La Oficina Municipal de Seguimiento y Control del Aeropuerto (OMSICA), dependiente del Ayuntamiento de Castelldefels, ha denunciado ante las autoridades competentes 42 nuevos episodios de sobrevuelo de aviones por encima del casco urbano del municipio en horario nocturno, una maniobra que está completamente prohibida (salvo contadas situaciones de “grave excepcionalidad”). El episodio de contaminación acústica se prolongó durante dos horas.
Los vuelos ‘irregulares’ se detectaron en la madrugada del 16 al 17 de septiembre, según ha confirmado este miércoles el consistorio de la localidad. El nivel de ruido generado por estas 42 operaciones sobrepasó los 75 decibelios durante las dos horas que duró el episodio, lo que alteró seriamente el descanso nocturno de la ciudadanía.
La denuncia por la operatividad nocturna se ha cursado ante el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO) y el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana (MITMA) así como ante la dirección general de Aviación Civil, la empresa público-privada AENA, ENAIRE y también ante la Generalitat de Catalunya y en ella exigen explicaciones sobre las operaciones. El motivo principal de esta protesta municipal –como en las anteriores formuladas desde la OMSICA-es la elevada contaminación acústica que provocó el incidente y las consiguientes molestias a los vecinos.
Sin configuración nocturna
Las mediciones de la oficina municipal revelan que entre las 23.00 horas del pasado viernes 16 de septiembre y las 1.00 horas del sábado 17 de septiembre el aeropuerto Josep Tarradellas de Barcelona-El Prat implementó la configuración de vuelo no preferente diurna 06L-06R (ELR) en detrimento de la configuración nocturna preferente, lo que obligó a los aviones a sobrevolar zonas pobladas del Castelldefels en sus maniobras de aproximación a las pistas pratenses.
La respuesta del Servicio de Atención e información Medioambiental del Aeropuerto de Barcelona (SAIMBCN) a las quejas del Ayuntamiento de Castelldefels ha sido que “entre las 23:00 y 23:20 horas del pasado viernes, una tormenta imposibilitó el aterrizaje por la pista 02 y la 24L (la pista cruzada en la que se toma tierra desde el mar)” lo que obligó a utilizar la pista principal (06L-24R) del aeropuerto barcelonés para “la operación de tráficos pesados”, algo que incumple los acuerdos alcanzados el 12 de diciembre de 2018 por el Ayuntamiento de Castelldefels y la autoridad aérea.
Viento del Este
El servicio de información medioambiental de El Prat también ha corroborado que “a causa de condiciones meteorológicas adversas (tormenta en aproximación por la pista cruzada y viento intenso de componente Este” también hubo sobrevuelos nocturnos “con una configuración atípica” por encima del casco urbano de la ciudad entre las 23:20 horas del viernes y las 1:00 horas del sábado 17 de septiembre. La intensidad de las rachas del vendaval osciló entre los 12 y los 14 nudos.
Fuentes municipales han reiterado que desde el consistorio de la ciudad continuará “velando por el bienestar y el descanso de los vecinos” ante futuros episodios de sobrevuelos nocturnos sobre zonas habitadas. Las mismas fuentes han asegurado que tras el episodio de contaminación acústica del pasado fin de semana se han presentado “reiteradamente” las pertinentes denuncias ante los organismos competentes y se ha vuelto a solicitar “el cumplimiento de los compromisos, así como información detallada justificativa de las excepcionalidades” en las maniobras de aproximación a las pistas pratenses por encima de las viviendas.
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