La nadadora paralímpica Núria Marquès regresó a Castellví con dos medallas de plata, una de bronce y diplomas. En un emotivo acto, la piscina municipal fue nombrada en su honor. La comunidad celebró su éxito con sorpresas, obsequios y reconocimiento por sus logros en los Juegos Paralímpicos.
La nadadora paralímpica Núria Marquès se ha encontrado con una gran sorpresa al volver a su Castellví natal desde los Juegos Paralímpicos de París con nada menos que dos medallas de plata, una de bronce y dos diplomas. Desde ahora, la piscina de verano de Castellví lleva el nombre de Núria Marquès, en honor al sólido palmarés que está construyendo la nadadora.
Marquès ha descubierto el ‘bautizo’ de la piscina municipal en un emotivo acto de bienvenida que Castellví ha celebrado para recibirla, este viernes 13 de septiembre. El evento ha comenzado con un acto más solemne, en el Ayuntamiento: la nadadora ha firmado en el Libro de Honor del municipio, acompañada por el alcalde, Adrià Camino, los regidores del consistorio, la jueza de paz y, cómo no, su familia.
Además, la Fundació Privada Rosella, centro ocupacional local, ha elaborado artesanalmente un álbum de fotografías que recoge todos los triunfos deportivos de Núria Marquès a modo de obsequio.
El camino hacia el Centro Social
A partir de ahí, las sorpresas no han dejado de nadar hacia ella. Con los pies fuera del Ayuntamiento, de camino a la piscina, Marquès se ha encontrado con varios espacios dedicados a ella y a los Juegos de París. Durante el camino, tres grandes deportistas de Castellví han caminado junto a ella con una antorcha en las manos: Laura Fernández, campeona en tiro con arco, y las futbolistas Daniela Secades (fútbol sala) y Sara Palafox (fútbol). Y, por si fuera poco, también estaban a su lado los entrenadores que la han acompañado y guiado a lo largo de todo su camino por las tres ediciones de los Juegos Paralímpicos (Rio, Tokio y ahora París).
Una vez en el Centro Social, Núria Marquès ha salido al balcón del edificio, con todas sus nuevas medallas en el cuello, para saludar a toda la gente que le esperaba con los brazos abiertos. Desde allí, la nadadora ha explicado su experiencia en los últimos Juegos Paralímpicos y, llena de emoción, ha escuchado las dedicatorias que le han leído los miembros de la asociación de jóvenes ‘La 963’ (entre ellos, su hermano). También ha recibido otro obsequio: un mosaico elaborado por los alumnos de la escuela de Castellví, y una ilustración de la nadadora (de un tamaño tan grande como sus triunfos) que desde ahora presidirá la planta baja del Centro Social.
La piscina municipal Núria Marquès Soto
Pero Castellví ha querido dejar la mejor sorpresa para el final. Con todos los vecinos reunidos en el Centro Social, el consistorio ha revelado la nueva placa que desde el viernes da nombre a la piscina de verano de Castellví: la piscina municipal Núria Marquès Soto. La nadadora ha recibido esta última sorpresa emocionada: para una deportista como Núria Marquès, el reconocimiento y el apoyo del pueblo donde se ha criado es un premio casi tan valioso como un metal colgado en el cuello.
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