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El historial psiquiátrico de Sant Boi
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El historial psiquiátrico de Sant Boi

Laura García

domingo 09 de octubre de 2022, 09:20h

Sant Boi es conocida coloquialmente como la “ciudad de los locos” por algo tan trivial como que tiene un psiquiátrico.

Este es su historial. En septiembre de 1895, el Padre Benito Menni se hizo cargo del entonces “Instituto Manicómico de San Baudilio”. Menni lo había adquirido a la junta rectora que gestionaba el centro tras la muerte de su fundador, el Dr. Pujadas, quien había trasladado su manicomio de Barcelona hasta el Baix Llobregat.

Junto a Benito Menni llegaron a Sant Boi las primeras comunidades de Hermanos de San Juan de Dios y de las Hermanas Hospitalarias para gestionar un gran centro que disponía de un elevado número de pacientes (más de mil) pero con carencias estructurales, asistenciales y de gestión, como consecuencia del declive sufrido por el centro en aquellos últimos años de finales del siglo XIX. Pero bajo la dirección de Benito Menni se compraron nuevos terrenos, se hicieron nuevas infraestructuras y se mejoró la asistencia con profesionales competentes, actividades terapéuticas, buena higiene y alimentación, y atención religiosa.

Actualmente, el Benito Menni forma parte del sistema público sanitario de la Generalitat de Catalunya, y ofrece atención a más de 26.000 personas por año. El complejo asistencial cuenta con más de 700 camas de hospitalización, diversos hospitales de día, centros ambulatorios especializados en salud mental y adicciones, servicios de rehabilitación comunitaria, pisos con apoyo, residencia de salud mental, servicios pre laborales, programas de intervención específicos, y las más recientes innovaciones asistenciales y de gestión.

En 2013 se impulsó desde la ciudad el primer Clúster de Salud Mental de Catalunya (con sede en el emblemático Palacio de Marianao) para promover la atención a los enfermos mentales y al que se sumaron 22 empresas e instituciones públicas y privadas. El presidente de la asociación, Alfons Icart, destaca que las líneas de trabajo de la entidad son “la investigación, la prevención y la producción de proyectos y medicamentos que contribuyan a mejorar la salud mental comunitaria”. El trabajo de la entidad todavía refuerza más el papel de Sant Boi como foco de mayor impulso y desarrollo en el ámbito de salud mental de toda España.

Motivo de orgullo

Teresa Ribalta, directora general adjunta de la Fundació Orienta (que impulsa proyectos de prevención y promoción en salud mental desde 1974) explica que la transición legislativa e ideológica vivida en los últimos años en España “ha favorecido el desarrollo del modelo comunitario de atención a la salud mental”, que deriva de “una mayor preocupación por integrar la salud mental como una parte de la salud pública”. Eso ha contribuido a que en Sant Boi ya no exista la vergüenza o la deshonra de ser “el pueblo de los locos”. Al contrario, es motivo de orgullo. Se ha conseguido revertir la situación.

No obstante, Ribalta afirma que se necesita avanzar más en la integración de los enfermos, “empezando con la salud emocional en los jardines de infancia y en la educación primaria y secundaria y favoreciendo la formación especializada en escuelas de padres y en profesionales de la enseñanza y de la salud”, plantea. La Fundación Orienta abrió su primer Centro de Salud Mental Infantil y Juvenil (CSMIJ) en Sant Boi en el año 1989 y, desde entonces, se ha ido extendiendo por el Baix hasta Gavà o L’Hospitalet. La presidenta confirma el cambio en la concepción social y los prejuicios, especialmente desde que el ayuntamiento local decidió incluir la salud mental como eje central de su plan estratégico de ciudad de 2008.

La actual alcaldesa de Sant Boi, Lluïsa Moret (PSC), defiende que la apuesta por la salud mental de la ciudad es única. “No se trata solo de asistir y recuperar a los enfermos mentales, sino también de buscar oportunidades de crecimiento económico y generación de empleo”. Moret destaca que la implicación de la ciudad con esta problemática busca “un rasgo identitario, que da personalidad y singularidad a la ciudad en el entorno metropolitano”.

Participación ciudadana

Los primeros en desterrar los prejuicios y los estigmas han sido los propios vecinos de Sant Boi, acostumbrados a convivir con esta situación y compartir espacios públicos con enfermos mentales. Más allá de las políticas públicas y las diferentes entidades asistenciales del Clúster, persiste una gran colaboración de la ciudadanía, que ha participado de manera voluntaria en múltiples actos e iniciativas. Este hecho ha permitido incorporar una mirada positiva sobre la salud mental que ha ido impregnando todas las esferas locales, desde el ámbito deportivo o cultural hasta el económico.

Una de las claves ha sido la incorporación de personas enfermas en iniciativas culturales del Museu de Sant Boi o de los clubs deportivos de la ciudad. El deporte es el ámbito en el que se ha trabajado de forma más exhaustiva en la inclusión de los pacientes, con iniciativas como el Cros Solidari per la Salut Mental, celebrado por última vez el 20 de octubre de 2019, con un recorrido de 8 km y con el lema ‘Cada kilómetro es un paso adelante’. La recaudación de los fondos se destinó a programas solidarios y de investigación del Parc Sanitari Sant Joan de Déu. La participación ha ido creciendo, pasando de los 850 inscritos en 2010 a los 1.200 corredores de 2019.

La vitalidad de Sant Boi ha creado sinergias con municipios del entorno como Cornellà, Viladecans o El Prat a través del Consell Esportiu del Baix Llobregat, especialmente en el ámbito preventivo del colectivo infantil y juvenil.
Sant Boi también ha impulsado otro tipo de actos. Por ejemplo, en 2016, presentaba “Activa’t per la salut mental” para informar y formar a las familias de los enfermos mentales para que participen de forma activa en el proceso de recuperación y mejora de su calidad de vida. Este evento fue impulsado por la Federació Salut Mental Catalunya, la Federació Veus (Entitats Catalanes de Salut Mental en 1a Persona) y la Generalitat de Catalunya.

También destaca la importancia del Día Mundial de la Salud Mental, que se celebra cada 10 de octubre. La ciudad de Sant Boi siempre se suma a esta conmemoración con numerosas actividades (como el Cros Solidario) pero también acogiendo charlas, proyecciones y talleres dedicados a dar visibilidad a este tipo de enfermedades y desmontar los estigmas que las rodean.

La salud mental se define como un estado de bienestar en el que el individuo es consciente de sus propias capacidades, puede afrontar las tensiones normales de la vida, puede trabajar de forma productiva y fructífera y es capaz de hacer una contribución a su comunidad. Esta abarca una amplia gama de actividades directa o indirectamente relacionadas con el componente de bienestar mental incluido en la definición de salud que da la OMS: «un estado de completo bienestar físico, mental y social, y no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades». Está relacionada con la promoción del bienestar, la prevención de trastornos mentales y el tratamiento y rehabilitación de las personas afectadas por estos trastornos.

Mirada tolerante y comprensiva

Cada 10 de octubre, la ciudad se esfuerza en inculcar a las nuevas generaciones una mirada más tolerante y comprensiva hacia las enfermedades de este ámbito de la salud. Por ejemplo, el Parc Sanitari Sant Joan de Déu organiza la jornada ‘Cómic y salud mental’, con un taller y una mesa redonda sobre ambas disciplinas. Y en este mismo formato tiene lugar en la Biblioteca Jordi Rubió i Balaguer la mesa redonda ‘DialogadaMENT: la salud mental sin complejos’, un diálogo informal entre entidades, familiares y usuarios de salud mental.

Lo habitual es que cada año se incorporen nuevas actividades al Día Mundial de la Salud Mental. Por ejemplo, desde 2014 se celebra en Can Massallera la entrega de Premios del Concurso de dibujo, «Los valientes que pintan sentimientos». En otro ámbito, en 2018 José Ramón Ubieto presentó su libro ‘Niñ@s Híper: infancias hiperactivas, hipersexualizadas, hiperconectadas’. Una obra dirigida a madres y padres, docentes y profesionales implicados en la educación infantil y el rol que tienen a la hora de dejarles vivir su infancia. También se proyectó la película ‘Una historia casi divertida’, sobre un joven con depresión encerrado en un centro psiquiátrico.

Entre las diferentes formas de celebrar la ‘diada’ de la salud mental destaca la jornada ‘Compartimos ritmos’ organizada por el Hospital Benito Menni, que incluye una batucada, un pasacalle y una chocolatada, además de una feria de entidades, talleres musicales y de construcción de instrumentos, actuaciones y juegos infantiles, entre otras propuestas.

Cada año, cuando llega el mes de octubre, Sant Boi intensifica la programación de actividades cívicas y sociales vinculadas a la lucha contra estas patologías, sus prejuicios y sus estigmas. De manera más profesional tienen lugar “Las Mesas de Salud Mental”, que se definen como un espacio de encuentro para la reflexión, el intercambio de recursos y el trabajo colaborativo para promocionar la atención integral de la Salud Mental en el territorio. Así, desde esta perspectiva, Sant Boi visibiliza los diferentes aspectos de la salud mental y los pone al alcance de la participación ciudadana, dando forma a una conciencia común de preocupación, tolerancia y apoyo a este ámbito asistencial.

Sin miedo a ir al psicólogo

Todas las propuestas en este campo impulsadas por la ciudad tienen el mismo objetivo: hacer que las enfermedades mentales dejen de ser invisibles para la sociedad y crear un marco de tolerancia con las mismas. En este terreno, Fundació Orienta también promueve acciones enfocadas a que los niños y jóvenes “pierdan el miedo a ir al psicólogo”, como el programa ‘Salut i Escola’, que desplaza a enfermeros a las escuelas para interactuar directamente con los alumnos de manera más directa y personal. Teresa Ribalta defiende que “se debe aprender a gestionar las emociones desde niño y esto debe estar incluido en la educación, de la misma forma que las familias necesitan también dicha información”.

Esta iniciativa está fuertemente respaldada por el Hospital Benito Menni. Desde la institución se apunta la necesidad de “incidir en el ámbito asistencial” pero sin perder de vista la necesidad de trabajar también “en los centros educativos, en los espacios artísticos y musicales de la ciudad, promoviendo espacios de voluntariado, proyectos sociales, realizando obras de teatro, jornadas y charlas para sensibilizar a la población o participando activamente en la vida comunitaria”, siempre con el objetivo de “normalizar las enfermedades mentales”, explica la directora de la Fundación Orienta.

Claro ejemplo de que la concienciación está calando es que durante el confinamiento de 2020 se llevaron a cabo en el Baix Llobregat programas como “Antenas”, del Ayuntamiento de El Prat y Espai Situa’t, para ofrecer apoyo y seguimiento a las personas con malestar emocional y psicológico.

El Baix Llobregat cuenta con numerosas fundaciones y asociaciones que, con el pertinente apoyo institucional, organizan actividades para concienciar a la población sobre la importancia de la salud mental.

En esta lista se incluyen la Associació per la Salut Mental Baix Llobregat Nord, que lleva a cabo varios talleres; o la Fundación DAU, que se ocupa de crear iniciativas de formación y acompañamiento para la inserción laboral. En esta fundación trabajan actualmente 83 personas con trastornos de salud mental. Según explica Isabel Llorens, directora del área “Serveis a les Persones” de la Fundación DAU, durante los meses más duros de pandemia no se bajó la guardia y se siguió trabajando y haciendo gestiones de manera telemática, apoyando más intensamente a personas con problemas de salud mental, uno de los colectivos más vulnerables.

El ‘Boig per tu’ de Bosch
El exalcalde Jaume Bosch (PSC) declaró: “Sant Boi ha sido la ciudad de los locos, de lo que nos sentimos muy orgullosos, y queremos aprovechar esta vinculación para dar un paso adelante y trabajar por la mejora de la calidad de vida de los pacientes”. Esa intervención supuso un punto y aparte, pues, desde entonces, el lema del municipio es “Locos por Sant Boi” y todas las actividades o eventos que promueve la ciudad lo subrayan: “Sant Boi, boig per l’esport”, para promover la actividad física, por ejemplo. Así, el municipio ha logrado revertir la etiqueta peyorativa y hacerla un valor de ciudad. Teresa Ribalta, de la Fundació Orienta, asegura que “el estigma en la salud mental afortunadamente se va desdibujando” a medida que se integra en la sanidad pública.
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