Tras varias décadas de controversia y periodos de paralización y reanudación de las obras, el Pla de Ponent de Gavà sigue a la orden del día. El Pla de Ponent es uno de los mayores proyectos urbanísticos que están en marcha en la metrópolis de Barcelona. Impulsado por el Ayuntamiento de Gavà, el proyecto contempla la construcción de casi 5.000 viviendas en una zona de 200 hectáreas en el sur del Baix Llobregat, un terreno que comprende el término municipal de Gavà y una zona limítrofe con Castelldefels, alrededor de la Riera dels Canyars, no muy lejos de su casco urbano.
A través de la urbanización completa de todo este terreno, se lograría la conexión de los dos cascos urbanos, y Gavà podría llegar a ampliar su población casi un 30%, con viviendas para 12.000 residentes más. A pesar de estas promesas de grandeza, el Plan ha tenido que enfrentarse al rechazo de varios movimientos sociales, ecologistas y vecinales desde su inicio, agrupadas bajo la plataforma ‘Aturem el Pla de Ponent’. Y el Plan peligra ahora más que nunca: por primera vez en la larga historia del proyecto, una institución se ha manifestado claramente en contra del Pla de Ponent. Gavà tendrá que hacer frente al rechazo de su municipio vecino, Castelldefels.
Este viernes 29 de noviembre, el Pleno municipal de Castelldefels ha aprobado una moción que pide frenar por completo la ejecución del Pla de Ponent para estudiar los impactos que la reurbanización tendría en el municipio de Castelldefels. El Grupo Municipal ERC ha llevado la propuesta inicial al consistorio, abierta a las enmiendas del resto de formaciones del gobierno local. Tras aprobar las enmiendas del PP y rechazar todas las del PSC, el documento final ha salido adelante este viernes, en una sesión plenaria a la que ha asistido la propia plataforma ‘Aturem el Pla de Ponent’.
¿Más riesgo de inundaciones en Castelldefels?
Los grupos municipales del Ayuntamiento han coincidido, en su mayoría, en la necesidad de ponerle solución a la falta de estudios sobre los efectos colaterales que podría dejar el Pla de Ponent en el Castelldefels. Debido a la inexistencia de estos estudios, “el Ayuntamiento no puede conocer con precisión las consecuencias” que podría tener para Castelldefels en ámbitos como la movilidad, las infraestructuras de la ciudad o la continuidad de los servicios públicos municipales tras la ejecución de las obras. Pero las principales consecuencias que preocupan al Ayuntamiento son la pérdida de naturaleza en el entorno contiguo al núcleo urbano y la posibilidad de aumentar todavía más los peligros de inundación en Castelldefels.
Todos los grupos municipales del consistorio han mostrado, pues, una gran preocupación sobre los efectos que esta urbanización de Gavà podría tener en la impermeabilización del terreno, que siguen estando a un paso del casco urbano de Castelldefels. Teniendo en cuenta que el Plan contempla la construcción de viviendas en la misma zona por la que baja el agua desde Begues en los días de lluvias torrenciales, la Riera de Canyars podría saturarse en episodios de fuertes lluvias, que desembocarían en inundaciones a una escala incluso mayor que las actuales. Además, tras la conmoción por la DANA que azotó al Baix con la llegada del mes de noviembre —un temporal que inundó la carretera C-32 y varios barrios de Castelldefels—, el Ayuntamiento no está dispuesto a someter al municipio a un mayor riesgo de inundaciones.Y así lo ha dejado claro en la moción aprobada este viernes.
Las secuelas en el espacio natural del Delta
Las formaciones del Ayuntamiento también están de acuerdo en que la ejecución de este proyecto, que pretende convertir el sur del Baix Llobregat en una zona completamente urbanizada, podría dejar enormes secuelas medioambientales en el territorio. Una de las preocupaciones del consistorio es, pues, la pérdida de toda la naturaleza que rodea el núcleo urbano de Castelldefels. Según ha denunciado la plataforma ‘Aturem el Pla de Ponent’, este “continuo de edificaciones y asfalto entre Castelldefels y Barcelona terminaría destruyendo el último corredor ecológico que queda entre el Garraf y el Delta del Llobregat”.
Así pues, la moción insta a las cinco instituciones implicadas en este macroproyecto (el AMB, la Diputació de Barcelona, la Generalitat, la Agència Catalana de l’Aigua y el Ayuntamiento de Gavà) a llevar a cabo los estudios necesarios para medir el verdadero impacto que la nueva urbanización tendría sobre el municipio de Castelldefels. Además, con la aprobación de la moción, el Ayuntamiento podrá tomar medidas judiciales cautelares contra las administraciones, si los estudios de impacto que se están exigiendo concluyen en la existencia de potenciales riesgos para Castelldefels.
Una mesa de trabajo conjunta Gavà-Castelldefels
Además de solicitar al Ayuntamiento de Gavà que frene el desarrollo del plan urbanístico y “estudie todas las alternativas para evitar su ejecución”, la moción ha instado al ayuntamiento vecino a “crear una mesa de trabajo para que Castelldefels pueda conocer de primera mano el proyecto y los informes de los técnicos municipales de Gavà”, según la enmienda propuesta por el PP.