La desalinizadora del Llobregat, ubicada en el término municipal de El Prat, es la planta desalinizadora para el abastecimiento urbano más grande de toda Europa. De hecho, entre 2022 y 2024, la desalinizadora del Llobregat ha llegado a producir hasta 146 hectolitros cúbicos de agua (el 76,8% de toda Cataluña). Es, por lo tanto, una de las instalaciones más importantes para la suficiencia hídrica de Cataluña.
Las desalinizadoras son un recurso al que solo se acude en periodos de escasez: normalmente funcionan a un régimen bajo (entre el 10% y el 20% de su rendimiento). Ahora bien, en estos últimos dos años la instalación ha estado funcionando a pleno rendimiento por la sequía. En el mes de febrero, cuando los embalses del Ter-Llobregat empezaron a bajar, se decidió incrementar la producción de la desalinizadora para hacer frente a la sequía inminente. En el mes de agosto del mismo año, la producción llegó al 100%, y así se ha mantenido hasta la fecha. Como las reservas catalanas todavía están al 30% de su capacidad, la desalinizadora seguirá funcionando a pleno rendimiento durante los próximos meses para garantizar el suministro de agua en Cataluña.
Este jueves 29 de agosto, Sílvia Paneque, consejera de Territorio, Vivienda y Transición Ecológica, ha visitado las instalaciones para comprobar el buen estado de la desalinizadora. Según ha explicado la consejera, “los informes técnicos avalan que ha sido absolutamente necesario aumentar la producción de las desalinizadoras para evitar que las restricciones de agua hayan sido aún peores que las que hemos tenido que vivir”.
Cataluña deberá depender menos de las lluvias
De hecho, una de las prioridades del nuevo Govern de la Generalitat será elaborar un modelo de gestión de agua que permita que Cataluña dependa menos de las lluvias en sus reservas de agua. Para lograr esto, “las desalinizadoras son fundamentales”, ha asegurado Paneque. “No es solo construir más infraestructuras, sino cambiar a un modelo circular más sostenible, en un contexto en el que no podemos depender de las lluvias”, ha enfatizado la consejera.
El objetivo del Govern es conseguir que “a finales del año 2027 el 70% del consumo de agua provenga de otros recursos más allá de la pluviometría”. En la actualidad, esta autonomía hídrica solo ha alcanzado el 33%. Para alcanzar esta meta, el Govern impulsará varios proyectos de innovación tecnológica, nuevas infraestructuras y un mejor aprovechamiento de los acuíferos subterráneos, entre otras medidas. En total, podría llegar a invertir hasta 2.000 millones de euros a largo plazo, hasta el 2040 aproximadamente. Según ha revelado la consejera, el Govern ya está trabajando en acelerar los trámites para futuros proyectos en las desalinizadoras del territorio.