El temporal de este lunes 4 de noviembre ha afectado al funcionamiento del Aeropuerto Josep Tarradellas Barcelona – El Prat desde primera hora de la mañana. Llegando a alcanzar los 150 litros por metro cuadrado en tan solo cuatro horas, las fuertes lluvias han provocado inundaciones en algunas instalaciones del aeropuerto, especialmente en algunas pistas, la zona de aparcamiento y la Terminal T1.
Ya de buena mañana, en la planta de llegadas, el agua acumulada saludaba a los recién aterrizados, dándoles la bienvenida a un panorama de incertidumbre. El agua no ha llegado casi ni a los tobillos, pero el tránsito con las maletas ha sido toda una aventura. Los que han podido llegar sin problemas al aeropuerto de El Prat antes del estallido de la tormenta, se las han visto duras para poder salir, con las salidas del aparcamiento azotadas por las fuertes corrientes de agua y el servicio de Rodalies y Metro cortado hasta las 14:00h. Pero la mayor complicación ha sido llegar al aeropuerto, a raíz de los desastres que ha ido dejando la lluvia en toda la comarca. Con los principales accesos al Aeropuerto cerrados, las carreteras inundadas y cortadas y el transporte público sin funcionar, coger un vuelo ha sido prácticamente imposible durante la mañana del lunes.
La intensidad de las precipitaciones ha llegado a traspasar los techos, provocando cascadas de agua y copiosas goteras frente a varios mostradores de las terminales. Sin embargo, según ha confirmado Aena, “los daños materiales no han sido significativos” y una vez ha amainado la tormenta la situación se ha ido normalizando.
Cancelaciones, desvíos, retrasos
Durante la tempestad, la gestora Aena ha ido publicando en sus redes sociales el estado de los vuelos. La DANA que ha atacado al Aeropuerto se ha concentrado, sobre todo, entre las 7h y las 11h de la mañana, aunque las consecuencias de la tormenta se han alargado durante prácticamente todo el día. Según la última actualización que ha publicado Aena (alrededor de las 19:30h del lunes), la lluvia ha obligado a cancelar 153 vuelos y desviar 18 llegadas a otros aeropuertos cercanos.
Asimismo, las condiciones nefastas en tierra (pistas inundadas, accesos cerrados y el transporte público inactivo), han forzado a los controladores aéreos de El Prat a ralentizar toda la programación de la mañana, llegando a retrasar la gran mayoría de las operaciones programadas para la primera mitad del día, tanto salidas como llegadas.