Corbera de Llobregat ha iniciado una prueba piloto de silvopastura en la finca pública del Bosc de Sant Martí, una iniciativa que dio comienzo el pasado jueves, 25 de agosto. A través de esta actuación, están trabajando para instaurar una manada de burros que puedan pastar por las 20 hectáreas de este bosque, con el propósito de reducir, de forma natural, la biomasa del sotobosque, para mitigar el riesgo de incendios forestales de la zona.
Esta acción da continuidad, además, a la gestión forestal que se llevó a cabo en este mismo espacio hace dos años, en la cual, con la colaboración de la Oficina Técnica de Prevención de Incendios de la Diputación de Barcelona, realizaron una actuación de reducción de la densidad de la masa arbórea. En este acaso, esta iniciativa surgió con el objetivo de recuperar el mosaico forestal de encinas y robles, de forma que los bosques pasaran a ser más resistentes al cambio climático y se redujera el riesgo de propagación en el caso de que se produjera un incendio forestal.
Por tanto, toda la zona del Bosc de Sant Martí quedará cerrada con un pastor eléctrico para poder controlar que los animales no se escapen. Pese a ello, el acceso al bosque permanecerá abierto, por lo que el Ayuntamiento de Corbera ha recordado que es obligatorio respetar a los animales sin acercarse ni tocarles, y los perros que paseen por la zona deberán estar atados para evitar incidentes. Además, han señalado que está “totalmente prohibido” dar de comer a estos animales.
Finalmente, el contrato realizado con esta iniciativa se ha adjudicado a un pastor de Corbera y, pese a que de un principio este durará hasta finales, el Ayuntamiento tiene la intención de dar continuidad a esta iniciativa, tanto en esta como en otras fincas y franjas perimetrales, de forma que puedan pastar a cabras y ovejas de forma permanente por el municipio. Para ello, han señalado que actualmente “se está avanzando” en la construcción de un corral municipal.
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