El nuevo Plan de Actuación 2022-2026 de Ferrocarriles de la Generalitat de Cataluña (FGC) prevé la eliminación de los trenes directos entre Igualada/Manresa y Barcelona (R5, R50, R6 y R60), lo que conlleva grandes consecuencias para los municipios del Baix Llobregat Norte, que pierden con este plan la conexión directa con la ciudad condal.
Los alcaldes socialistas de los municipios afectados: Enric Carbonell de Sant Esteve Sesrovires, Jesús Naharro de Abrera, Eduard Rivas de Esparreguera y el portavoz Fernando Vicente Olesa de Montserrat junto con la diputada Rocio Garcia, han presentado una propuesta de resolución para evitar que se haga efectiva la eliminación de los trenes directos de FGC con la ciudad barcelonesa. A estos se han aladido lso diputados Cristòfol Gimeno del Bages, Jordi Riba de Anoia, y el portavoz del PSC del ayuntamiento de Manresa, Anjo Valentí.
La alternativa al nuevo plan si se viaja desde Igualada o Manresa es hacer transbordo en Martorell, suponiendo afectaciones en los municipios baixllobregatinos. El plan supondrá un aumento de frecuencias y de pasajeros en el tramo que comprende desde Martorell hasta Barcelona, el “Metro del Baix Llobregat”, pero los socialistas ya auguran un aumento en el tiempo del viaje de los pasajeros que previenen de los municipios del Baix Llobregat Norte.
Antoni Poveda, primer secretario del PSC en el Baix Llobregat, considera que el plan demuestra la desconexión del gobierno de la Generalitat “con la realidad y las demandas de los municipios” y destaca que la comarca espera que el gobierno reflexione y se replantee el documento. Jesús Naharro señala que “una medida como esta pone de manifiesto la falta de perspectiva, acciones y compromiso de FGC con el fomento del uso del transporte público”.
En un contexto de emergencia climática como la que vivimos actualmente, el uso del transporte es una alternativa que todos los gobiernos intentan fomentar. Con el nuevo plan, el transporte se ralentizará y será menos accesible y en Abrera quedarían afectadas diariamente más de 1.100 personas. Naharro pide al ejecutivo catalán la pausa del plan para que los usuarios que viajan en transporte público, lo puedan seguir haciendo.
Eduard Rivas asegura que la comunidad catalana debe avanzar “hacia una movilidad más sostenible y que reduzca el tiempo de los trayectos”, hecho que no ha sido así, y se ha ido aumentando el tiempo de desplazamiento en transporte público. Por su parte, Enric Carbonell ha realizado una petición, “hasta que la Generalitat no nos explique de forma directa estos cambios y como se piensan resolver las consecuencias del nuevo plan, este se debería paralizar”.