En L’Hospitalet, la segunda ciudad de Cataluña en número de habitantes, la escolarización de los niños se ha convertido en un desafío creciente.
A medida que la población local aumenta (ya ya roza los 275.000 empadronados), impulsada por nuevos residentes atraídos por la proximidad a Barcelona y la calidad de vida, la capacidad de las escuelas para absorber a los nuevos estudiantes se ha ido desbordando. La falta de plazas en las escuelas infantiles del municipio, algo que también es aplicable al Baix Llobregat, es una problemática que afecta profundamente a las familias y, por tanto, a toda la comunidad.
Por un lado, el déficit de infraestructura educativa es evidente, las escuelas infantiles actuales no pueden ofertar suficientes plazas para responder al incremento de la población. Por otro lado, la demanda de plazas escolares aumenta año tras año, de manera exagerada debido a factores como el aumento de la natalidad y la llegada de familias jóvenes a la ciudad con el aumento de promociones de viviendas que consiguen hacer sitio en una ciudad -de solo 12,40 kilómetros cuadrados- que se posiciona como la más densamente pobladas de Europa, con un índice promedio de 21.400 habitantes por kilómetro cuadrado. Los padres, en su búsqueda desesperada por asegurar una educación adecuada para sus hijos, se enfrentan a largas listas de espera y, en muchos casos, a la necesidad de buscar alternativas fuera de su municipio. Esta situación no solo genera estrés y preocupación, sino que también afecta la vida diaria de las familias, obligándolas a realizar desplazamientos más largos y complicando la conciliación laboral con la vida en los hogares.
Sobrecarga crítica
Desde la perspectiva de los educadores, la sobrecarga en las aulas es otro punto crítico. Los maestros se ven obligados a gestionar grupos más numerosos, lo que dificulta la atención personalizada y afecta la calidad de la enseñanza. Además, las instalaciones escolares, muchas veces obsoletas y mal equipadas, no están preparadas para albergar a tantos alumnos, repercutiendo negativamente en el entorno de aprendizaje.
Las autoridades de ámbito local (Ayuntamiento de L’Hospitalet) y autonómico (Generalitat de Cataluña)son conscientes de la gravedad del problema, pero las soluciones no están llegando con la rapidez necesaria. Los planes de expansión y mejora de la infraestructura educativa avanzan a un ritmo muy lento, y mientras tanto, los más pequeños sufren las consecuencias de un sistema que no puede garantizar su derecho a una educación adecuada y accesible.
La escasez de plazas en las escuelas infantiles de la ciudad y el incumplimiento de promesas políticas sobre la municipalización de varios centros educativos privados o concertados ha llevado a las familias de cinco escuelas infantiles a organizarse y exigir soluciones inmediatas. La plataforma Famílies LH, surgida de la comunidad educativa de los cinco centros, es el motor de reivindicaciones reales, cuya meta es lograr un cambio significativo en la atención a la infancia en la ciudad.
La promesa de municipalizar cinco escuelas infantiles fue realizada hace años, pero hasta la fecha, no se ha cumplido. Las escuelas Patufet, Garabatos, Estel Blau, Nova Fortuny y La Gua-Gua siguen sin ser gestionadas por el consistorio local, lo que ha provocado que las familias presentasen el pasado 22 de abril una moción al pleno del ayuntamiento, que ha sido aprobada por todos los partidos políticos, excepto el PSC (que es el partido que gobierna). Sin embargo, las acciones concretas por parte de las autoridades siguen sin materializarse. Ante esta situación, las familias solicitaron una reunión con el concejal del Área de Educación, Innovación y Cultura y futuro alcalde de L’Hospitalet, David Quirós.
El pasado 29 de abril, tras haber sido presentada la moción en el pleno del ayuntamiento, los integrantes de Famílies LH mantuvieron una reunión con Quirós, en la que le entregaron el manifiesto con las necesidades de los niños no solo a nivel educativo, también a nivel social y cultural. Por su parte, el Ayuntamiento pide “tiempo” a las familias, puesto que se trata de un proceso largo que requiere de diferentes trámites para conseguir la municipalización de las escuelas solicitadas. Pero tiempo y paciencia es de lo que no disponen ya las familias, que año tras año ven como su economía no permite seguir soportando los precios de escuelas concertadas o privadas, a la vez que no son admitidos en escuelas públicas por la falta de plazas y recursos.
Las familias de L’Hospitalet han solicitado documentación para entender los retrasos y la burocracia a la que se aferra el ayuntamiento, pero hasta ahora, las respuestas han sido insuficientes. La Generalitat de Cataluña tampoco ha confirmado ningún movimiento tangible hacia esa municipalización prometida. Este retraso contrasta con antecedentes de otras escuelas que lograron municipalizarse en un año, lo que ha generado más frustración y cuestionamientos entre las familias.
Los padres no solo piden la municipalización de las cinco escuelas prometidas, sino que también demandan una ampliación de global de plazas en todo el ciclo y una mejora en las condiciones de los centros educativos existentes. Las familias insisten en que, en una ciudad tan densamente poblada como L’Hospitalet, la falta de inversión en equipamientos municipales ha llegado a un punto crítico, afectando no solo a la educación infantil sino también a otros servicios como la atención sanitaria y los espacios recreativos de la ciudad.
Hacer política con actividades |
Ari Munne, miembro de Famílies LH, destaca que, aunque no sean un partido político, la iniciativa que han puesto en marcha es una forma de hacer política. Insisten en que “una ciudad que es amable con la pequeña infancia es una ciudad que cuida de todos sus ciudadanos”.
Con la finalidad de crear actividades dirigidas a los infantes de 0-3 años y promover el objetivo de la iniciativa ciudadana, el 13 de abril Famílies LH organizó una mañana de actividades y espacio al aire libre en el parque de La Remunta, con la participación de diferentes familias que conocieron y disfrutaron con los niños de juegos y bailes.
En esta línea, la iniciativa ciudadana ha solicitado al ayuntamiento participar con actividades recreativas el próximo 16 de junio, en el marco de las fiestas mayores del centro de l’Hospitalet. Famílies LH organizará actividades para familias y niños de 0 a 3 años, demostrando que con voluntad y pocos recursos se puede crear un espacio amigable para las familias. Además, a través de su cuenta de Instagram, están recogiendo firmas para su manifiesto, invitando a toda la ciudadanía a unirse a su causa y luchar por unos derechos que, según reivindican, “deberían de ser los propios partidos quienes reclamasen estas necesidades, pero lamentablemente no ocurre así”.
La crisis de plazas escolares no solo afecta a estas cinco escuelas. L’Hospitalet ha experimentado un crecimiento urbanístico significativo en los últimos 15 años, con un aumento en la construcción de viviendas que no ha ido acompañado de una inversión proporcional en infraestructura educativa y otros servicios públicos. Esta descompensación ha provocado una saturación de los servicios municipales, que afecta tanto a las escuelas como a los centros de salud o los pabellones deportivos.
Las familias de L’Hospitalet han demostrado que la unión y la organización pueden generar un cambio. Ahora, la pelota está en el tejado de las autoridades, que deben mostrar la voluntad política necesaria para poner a la pequeña infancia y a las familias en el centro de sus políticas, creando una red de recursos que garantice el bienestar de todos los ciudadanos y que reivindican los padres.
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