Con la nueva normativa de la tasa de basuras en boca de todos los Ayuntamientos, el tema del reciclaje y la gestión de los residuos está a la orden del día. En este contexto, el Área Metropolitana de Barcelona (AMB) ha realizado un estudio sobre la recogida y tratamiento de los residuos en todo el ámbito territorial, a partir de los datos del año 2023. Según los resultados del informe, el territorio todavía está lejos de conseguir el objetivo de reciclaje marcado por la Unión Europea, que propone alcanzar un índice de reciclaje del 55% en 2025 (y un 65% en 2035).
Entre los 36 municipios que integran el área territorial se han llegado a producir hasta 1.490.089 toneladas de residuos en 2023, lo que equivale a unos 445 kilos por habitante al año. Con el 2025 a la vuelta de la esquina, el AMB solo ha conseguido reducir un 10% la producción de residuos desde el año 2010 hasta 2023.
No obstante, sí que se observa un aumento gradual (aunque lento) de la recogida selectiva desde el año 2017, que el AMB ha atribuido a los nuevos sistemas de recogida que están implantando varios municipios, como la recogida ‘puerta a puerta’ o los contenedores cerrados. En 2023, tan solo se han reciclado un 40% del total de residuos generados (577.278 toneladas), solamente un 0,7% más que en 2022. A pesar de que un 40% es el índice de reciclaje más elevado que ha conseguido nunca el AMB y a pesar del compromiso de muchos municipios por fomentar el reciclaje, este ritmo es insuficiente para cumplir los objetivos europeos. La única solución que propone el AMB es acelerar los cambios en el sistema de recogida lo máximo posible, una medida que ya están empezando a aplicar algunos municipios a propósito de la modificación de la tasa de basuras.
Seis municipios del Baix ya han alcanzado el objetivo europeo
Además de recoger datos sobre el reciclaje a nivel global, el AMB ha hecho también un estudio del reciclaje de cada uno de los 36 municipios del área territorial. Según este análisis, L’Hospitalet es el segundo municipio metropolitano que menos recicla, con un índice de recogida selectiva del 28,5% en 2023, un porcentaje muy alejado de este 55% europeo. Justo una posición por delante está Cervelló, con un índice del 28,7%. Además, varios municipios del Baix también están en lo más bajo del ránking: Sant Andreu de la Barca (30,7%), Cornellà (33,8%), Viladecans (35,3%), Sant Vicenç (36,8%) y El Prat (38%).
De hecho, en 2023 tan solo nueve municipios han logrado el objetivo europeo de recogida selectiva, una selección liderada por el Baix Llobregat. Seis de esos municipios son de la comarca: Santa Coloma de Cervelló (76,5%), Corbera (71,6%), Torrelles (71,1%), Sant Just Desvern (59,9%), El Papiol (59,3%) y Begues (58,4%). Además, Santa Coloma de Cervelló es el segundo municipio con mayor índice de reciclaje de toda el área, gracias a su capacidad de implantar un cambio efectivo en el sistema de recogida, con contenedores cerrados que le ha permitido pasar de un 41,5% al 71,8% en solo tres meses.
El índice de reciclaje determina la cuota de la tasa de basuras
A nivel metropolitano, el coste en el tratamiento de residuos ha aumentado casi 15 millones de euros en los últimos años, a pesar de la disminución en la fracción resto, debido al aumento del impuesto sobre el vertido y la incineración de los residuos no reciclados. Sin embargo, la diferencia entre municipios en los sistemas de recogida y en los índices de reciclaje se refleja también económicamente: el índice de reciclaje es directamente proporcional al importe que los habitantes de cada municipio pagan en concepto de tasa metropolitana de basuras (la TMTR, que también ha sufrido modificaciones con la nueva normativa).
Actualmente, el coste del tratamiento de residuos metropolitanos oscila entre los 60 y los 140 euros al año por hogar, en función de la generación de residuos y el nivel de reciclaje de cada municipio. Los tres municipios que más pagan son, de hecho, del Baix: Cervelló (que supera los 140 euros), Castelldefels (poco menos de 140 euros) y Sant Vicenç dels Horts (un poco más de 120 euros). Paralelamente, los tres municipios que menos pagan son también del Baix: Torrelles, Santa Coloma y Corbera, que apenas superan los 60 euros por habitante. Por norma general, pues, los municipios que más reciclan llegan a pagar hasta tres veces menos que los que no se comprometen a la recogida selectiva.
La problemática de la fracción orgánica y resto
Las 1.490.089 toneladas de residuos de 2023 se han gestionado mayoritariamente en instalaciones de titularidad metropolitana, pero solo el 42,1% han terminado en instalaciones especializadas para su reciclaje. Otro 26,7% ha acabado en una planta de valorización energética, llegando a generar hasta 220.328 MWh de electricidad en 2023. El resto, aproximadamente un 26%, han terminado en el vertedero, al ser imposible reciclarlos, valorarlos energéticamente o tratarlos.
Una de las claves para mejorar los índices de reciclaje en el AMB es la fracción orgánica. La fracción orgánica ha generado casi 104 kilos por habitante en el año 2023, y solo el 35,1% de los residuos vertidos se han recogido de forma selectiva en su contenedor marrón. De hecho, es muy común depositar erróneamente los residuos orgánicos en el contenedor gris de la fracción resto. Con este pequeño error, se crea uno de los mayores problemas que dificultan el reto de la recogida selectiva en el AMB. La fracción resto es la que más encarece los costes del servicio de tratamiento de residuos y la más difícil de reciclar. Tratar una tonelada de resto cuesta 130,20 euros, mientras que tratar una tonelada de materia orgánica cuesta menos de la mitad, 62,90 euros, pero solo si está muy separada (es decir, depositada en el contenedor que le corresponde, el marrón).
Los residuos metropolitanos 'fraccionados'
Según los datos que ha publicado el AMB, en 2023 se ha logrado la cifra más pequeña hasta la fecha de fracción resto generada: 258,8 kg por habitante y año. De hecho, el territorio metropolitano ha registrado una importante disminución de la cantidad de residuos que se tiran al contenedor gris en los últimos años: un 3% respecto a 2021 y un 13% respecto a 2019. Sin embargo, a pesar de esta pequeña victoria, la cantidad de resto generado a nivel metropolitano sigue siendo muy elevada.
En cuanto a las otras fracciones, los envases ligeros domésticos han aumentado considerablemente en el último año, con hasta 46,18 kilos por habitante en 2023, de los que solo un 40,1% han podido recogerse selectivamente. En cambio, el vidrio es la fracción más reciclada de todas, llegando a alcanzar una recogida selectiva del 69,3% de la cantidad de residuos generada en 2023 (29,92 kilos por habitante). La fracción de papel y cartón ha generado hasta 70,44 kilos por habitante, cn un índice de recogida selectiva del 45%.