Un juzgado mercantil de Barcelona ha perdonado una deuda de 243.873 euros al matrimonio que regentaba una cafetería de Sant Andreu de la Barca que tuvo que cerrar sus puertas al aplicarles la Ley de la Segunda Oportunidad
J.F. E. y C. R. D, el matrimonio que regentaba una cafetería de Sant Andreu de la Barca que tuvo que cerrar devorada por las pérdidas, podrá empezar una nueva vida. El juzgado mercantil número 11 de Barcelona, en aplicación de la Ley de la Segunda Oportunidad, le ha perdonado una deuda que ascendía a 243.873,93 euros resultante de la fallida inversión en la apertura del establecimiento hostelero. El juez considera que ambos cónyuges “son deudores de buena fe” motivo por el que les permite conservar su vivienda.
Debido a los malos resultados de la cafetería, el marido había acumulado una deuda de 125.677,43 euros, mientras que su esposa debía a diversas entidades financieras otros 118.196,50 euros. Como los acreedores amenazaban con hacerles perder incluso la vivienda habitual, el matrimonio contactó con el despacho de abogados Bergadà Asociados. "El matrimonio estaba muy angustiado, porque había visto cómo se endeudaba y como se quedaba sin ahorros para liquidar las deudas, pero todo ello era insuficiente para atender a todos los pagos", explica la abogada y socia fundadora de Bergadà Asociados, Marta Bergadà.
A través del bufete, la pareja solicitó al juzgado “la exoneración del pasivo insatisfecho (EPI)” alegando que cumplían con los requisitos legales para su reconocimiento”, indica Bergadà. Ninguno de los acreedores se opuso al procedimiento durante el concurso y finalmente el magistrado consideró que ambos eran “deudores de buena fe”, pues no constaban antecedentes penales, se había liquidado el patrimonio embargable y satisfecho los créditos en la medida de sus posibilidades y les concedió "el beneficio de la exoneración definitiva, exoneración que alcanza a todo el pasivo no satisfecho con la masa activa".
Lágrimas de alegría
El matrimonio recibió la noticia “con lágrimas de alegría en los ojos”, explica la abogada que ha llevado su caso, especialmente “porque han podido conservar su vivienda habitual”, añade. “Después de un camino complejo, en el cual los nervios y las emociones siempre han estado presentes, la pareja vuelve a respirar con total tranquilidad", asegura Marta Bergadà.
El ex propietario de la cafetería de Sant Andreu todavía se frota los ojos: “Ahora vemos el futuro con optimismo. Se nos ha abierto un nuevo horizonte. Antes no sabíamos cómo salir adelante y ahora tenemos una vida nueva", asegura. El marido recuerda cómo empezó todo: "Para intentar subsanar la deuda íbamos pidiendo más créditos pensando que esa era la solución, pero llegó un momento que no pudimos hacer frente a ellos. El primer día de cobrar ya nos quedábamos a cero", rememora.
Un calvario por las deudas
Entonces empezó un calvario para la pareja. “Y es que, durante los últimos tres años lo hemos pasado muy mal, porque a nadie le gusta deber dinero y en una situación así pasas hasta vergüenza por el qué dirán. Pero ahora vemos el futuro con mucho optimismo", insiste él. La exoneración del juzgado mercantil barcelonés ha puesto fin a todo ese sufrimiento.
Se da la circunstancia de que el matrimonio “desconocía la Ley de la Segunda Oportunidad”, algo muy habitual en las personas endeudadas, hasta que contrataron los servicios del despacho Bergadà, con domicilio en Agramunt (Lleida). "Aún hay muchas personas que desconocen esta ley", subraya la letrada.