El ejemplar en papel que usted, querido lector, tiene en este momento entre sus manos (o debería intentar conseguir) no solo es una revista, es un ejemplo de resistencia. Como ‘los 300’ espartanos hacia la batalla de las Termópilas, ‘los 200’ de El Llobregat están preparados para cruzar el río que da nombre a la comarca como si de un comando de aguerridos luchadores se tratase. Quienes formamos parte de este proyecto periodístico nos hemos conjurado para seguir aproximando la información del Baix Llobregat y L’Hospitalet de manera rigurosa y profesional a la ciudadanía. Y no vamos a cejar en el empeño. ¡Venceremos! En un contexto de crisis respecto al modelo de negocio (¿cómo financiar y hacer rentable la información?, es la pregunta que sigue volviendo locos a los empresarios y editores de la comunicación) .
El Llobregat arrancó el mes de abril del 2006 su conquista informativa del Baix y L’Hospitalet. 200 números mensuales en papel que ha combinado con una activa presencia diaria en internet. Solo comparte su empecinamiento en salir a la calle impreso en papel con un par más de publicaciones, pero destaca por su singularidad respecto a la oferta informativa del territorio. Desde mayo de 2018 la revista se distribuye el primer viernes de cada mes encartada en La Vanguardia.
“Se disfruta leyéndolo”, asegura el jefe de prensa de un ayuntamiento del Baix Llobregat que sigue atento a la publicación. “El Llobregat es cualitativamente la cabecera del Baix Llobregat y L’Hospitalet porque trata los temas con profundidad y calidad. Y prima la presencia de reportajes y entrevistas en profundidad o de personaje”, argumenta.
Calidad narrativa y en profundidad
La calidad narrativa, la precisa jerarquización de los temas escogidos, la profundidad de campo en el tratamiento de las piezas han sido la obsesión de sus cuatro directores. Todos ellos también se han conjurado desde su debut a favor de la calidad, porque desde siempre se han negado a que El Llobregat se convirtiera en una publicación fácil y frívola. Lo han mantenido “contra viento y marea, algo meritorio si se tiene en cuenta el actual entorno económico y complicado para la prensa en general”, destaca su actual director, el veterano periodista Xavier Adell, que ocupa el puesto de mando de la publicación por segunda vez.
Inició el camino en la dirección de la publicación Imanol Crespo, ahora responsable de la plataforma de medios públicos y municipales en El Prat de Llobregat, al que siguió Francisco J. Rodríguez. El tercer director fue Xavier Adell, quien cedió el testigo a la periodista más joven y digital de todos ellos: Sonia Algaba. Adell, que además fue el último corresponsal de El Periódico en el Baix Llobregat, volvió de nuevo a casa en el 2022. En total, 18 años de trayectoria para una cabecera, la de El Llobregat , que siempre ha querido ocupar un podio vacío: el de un diario de referencia en la comarca. “Y hemos llevado a la práctica con un periodismo enganchado a la calle, que patea los barrios de la comarca, en busca de temas e historias reales”, rememora su primer director. Para Imanol Crespo, el objetivo ha sido siempre ése: “Estar en la calle, generar contenidos de calidad”.
No se salen del guión
La periodista Sonia Algaba fue la encargada en 2021 de profundizar en el gran salto digital y aportar una mayor frescura a la publicación. “Twitter (ahora X), Instagram, facebook…las redes necesitan que estés redactando contenidos constantemente, pero no te lo ponen fácil”, advierte Algaba, que ha estado en los últimos tiempos trabajando para la otra orilla del periodismo: el corporativo. “Tú preguntas y los portavoces del mundo político o económico no se salen del guión. Los mensajes suelen ser muy correctos, aburridos…pero tienes que aprovecharlos para generar constantemente contenidos por las redes”, indica la exdirectora, que continúa colaborando con la revista.
Los retos del presente de El Llobregat siguen siendo los mismos. “Calidad y más calidad. Es nuestra carta de presentación”, explica el actual director. Xavier Adell, quien constata la vocación “comarcal, no solo local, de un único territorio común” de la publicación mensual. El Llobregat pretende alzar la mirada y desde las montañas del Baix y la singularidad de la segunda ciudad catalana poner a punto el telescopio o los prismáticos informativos y componer una agenda colectiva. ¿Cuál es el objetivo final? Dotar de una identidad informativa propia al Baix Llobregat y L’Hospitalet, informar de norte a sur, encontrar una línea global de contenidos que interese a cualquier ciudadano del territorio. Son los tres retos de futuro de El Llobregat.
Una posición independiente
En este sentido, el editor de la publicación, Xavier Pérez Llorca, añade que el presente de El Llobregat es ya el de ofrecer a la comarca un servicio hasta ahora inexistente: ” Información comarcal de calidad y desde una posición independiente”. Pero también reserva esfuerzos para un futuro inmediato. “Ver multiplicados los cinco millones de páginas vistas al año, que ya hemos conseguido”. Pérez Llorca admite las dificultades para encontrar vías de financiación para la prensa vía publicidad, aunque se muestra optimista porque se puede fidelizar a los anunciantes potenciales. ¿De qué manera? “Convenciendo a los anunciantes que tu producto es la mejor plataforma de comunicación que pueden utilizar para dirigirse a un territorio concreto. En nuestro caso, contactar con el millón de personas que viven al sur de Barcelona”. ¡Queridos lectores, no vamos a cejar en el intento! Seguimos...
Se nos fue Pere Ríos |
El Llobregat no podía llegar a su número 200 sin recordar a uno de sus más reconocidos colaboradores: el periodista Pere Ríos, tristemente fallecido el 18 de febrero del año pasado como consecuencia de un implacable cáncer. Nacido en 1962, en el seno de una familia humilde del barrio de Marianao (Sant Boi), Ríos destacó profesionalmente como redactor de tribunales en el diario barcelonés El País. En El Llobregat colaboró mensualmente durante años con una entrevista en la sección ‘Que se n’ha fet de...’, que fue creada ex profeso para él, y en la que rescataba del baúl de los recuerdos a viejas glorias políticas y personajes famosos del Baix Llobregat y L’Hospitalet a base de preguntas incisivas y un basto conocimiento del territorio. Pese a lo doloroso de su enfermedad, Pere Ríos siguió al pie del cañón casi hasta el final de sus días. Agotado, en agosto de 2021 comunicó a la dirección de El Llobregat que no podía más, que ni siquiera era capaz físicamente de escribir a mano o de teclear palabras en un ordenador. No podía seguir con su pasión por el periodismo. Y entregó la que sería su última colaboración con nosotros: una delicada pero intensa entrevista con la actriz de L’Hospitalet Nuria Espert, que se publicó en la edición del mes de septiembre de ese año. No te olvidamos, Pere. DEP.. |