La astenia primaveral es un conjunto de síntomas que algunas personas experimentan al adaptarse a los cambios climáticos de la primavera. Los síntomas incluyen falta de energía, fatiga, debilidad y dificultades para concentrarse. Para combatir la astenia, se recomienda tener una alimentación equilibrada, reducir el consumo de cafeína, hacer ejercicio físico y dormir lo suficiente.
La primavera ha llegado: cada vez hay más horas de luz, más días soleados, menos capas de ropa (¡adiós a los abrigos gruesos!) y más plantas y flores que reverdecen nuestro entorno. Para muchos, la primavera trae luz y alegría, y cambios positivos en la salud y en el ánimo, pero para otros, trae consigo lo que se conoce como “astenia primaveral”.
Aunque suele como algo aparentemente ‘alarmante’, la Organización Mundial de la Salud (OMS) no considera la astenia primaveral como una enfermedad propiamente dicha, porque los cambios y ‘síntomas’ van desapareciendo a medida que el individuo se acostumbra a la nueva estación. Algunas de las personas que afirman padecerla, explican que tienen una falta total de energía, que afecta en varios ámbitos: fatiga, debilidad, falta de apetito (incluso sexual), dificultades para concentrarse y un sueño irregular.
Según los expertos, la astenia primaveral está relacionada con la dificultad de adaptación de algunos organismos a los cambios climáticos que trae la nueva estación. Con el cambio de estación, cambia la temperatura y la presión atmosférica, así como la cantidad de horas de luz, que pueden alterar el ritmo del reloj biológico e influir en la producción hormonal. A raíz de esta respuesta fisiológica de nuestro cuerpo, podemos notar cambios en nuestro estado de ánimo y en nuestra vitalidad.
¿Cómo combatir la astenia?
Pero los síntomas no son eternos: expertos en el sector de la salud nos ofrecen varios consejos para poder calmar los síntomas y adaptarnos mejor a la primavera. Para acelerar nuestra recuperación, es fundamental apoyarnos en hábitos saludables como tener una alimentación regular y equilibrada, controlar el consumo de cafeína, hacer ejercicio físico y echarle un ojo a nuestro consumo de vitaminas, que son un factor crucial para para combatir la fatiga y los síntomas de la astenia.
Los expertos recomiendan, pues, seguir un horario de comidas lo más regular posible, pero siempre variando los alimentos. Es importante consumir cereales, legumbres y alimentos frescos, así como frutas y verduras de temporada (espinacas, alcachofas, espárragos, fresas…). También es recomendable introducir en la dieta alimentos ricos en ácidos omega-3, como el pescado y el aguacate, que son la alternativa perfecta a las grasas saturadas y los fritos. Es importante consumir alimentos ricos en el grupo de vitaminas B (como la vitamina B-12, esencial para el metabolismo y la energía) y la vitamina C, que ayuda al sistema inmunológico.
Menos café y más deporte
En esta época de astenia primaveral, los expertos recomiendan reducir el consumo de café y bebidas estimulantes, y mantenernos bien hidratados. Aunque la cafeína pueda darte un empujoncito para afrontar el día con energía (y la fatiga nos lleva a creer que debemos aumentar su consumo), puede tener un efecto contrario si el cuerpo se acostumbra a una alta ingesta. Los expertos recomiendan, pues, sustituir la cafeína por zumos naturales o incluso infusiones relajantes.
Aunque el cansancio pueda dificultar el ejercicio físico y quitarte las ganas de hacer deporte, es conveniente realizar actividades que mantengan tu cuerpo en movimiento. Es recomendable empezar con actividades más “ligeras”, que puedan adaptarse a tu estado anímico y tu nivel de energía, como caminar o hacer yoga. Con el tiempo, el cuerpo se adaptará y cada vez tendrá más energía, y poco a poco los síntomas de astenia irán desapareciendo. Como bien es sabido, el deporte ayuda a liberar endorfinas, que te subirán el ánimo casi sin darte cuenta, resistirás mejor el estrés y podrás dormir mejor.
El secreto es dormir bien
Y es que dormir es también esencial para nuestra recuperación. Aunque la astenia conlleva una fatiga y un cansancio general, esto no siempre conlleva que puedas dormir bien. Los expertos recomiendan intentar dormir unas 7 horas al día (y mantener un sueño regular, o lo más regular posible según tu estilo de vida). Según las opiniones de los expertos en salud, una cena ligera puede ayudar a conciliar el sueño, así como alejarse de las pantallas un rato antes de acostarse.
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