La Escuela Agora Barcelona International School ha inaugurado el nuevo curso escolar con la producción de energía solar propia. Gracias a un acuerdo con Endesa X, se han instalado 242 paneles fotovoltaicos en el tejado de la escuela, lo que permitirá cubrir hasta el 30% de sus necesidades energéticas y reducir su huella de carbono. Además, este proyecto también tiene un enfoque educativo, ya que los estudiantes participaron en el diseño e impacto ambiental de la instalación.
La Escuela Agora Barcelona International School, ubicada en Sant Esteve Sesrovires (Baix Llobregat), ha dado un paso significativo hacia la sostenibilidad al inaugurar el nuevo curso escolar produciendo energía solar propia. Esto ha sido posible gracias a un acuerdo entre Globeducate, uno de los cinco principales grupos educativos a nivel mundial con más de 60 colegios en todo el mundo, y Endesa X, la filial de servicios energéticos de Endesa.
El proyecto implica la instalación de 242 paneles fotovoltaicos en el tejado principal de la escuela, una planta solar con una potencia de 132 kWp. Los paneles han sido inclinados intencionalmente a 15 grados para optimizar la captación de la luz solar. Se estima que esta iniciativa permitirá a la Escuela Agora Barcelona International School cubrir hasta el 30% de sus necesidades energéticas, además de reducir significativamente su huella de carbono.
La iniciativa no es simplemente un ejemplo de acción sostenible, sino también un proyecto educativo ambicioso. Globeducate y Endesa X han colaborado para introducir el concepto de energía solar dentro de las aulas también. El año pasado, los estudiantes tuvieron la oportunidad de participar en el proyecto de forma colaborativa, gracias a una jornada de formación con un experto de Endesa X y el profesorado del centro. Esto permitió a los alumnos involucrarse en aspectos como el diseño inicial de la instalación de placas solares y comprender su impacto ambiental.
La inauguración de este proyecto sostenible ha marcado el inicio del nuevo curso escolar. Los alumnos de la Escuela de Sant Esteve de Sesrovires han podido ver de primera mano la planta solar completamente operativa y seguir, a tiempo real, el impacto de esta. Esta idea es un ejemplo destacado de cómo la educación y la tecnología pueden unirse para promover la sostenibilidad y fomentar la conciencia ambiental.