Un portavoz hierático, retorcía el lenguaje, para referirse a las victimas o destrucciones. Se sigue este hábito hasta en la guerra de Ucrania. Vale decir esto; porque cuando se produjo la denuncia de DEPANA (ecologista) por el incumplimiento de lo acordado, de compensar las ampliaciones del puerto y aeropuerto (1992-2009); se creó una ZEPA (reserva de aves) que se traducía en 2200 hectáreas más; -sin aplicarlo en años- por el método de la “sordina catalana” del “Govern”, ignorando avisos y plazos. Un gran tema, que se jugaba en la Liga europea (UE) y Bruselas amenazó con una cuantiosa multa, si no se cumplía el pacto.Es un eufemismo, para referirse a muertos, heridos o daños no intencionados, que se producen como efecto de una acción militar; se empezó en Vietnam y siguió en Irak, Bosnia y Afganistán. Un portavoz hierático, retorcía el lenguaje, para referirse a las victimas o destrucciones. Se sigue este hábito hasta en la guerra de Ucrania. Vale decir esto; porque cuando se produjo la denuncia de DEPANA (ecologista) por el incumplimiento de lo acordado, de compensar las ampliaciones del puerto y aeropuerto (1992-2009); se creó una ZEPA (reserva de aves) que se traducía en 2200 hectáreas más; -sin aplicarlo en años- por el método de la “sordina catalana” del “Govern”, ignorando avisos y plazos. Un gran tema, que se jugaba en la Liga europea (UE) y Bruselas amenazó con una cuantiosa multa, si no se cumplía el pacto. Con la precipitación y negligencia hispana habitual, se presentaron alegaciones, en tiempo de prórroga (hasta Noviembre.22), por los Ayuntamientos de Gavá, Viladecans y Sant Boi (muy afectado) a modo de aportación, a esta obra de teatro bufo, que era pasar de 935 hectáreas actuales a 2372 hectáreas reclamadas, -para situarnos- toda el área superior a la vía FC Renfe, del Parque Agrario con (3348 hectáreas en total), -será Zona ZEPA- la inferior a la vía férrea, se salva aún; pero se aspira alcanzar las 4000 hectáreas, con la ocupación de espacios adyacentes, convirtiendo así el Delta del Llobregat, en una zona “renaturalizada”; excluyendo, cultivos y practicas de agricultura intensiva. Todo para ser un refugio de aves migratorias en sus periplos. Las 800 explotaciones agrarias con diferentes extensiones -peligran- aunque la mayor parte de los afectados, lo ignoran. Ha habido protestas de UP y la patronal Sant Isidre, sin mucho eco. Tanto es así que muchos proyectos -el “Hub” agrario- tendente a las grandes extensiones, monocultivos, racionalizar el regadío y mejorar drenajes; no va a despegar, como la frustrada ampliación del aeropuerto. En esta última y desastrosa campaña, colaboraron un sector de payeses naífs y grupos ecologistas. Todos contra el aeropuerto y a favor de la Ricarda. Hoy algunos de ellos, recuerdan que ante sus protestas, por su práctica desaparición del Parc Agrari, a sus “amigos”; la cortante réplica de directivos ecologistas, fue: que eran ellos los “daños colaterales” en la reconversión naturalista, de sus cultivos. Los payeses reconocen que son tales las limitaciones que les será muy difícil y no rentable ejercer su oficio. ¿Se extinguirá su actividad? y sinU caer en distopía; ¿volveremos a los “aires del Prat” malolientes?, una expresión para referirse a los hedores de los humedales podridos y a las inundaciones de los campos de arroz. De 1918 a 1926 hubo epidemias palúdicas, según testimonio de la Sanidad militar del Aeropuerto del Remolar, hoy Josep Tarradellas. Todo giro brusco, tiene consecuencias en un territorio “humanizado” e higienizado desde el siglo XIX. Wuhan.