comunicación entre los pequeños, los monitores y los padres.
A lo largo de estas cuatro últimas semanas, el centro de artes escénicas Paranoia Studi de Castelldefels ha acogido el campus. Los niños se han dividido en grupos según su edad y cada semana han participado en la escenificación de una obra de teatro diferente que se estrenaba (con los familiares y amigos como público) cada viernes. . Durante los otros cuatro días los niños ucranianos iban trabajando las diferentes partes de cada función, desde la preparación del escenario y el vestuario, sin olvidarse de los ensayos.
Un reto enriquecedor
“La actividad ha resultado todo un reto, sobre todo por el idioma al inicio, pero no podemos estar más contentos y satisfechos del trabajo realizado por niños y monitores”, han asegurado desde la entidad. Por su parte, la directora del Paranoia Studi de Castelldefels, María Carmen, ha agradecido al Rotary Club “la oportunidad de realizar una labor tan enriquecedora” con niños que huyen de algo tan dramático como la guerra de Ucrania