Esta semana han comenzado las obras de transformación de la plaza de la Bòbila, un centro neurálgico entre los municipios de L’Hospitalet y Esplugues, en el que confluyen varias calles y se agrupan grandes equipamientos de ambos municipios, como el mercado de Can Vidalet, la biblioteca y el centro cultural La Bòbila y el CAP Bòbila.
Con estas obras de mejora, que impulsa el Área Metropolitana de Barcelona (AMB) con la colaboración de los Ayuntamientos de L’Hospitalet y Esplugues, la plaza recuperará los espacios en los que durante los últimos años se ha instalado provisionalmente el mercado de Can Vidalet. Según las previsiones del AMB, los trabajos se alargarán durante diez meses, con un coste total de 3.128.410,05 euros y un ámbito de actuación de 11.835,49 metros cuadrados.
Estas actuaciones dotarán a la plaza de una mejor accesibilidad a través de la creación de varios niveles, con una pendiente baja, para poder llevar a cabo actividades cómodamente. Así, se creará un primer nivel, vinculado a la biblioteca La Bòbila, totalmente pavimentado y con un cenador cubierto de paneles solares para proporcionar sombra en la calle y energía eléctrica para el municipio. En el nivel intermedio, que cruza la calle Maladeta y conecta con el nuevo mercado de Can Vidalet, predominarán los espacios verdes, con una gran presencia de arbolado, para crear una gran área de juegos infantiles y fomentar la estancia tranquila en la plaza. Por último, el nivel más elevado estará vinculado a los accesos al CAP.
Un refugio climático: contra el calor y las lluvias torrenciales
Otro de los objetivos de los trabajos es hacer de la plaza un lugar más verde y un refugio climático durante los meses de más calor, gracias a la plantación de vegetación que podrán reducir la temperatura media de la plaza hasta 2 ºC, mejorar la calidad del aire y conservar la biodiversidad de la ciudad.
Además, con la instalación de pavimentos blandos y permeables, los días de fuertes lluvias y tormentas esa agua podrá canalizarse hacia el subsuelo o la calzada, evitando las grandes acumulaciones de precipitaciones que pueden poner en peligro a los peatones. Los pavimentos actuarán como una esponja y podrán almacenar temporalmente esta agua y después infiltrarla en el terreno. Esta función también la realizarán los parterres vegetales que se plantarán durante los trabajos de naturalización de la plaza, que podrán retener grandes cantidades de agua durante las lluvias torrenciales.
Obras de mejora de la avenida Severo Ochoa: una nueva rambla
Las obras también actuarán en el eje de las avenidas Severo Ochoa y Torrent, que presenta un gran desnivel en la acera del lado este respecto al nivel de la calzada y concentra un gran número de vehículos estacionados, lo que limita y dificulta el tránsito de peatones. Con estas actuaciones se reparará el desnivel para que la avenida Severo Ochoa se transforme en una rambla fácilmente transitable y mejor conectada.
Las intervenciones se dividirán en varias fases para ir modificando gradualmente las pendientes y permitir el acceso a un lado y otro de la acera. Por un lado, se ampliará la acera oeste (en el lado del mercado de Can Vidalet) unos 6,5 metros. Esta ampliación permitirá plantar árboles y solucionar el problema de la accesibilidad. Del mismo modo se plantará arbolado y se instalarán parterres en la parte central de la rambla, para favorecer esta transformación de la zona y hacer de la calle un espacio de estancia, con suficiente sombra en verano y sol en invierno.
Cortada la avenida Severo Ochoa
También se ampliará la acera en el lado de L’Hospitalet, en la que también se plantarán pequeños árboles que no afecten a las fachadas de los edificios, y convertir la acera en un espacio idóneo para la instalación de terrazas y locales. Esta actuación permitirá potenciar la economía local, gracias a la transformación de la zona en un espacio ameno y agradable.
Las obras en la avenida de Severo Ochoa afectarán a la circulación durante los próximos meses, desde el lunes 7 de octubre hasta que terminen los trabajos. La circulación está cortada en sentido norte, entre la calle de Simancas y la calle de Amadeu Vives. El tráfico se desviará, pues, por la avenida del Bosc, la calle Belchite (que cambiará ahora su sentido) y la calle de Amadeu Vives. Este corte no afectará a la línea de autobús LH2, pero sí se trasladará la parada de la plaza a una nueva ubicación.
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