Más de 100 colectivos y organizaciones de Catalunya se unieron la convocatoria del pasado sábado (4 de marzo). Están luchando contra proyectos urbanísticos, infraestructuras de energía y transporte, derechos laborales, justicia social y el derecho a la vivienda. Todos ellos tienen un problema común: combatir el modelo económico y social del capitalismo que necesita crecer a toda costa con proyectos que dañan el territorio y la vida humana. La manifestación busca combatir un modelo que no permite enfrentar la crisis ambiental del cambio climático, el agotamiento de los recursos naturales y el deterioro ambiental. Este modelo económico solo beneficia a los ricos mientras condena a la mayoría de la población a vivir en pobreza, miseria y precariedad. Además, este modelo, afirman, no nos permite tomar decisiones para ser dueños de nuestro propio futuro y de nuestro entorno. La manifestación es una muestra de la resistencia y la lucha contra este modelo económico y social que no respeta los derechos humanos ni el medio ambiente.
Denuncian la connivencia entre las élites económicas y los partidos políticos, principalmente el reciente pacto entre Esquerra y el PSC, pero también con el beneplácito otros partidos sin los cuales su plan no sería posible. Megaproyectos que trinchan el territorio, incrementan el uso de carburantes fósiles y masifican con el turismo nuestros barrios, costas y pueblos. Dicen saber perfectamente que todo esto no genera riqueza, que tan solo lleva beneficios para los empresarios del ladrillo, del turismo, de los casinos, del comercio y de los especuladores inmobiliarios.