“Se puede ser flamenca sin ir a los toros y sin comer ni consumir carne”

Tras más de media vida en la música confiesa sentirse sorprendida por la nominación. A sus 39 años, Carmen vive ahora en Sevilla pero conoce bien el Baix Llobregat, porque ha estado once años viviendo, cantando y creando en la comarca, concretamente en Sant Boi.

Antes de nada, felicidades por tu nominación a los Grammy Latinos por “Orgánica” en la categoría de Mejor Álbum de Música Flamenca. ¿Cómo te sientes? ¿Te lo esperabas?
No me lo esperaba para nada. Yo presenté el trabajo y para nada esperaba que fuera a ser nominada. Ha sido una sorpresa.

¿Cómo lo has celebrado?
Lo celebramos el mismo día que dieron a conocer las nominaciones, con una familia de aquí, de Utrera (Sevilla), que son artistas cantaores, bailaores, guitarristas... Estuvimos aquí en casa, comimos, bebimos, tocamos la guitarra... Lo pasamos muy bien.

La alcaldesa de Sant Boi (Lluïsa Moret) te ha felicitado por la nominación. Tú eres murciana, ¿no? Entonces, ¿Cuál es tu vínculo con el Baix Llobregat?
A Lluïsa la considero una amiga. Yo he vivido en Sant Boi once años, mi marido es de Sant Boi, mi hija nació en el Hospital de Sant Boi y tengo muchos amigos. He actuado muchas veces de la mano de Lluïsa, de Sonia Guerra. También en Gavá, en el día contra la violencia de género. Ahora vivo en Sevilla porque estoy trabajando de profesora en el conservatorio de Sevilla.

¿Cuántas veces has actuado aquí? ¿Qué recuerdos tienes?
Muchas. Actuar en el Baix Llobregat es súper bonito porque me siento muy querida. Nosotros vivíamos en Sant Boi, en el barrio de la Cooperativa donde tengo muchos amigos, y la gente es súper cercana, súper cariñosa y están como locos por la nominación. Hemos actuando muchas veces en Sant Boi y siempre han abarrotado el teatro de Can Masallera. Como un recuerdo especial guardo cuando la alcaldesa nos encargó un espectáculo contra la violencia machista “Nosotras, vosotras y ellos”, que lo dirigí junto a mi pareja, Angel Dorao. Entre los dos hicimos esa creación y fue muy bonito porque a la gente le llegó mucho el mensaje, impactó bastante y la reacción fue buenísima.

Ya ha pasado un año desde la publicación de “Orgánica” ¿Cómo ha sido acogido el álbum por el público y cómo ha reaccionado ahora a la noticia de la nominación?
El disco, la verdad, desde que salió la gente lo acogió súper bien. Creo que es un disco muy fácil que llega no solo al público flamenco sino al público melómano en general y que refleja muy bien quien soy yo. Y bueno, ahora la verdad que el teléfono no para. Allí en mi pueblo en Murcia están súper orgullosos y no paran de mandarme felicitaciones por redes sociales, por mensajes privados y ahí en Barcelona también he recibido muchas felicitaciones de salas donde he trabajado y en ‘la Cope’. Mis suegros que viven allí me dicen que el barrio esta revolucionado.

“Orgánica” es tu tercer trabajo. ¿Qué tiene de diferente, de especial?
Es un disco grabado con guitarra y voz y, a diferencia de los otros discos, está grabado simplemente con guitarra y voz, sin ningún otro instrumento. Y el repertorio que he elegido refleja un poco mi trayectoria personal, desde el flamenco -que es lo que más me representa y lo que he estudiado siempre, toda la vida-, hasta las músicas que me influyen y que han marcado etapas de mi vida.

Música sin filtros... ¿Qué mensaje quieres dar usando solo la voz y la guitarra? ¿Es una forma de reivindicar la pureza y criticar las tendencias actuales?
Quiero poner en valor la esencia de la música, que simplemente con una voz y una guitarra se puede llegar a transmitir. Para mi lo más importante de la música es emocional. Creo que vivimos en una época donde hay muchos filtros en todos los aspectos de nuestra comunicación, que hay mucho artificio… Y yo en este disco me quería presentar tal y como soy, sin ningún tipo de edición, de filtro… Como yo soy, como yo canto y como yo siento.

¿Cómo explicarías que la tuya es una música ecológica, una música orgánica? ¿De dónde salen estos conceptos?
Yo creo que la obra no se puede desligar del artista. Mi estilo de vida está bastante concienciado con mi entorno, con el medio ambiente. Soy vegana. Intento tener una actitud consciente en mi estilo de vida, en mi consumo, que me parece algo muy importante. Intento dar un ejemplo, antes que nada, con mi hija. El discurso más importante es dar ejemplo y que ella vea que se puede consumir de otra manera. Yo quiero que la gente cuando me conozca vea que hay una artista que puede ser flamenca sin ir a los toros, sin comer ni consumir carne y lo quiero reflejar así en mi disco también. Es muy importante para mí la imagen y por eso colaboro desde hace muchos años con Moda Sostenible y en todos los conciertos, fotos o eventos que hago puedo vestirme con marcas respetuosas con el medio ambiente, conscientes y que tienen como principio la sostenibilidad por encima de todo.

Tu primer álbum, ECO (2016), se publicó gracias a un exitoso “crowdfunding” ¿Cuánto de difícil es hacerse un hueco y vivir de la música?
Pues hoy en día si no haces música comercial es muy difícil poder llegar a vivir y poder tener beneficio económico de este trabajo. Vivimos un momento donde todo pasa muy rápido, las redes sociales están cambiando mucho la industria musical y me parece que la música esta perdiendo mucho porque tenemos una relación con ella de mucha superficialidad. Yo personalmente soy fiel a mis principios y me gusta seguir haciendo música dentro de lo que yo considero una cierta calidad en cuanto a ritmos, a melodías... justo lo que hoy en día se echa mucho en falta.

Háblanos un poco de tus orígenes… ¿Cuánto tiempo llevas en la música? ¿De dónde nace esta pasión? ¿Qué recuerdos tienes de tu infancia en relación con la música?
Mi historia personal comienza con mi abuelo. Yo nací en Santomera, en Murcia, en un sitio que está en plena huerta. Mi abuelo se dedicaba a labrar el campo, a sus hortalizas y él cantaba súper bien y cantaba en medio de la huerta, con sus vacas, mientras labraba el campo… Y hay muchas historias de mi niñez donde yo recuerdo esa Murcia tan bonita, tan simbólica de la huerta y la familia. Incluso hemos conservado una cinta de magnetofón en la que grabamos a mi abuelo en uno de sus cantes flamencos. Y eso es lo que yo aprendí. En un principio aprendí de memoria esas canciones, de escucharlas una y otra vez. Y después, ya más mayor, en el grupo de folklore, empecé a cantar… Y fue en París donde realmente me di cuenta de que podía dedicarme a esto y que era lo que yo quería hacer. Fui a París a estudiar con una beca erasmus. Estudié Filosofía en Murcia, y cuando llegué a París, pues empecé a cantar en el metro, en restaurantes españoles… Ahí me di cuenta que era lo que yo quería. Llevo cantando realmente desde la adolescencia. No sé, desde los 17 años.

Tu música es diferente, quizás difícil de etiquetar, ¿es flamenco, pop…? ¿Cómo la defines?
Este álbum, el disco “Orgánica” para mi es flamenco. Hay adaptaciones de otros géneros pero, para mí, lo que caracteriza el flamenco es la emoción, y cuando algo se canta con emoción y desde las entrañas -como decimos nosotros-, se canta de una manera flamenca y se puede considerar así. Por ejemplo, el disco anterior, ECO, sí que era un disco de pop. Yo tampoco me preocupo mucho por etiquetarlos de una manera u otra, simplemente hago lo que me apetece en cada momento.

¿Cuáles son tus géneros o artistas favoritos? ¿Hay algún artista con el que te hiciese especial ilusión colaborar?
Buenos… muchísimos artistas. Desgraciadamente con los que más me gustaría colaborar ya no están. Pero si tuviera que elegir a alguien de la actualidad pues mi compañera de nominación: Estrella Morente. Es una diosa para mí, un referente desde siempre.

Dices que hacer música “es de valientes” ¿Por qué? ¿Podrías explicarlo?
Un poco en la línea de lo que hablábamos. Hoy en día si quieres hacer música y salirte un poco de la tendencia actual, de la música urbana y comercial, es muy difícil poder llega a hacerte un hueco y poder llegar a vivir de eso. Me parece que tanto en la música como en el resto de artes, estamos viviendo un momento de crisis, de valores y de fundamentos. Hay que seguir hacia adelante y hacer lo que uno cree, fiel a sus principios y tener claro el valor de la música y del arte, y lo que se quiere transmitir.

Mirando hacia adelante ¿Qué proyectos tienes entre manos para el futuro? ¿Volverás pronto por el Baix Llobregat?
Mi proyecto más inmediato es el de hacer un nuevo disco que ya habíamos comenzado a preparar, y pensar el posible repertorio. Pero con la nominación a los Grammy se va a acelerar el proceso del disco e intentaremos sacarlo lo antes posible. Y el Baix Llobregat... pues este verano estuve todo agosto trabajando ahí y, ojalá, me gustaría poder volver esta Navidad y hacer algún concierto, algún recital y así poder pasar las fiestas en familia.

¿Por qué versiones de artistas como Serrat, Gardel o Brel?

He vivido en varios sitios. Antes de vivir en Barcelona, en Sant Boi, pasé cuatro años en París y conozco a fondo la cultura francesa. De ahí la versión de Jacques Brel (“Ne me quitte pas”). El francés es un idioma que hablo y que me encanta. También he ido conociendo culturas de todas partes del mundo. Conozco, por ejemplo, a la cantante egipcia Umm Kalzum. Creo que es una cantante enorme, la más importante de todo el mundo árabe. Ella me ayudó con la fonética para mi versión de “Ghanelly”, que canto en su idioma. En París también esta muy presente la cultura latina, de ahí el tango “Volver”, de Gardel y Alfredo Le Pera. Y la versión de “Pare”, de Joan Manuel Serrat, pues a parte de porque es una canción que me parece música ecológica en si misma -la letra es una reivindicación de las más bonitas que se han hecho en cuanto al cuidado y a la conservación del planeta-, también marca un poco mi paso por Barcelona, donde viví once años y donde aprendí a hablar en catalán. Lo hablaba asiduamente y quería que eso también se reflejara en el disco.