Los agricultores del Parc Agrari del Baix Llobregat no están solos en su oposición a la aprobación este martes de la ampliación de las Zonas de Especial Protección para las Aves (ZEPA) de la desembocadura del río Llobregat que afecta a 2.300 hectáreas de cultivos y amenaza con llevar el sector a la ruina. El tejido económico y empresarial del territorio, capitaneado por su principal patronal –la Asociación Empresarial del Baix Llobregat y L’Hospitalet (AEBALL)- también ha puesto el grito en el cielo por la unilateral decisión del Govern en funciones de la Generalitat, en manos de ERC. Y exige que el proyecto se paralice “sine die y de manera urgente”.
En un comunicado AEBALL ha dejado claro que “se opone rotundamente a la ampliación de la zona ZEPA en el Delta del Llobregat” porque considera que “paralizará el desarrollo económico y de las principales infraestructuras” del territorio, como los proyectos ferroviarios y la anhelada ampliación del Aeropuerto de Barcelona-El Prat. La patronal comarcal, adherida a Foment del Treball, ha precisado que la ejecución del plan “frenará las inversiones, el crecimiento y la promoción económica de la comarca”.
Incompatible con cualquier actividad
Los empresarios han argumento para cimentar su posicionamiento que las ZEPA son “incompatibles con cualquier actividad (agrícola o empresarial) mínimamente tecnificada”, porque implica la imposición de fuertes restricciones que impone. AEBALL ha incidido en que modernización de la agricultura del Delta –como por ejemplo con la creación de un HUB agroalimentario- “no tendría necesariamente un impacto negativo sobre la conservación ambiental”, pero no apostar por el progreso “implica renunciar a las inversiones en infraestructuras estratégicas y básicas para el desarrollo económico y social”, han subrayado.
Además, los empresarios del Baix y L’Hospitalet recuerdan que la medida “no cuenta con el apoyo político necesario (fue rechazada dos veces de forma contundente y mayoritaria por el Parlament de Cataluña) ni con el apoyo del empresariado del territorio ni del mundo local”, han precisado. La patronal se sumó hace dos años a las alegaciones contra el proyecto, unas alegaciones “que no han sido contestadas”, han asegurado.
Argumentos sin rebartir
Para los empresarios del Baix “el Govern tampoco ha buscado ningún consenso con los actores del territorio” y guardaba un enigmático silencio sobre el tema desde octubre de 2022. También se quejan de que el gobierno autonómico “no ha podido rebatir con argumentos científicos los informes, notas de análisis y publicaciones realizadas tanto por el Institut Agrícola de Sant Isidre (que ostenta la vicepresidencia de AEBALL) como por expertos independientes, laboratorios de investigación y centros públicos, que demuestran que la ampliación de la ZEPA no es una solución, es contraproducente y coloca en Cataluña en un riesgo serio de expediente de infracción”, han defendido.
La Cooperativa Agrícola del Prat también lamentado que finalmente el Govern haya optado por ampliar la ZEPA porque “no garantiza el mantenimiento de la actividad agrícola”, según fuentes de la entidad. La cooperativa ha pedido que la reciente visita a El Prat del conseller d’ Acció Climàtica, Alimentació i Agenda Rural, David Mascort, y su reunión con el campesinado local no se utilice “para dar publicidad” a la ampliación, porque no están de acuerdo con ella.
Política de hechos consumados
No obstante, aunque la entidad pratense siempre se ha mostrado en contra de ampliar la ZEPA, dado la “política de hechos consumados” impulsado desde el Govern de ERC ha solicitado “participar en la redacción de una propuesta de gestión de un espacio agrícola respetuoso con el medio ambiente donde estén implicados todos los actores del territorio”.