A sus 68 años, Juan José Casado Peña, casado con dos hijas y dos nietos; -nacido en 1956 en Fontioso (Burgos)- evoca el traslado de su padre, avisado por su hermano, para que acudiera a Cataluña, la tierra de la gran promesa. Tras vivir en Pubilla Casas (L’Hospitalet) se instaló en Sant Boi (Ciudad Cooperativa) con su familia, como tantos deslumbrados por el pleno empleo industrial (en la Seda)y la creciente prosperidad que se derramaba sobre todo forastero con ganas de medrar. Cursó el Bachiller elemental y la FP-1 sanitaria, empezando a trabajar en una compañía de moldes plásticos. Sin embargo, la crisis del petróleo del 1973 afectó a las empresas dependientes de esta materia, cerrándose así Plásticos Massons de Cornellà. Se intentó una SAL que fracasó.

¿Qué hiciste?
Junto con un socio montamos una carpintería, que se especializó en mostradores de comercio. Pero un gran cliente,precipito nuestro cierre por la gran deuda que nos dejó. Y me obligó a reconvertirme por segunda vez. Ya sobre 1980, me encontré como muchos miles, preparando oposiciones para ser funcionario público (el gran refugio en las crisis de empleo). Logré el éxito en dos y opté por entrar en el Hospital del Mar (municipal) como auxiliar sanitario. Tras un lustro, conseguí ser delegado sindical por la UGT en el Comité Intercentros. Para situarnoa: mandaba Justo Domínguez, -que tras una Gestora- dio paso al muy conocido José Álvarez, hoy secretario General de UGT

¿Consigues ser liberado sindical, qué es exactamente?
Consiste en cobrar de tu empresa trabajando para la UGT, sumando las horas sindicales de los otros delegados. Me vincularon a la Federación de Servicios Públicos, rama Sanidad. Había entonces una gran fragmentación de federaciones y secciones sindicales. Eso resultaba costoso y laborioso de gestionar. Hoy se ha simplificado al máximo, quedando tres grandes federaciones: Industria, Servicios Públicos y Servicios a la Comunidad.

Datos últimos de UGT
Tenemos 35.000 afiliados y 3.600 delegados en el Baix Llobregat con sede en Cornellá. Tenemos un economista y siete abogados. Consultorio gratuito. Se paga 14 euros/mes de cuota. Nuestra sede central esta en la Rbla. del Raval y nuestro secretario es Camil Ros y el presidente es Matías Carnero, líder de la SEAT. Este último negocia el convenio de la Seat que acaba siendo refrencia fundamental para los convenios de las empresas auxiliares, muy uimportantes para nuestra comarca.Vale la pena decir que los convenios son para todos los trabajadores, no tan solo para los afiliados.

¿Cuál ha sido el mejor convenio que has negociado?
Sin lugar a dudas fue el Convenio del IMAS (Instituto Municipal de Asistencia Sanitaria) de Barcelona en 1989, en la época de Maragall. Afectó a 2.600 trabajadores y reagrupó diversos servicios sanitarios municipales. Había mucha desregulación en el ámbito saniatrio municipal que este convenio intento corregir. Mejoraron salarios y horarios

Fue un éxito parcial, tal vez…
No, no. A raíz de este triunfo se me encargó en el mismo año el desarrollo del Sindicato Sanitario en mi comarca y a la vez también empezaron las negociaciones de los convenios de los empleados municipales, dado el otro gran aumento de plantillas habido por la crisis post-olímpica del 1993.

¿Alguna victoria reseñable, en el ámbito municipal?
Fueron convenios al alza; recuerdo gratamente el convenio del personal de Castelldefels, donde el fallecido alcalde Agustín Marina (PSC), siempre con una gran sensibilidad social, concedió la jornada de 35 horas, algo que en la época, era un tanto insólito. Otros buenos convenios fueron los de El Prat, Esplugues y, en orden menor, los de Cornellá y Sant Boi.

Estos trabajos facilitaron tu entrada en la Unión Comarcal, a buen seguro en 1995...
Algo debió influir. En 1995, me eligen secretario de organización y ya en 1998 me convierto en secretario de la Unión Comarcal de UGT del Baix Llobregat, por 12 años.

Y en el Ayuntamiento de Sant Boi...
Entro con Montserrat Gibert en el Ayuntamiento de Sant Boi, ella relevó a Xavier Vila (18 años) y fue la primera mujer alcaldesa en la historia de Sant Boi. Entré sin cartera y como asistente a los plenos.

¿Había separación entre UGT y PSOE-PSC?
Cabe decir que la UGT iba avanzando enn autonomía y pluralidad, pero existía distanciamiento desde la huelga general de 1988, donde se derogó la posibilidad de jubilarse a los 60 años, con un decreto de Almunia, que indignó a Nicolás Redondo. Aún así existía buena relación entre las organizaciones y excepciones en los cargos orgánicos, como fue mi caso. Basta decir que fui edil durante 12 años, un período especial.

¿Por qué especial?
Porque asistí como edil y sindicalista a lo que fue una segunda reconversión industrial, local y comarcal. Con posterioridad al textil vinieron los cierres y deslocalizaciones: Tecnimagen (Philips) Braun, Grapisa, Epelsa, Grupo Bra. Pensemos en el trauma del paro y sus efectos sobre el bienestar familiar y en el comercio local. Nóminas de 1.000 trabajadores, abundaban entre nosotros y esta gran fuerza de trabajo (millares de empleados) en su mayoría debió pasar penurias para re-ocuparse y desplazarse a otros lugares. Sant Boi fue ya la ciudad dormitorio para muchos. Fue un momento donde la frase de Solchaga “la mejor política industrial, es la que no existe” cayó como una lápida sobre muchos sectores y fábricas. Los cierres de las grandes empresas afectaron y mucho a nuestra afiliación y recursos.

¿Hubo reacción?
Con los datos de que disponíamos se trataba de adelantarnos a los acontecimientos y poder contribuir a ofrecer alternativas. Se empezó a reaccionar con el “Plan Delta” en 1994 con la Administración, pero no se concretaría hasta el año 2000. Se creará el Polígono “Prologis” y se apostará por la logística (el almacenaje) actividad con pocos efectivos laborales y sin gran valor añadido, en mí opinión. Y por su evolución posterior, se han confirmado mis recelos. Hubo una mayor “municipalización” de CORESA (limpieza-basuras) y una aventura inversora municipal en Lliçà de Munt de una gran estación de servicio (REPSOL) con parking de camiones y servicio de lavado, incluido. También se perdieron oportunidades como la Facultad de Agrónomos que fue a Castelldefels. Y el aprovechamiento del antiguo Hiper (en la C-31)como “hub” agronómico.

Sant Boi tiene escaso suelo urbanizable y un 60% de zona verde. ¿Cómo edificamos para dotar de viviendas a los jóvenes?
Las carencias en materia de vivienda que sufren muchas zonas hace que la UGT, además e reclamar polñiticas activas por parte de las administraciones públicas impulse una oferta de construcción de vivienda a precios asequibles. A pesar de ello, UGT ha podido ofrecer 2.000 viviendas a nivel comarcal, a través de su promotora. En Sant Boi hemos hecho cuatrro promociones en forma de cooperativa. Pero se cuenta ahora ya con un acuerdo firme con la alcaldesa Lluïsa Moret para hacer vivienda social y unir de una vez tres barrios separados. En el mandato de Gibert ocurrió un incidente chusco, un promotor con dos de sus hijos nos echó estiércol en un Pleno, por unas trabas a cinco viviendas en el barrio Orrioles. Hasta ahí llegó la tensión por construir ilegalmente

Pienso en la gran operación urbanística del Cuartel de Sant Boi, tan necesaria, y ambos aún así mantenemos una cierta confianza en el último proyecto municipal de los 100.000 habitantes.

Sant Boi y sus comunicaciones
No descubriré que los inconvenientes de transporte han sido para Sant Boi un gran hándicap. Desde UGT siempre hemos buscado la comunicación de los centros urbanos con los polígonos industriales. Hemos apoyado el tranvía y el metro para las poblaciones más allá del puente del río Llobregat. El final de la B-25 y sus conexionescon la A-2 y la C-32 aliviarán los tiempos muertos de los que deben desplazarse por nuestras zonas.

Post-jubilación y seniors activos...
La esperanza de vida ha aumentado y el repliegue social, no me gusta por causa de la edad. Participo en UGT en un proyecto de dimensionamiento metropolitano de nuestra actividad sindical. La cultura sindical metropolitana es un hecho y debemos hacerlo oficial. Convenios metropolitanos, claro que sí. En esto estoy. Aparte creo que debemos mejorar la asistencia geriátrica domiciliaria, en particuolar, y la sanitaria, en general, e impulsar una instalación pública para la tercera edad en Sant Boi donde no hay ninguna

Nos despedimos de Juan José, con dos de sus afanes: recuperar las firmas expatriadas e impulsar la actividad económica-social alrededor de los psiquiátricos. ¿De acuerdo? III

“Logramos consensos y evitamos los radicalismos”

El alcalde de Sant Boi Jaume Bosch, te da al fin una cartera , la de “Nueva ciudadanía” (Inmigración) ¿Qué tal?

Por UGT tenía experiencia en el tema. En sant Boi traté de lograr un acuerdo sobre los jornaleros agrícolas con la UP fue un intento de ordenar un conflictivo tema que con la regulación de Rodríguez Zapatero de 600.000 convenía abordar. Así que al recibir el encargo propicie una gran reunión con todos los representantes de minorías locales extranjeras, ONGS, Fundaciones; contaba con tres funcionarios asignados (una de ellos era la traductora Nayat) y no un gran presupuesto, aún así logramos consensos y evitamos los radicalismos. Alquilaron una nave industrial para la práctica del Ramadán y conseguimos una practica mixta; con la separación de una cortina entre ambos sexos. Se hicieron cursos para acceder a la nacionalidad y otras iniciativas. Soy laicista y creo que nos quedamos a medias para impulsarlo entre las nuevas gentes, en especial las mujeres.
Hay una realidad incuestionable, la inmigración ha existo en toda la hisroia, existe y existirá. Está vinculada a la pobreza, las guerras y la desigualdad. Se trataba de anticiparnos a los intentos de utilizar por parte dela extrema derecha la inmigración como una amenaza para la sociedad, culpabilizando de los problemas al último en llegar.

Qué diferencias hay entre la gestión sindical y la municipal
La primera sin gran burocracia y rápida aplicación de las decisiones; la segunda, muchos controles burocráticos y lentitud de gestión.