Este fin de semana, la Granja de la Ricarda se ha convertido, un año más, en el escenario estrella de la gastronomía local y la tradición ganadera de El Prat, con la 51.ª edición de su emblemática Fira Avícola de la Raça Prat. Desde su primera edición, la Fira no ha dejado de crecer, tanto en actividades como en visitantes: y este año no ha sido la excepción. La 51.ª Fira Avícola ha reunido a casi 79.000 personas, entre pratenses y visitantes de otros municipios: 2.000 asistentes más que en la edición del cincuentenario.
Desde el viernes 29 de noviembre hasta el domingo 1 de diciembre, la Fira ha abierto sus puertas a la ciudadanía, para llevarles de paseo por los saberes y las tradiciones del campesinado del Delta del Llobregat y acercarles a la agricultura de proximidad y a los productos de la tierra —sin olvidarnos del protagonista de la Fira, el Pota Blava, el icónico pollo raza Prat. Así, durante estos tres días, la Granja de la Ricarda se ha llenado de vida, con un sinfín de actividades de ocio y propuestas gourmet ‘km.0’ para todos los paladares.
El recinto se ha organizado en los pabellones de siempre: la ‘Mostra d’Entitats’, con los stands de los comercios y entidades locales; la ‘Fira de Vins’, que ha organizado catas y degustaciones de las mejores bodegas del territorio; y el ‘Espai Gastronòmic’, con su menú made in El Prat y los ‘platillos’ de Pota Blava y alcachofa Prat, elaborados por restaurantes locales. Este año, el ‘Espai’ ha vendido 9.900 tapas, 330 desayunos (el típico esmorzar de pagès de siempre) y pollos para llevar, acompañados con más de 7.800 degustaciones de vinos. Además, la novedad de este año, el ‘Plat de la Fira’ ha sido todo un éxito.
Presentación de la Fundació Pota Blava
En esta edición de la Fira, el Ayuntamiento ha presentado oficialmente su Fundació Pota Blava, que nace con tres finalidades principales: garantizar la protección del Pota Blava con su crianza y comercialización; fortalecer el vínculo de la comunidad con el ave, a través de un sistema de apadrinamiento de ejemplares; y promocionar al Pota Blava como símbolo de El Prat para destacar el valor de la agricultura y la ganadería del Delta del Llobregat.
Según ha explicado el alcalde, Lluís Mijoler, la Fundació estará dirigida por un patronato formado por representantes del consistorio y de los sectores de la agricultura, la gastronomía y restauración y la ciudadanía. Aunque la Fundación ha nacido como una iniciativa municipal, ha sido concebida como una “herramienta comunitaria”, abierta a la participación de “criadores, entidades, empresas, campesinos, gastrónomos y ciudadanos, tanto de El Prat como de otras ciudades”. La unión de todas estas fuerzas podrá “construir una buena protección del Pota Blava, símbolo identitario de nuestra ciudad”, ha concluido Mijoler.
El stand municipal
Como cada año, la ‘Mostra d’Entitats’ ha acogido un stand municipal, en el que representantes del consistorio han entregado hasta 5.000 calendarios ‘potablava’ y otras 5.000 pegatinas ‘potablava’, un detalle para recordar que esta ave ya se ha convertido en un símbolo muy claro de la identidad pratense.
Y con esa misma premisa ha enfocado el Ayuntamiento las propuestas de su stand, con un photocall en el que miles de ciudadanos han podido hacerse una foto de recuerdo. Juntando estas fotos, estos recuerdos de los pratenses, el consistorio ha compuesto un gran mural, que simboliza esta unión (y casi fusión) entre los ciudadanos de El Prat y su Pota Blava. Bajo el lema “El Prat que som” (“El Prat que somos”), la secuencia de fotos dibuja las patas de un pollo Prat.
Encuestas de satisfacción e impacto económico
Durante la misma feria, el Ayuntamiento ha ido realizando encuestas de satisfacción a los asistentes, para conocer de primera mano el impacto de la Fira y la opinión de sus ciudadanos. Según los datos que ha compartido el consistorio, la valoración general de la Fira Avícola es “excelente”, debido especialmente a la limpieza (el aspecto más valorado este año), a la calidad del espacio y la organización del recinto, a la seguridad y a la atención ciudadana. Según las encuestas, el 97% de los asistentes están convencidísimos de que volverán el próximo año.
El Ayuntamiento ha compartido también los datos de impacto económico de la Fira, que no deja de ser un motor comercial y económico para la ciudad. Según las estimaciones, la Fira ha sumado casi un millón de euros en beneficios para El Prat. De este total, aproximadamente 500.000 euros son de impacto directo: la suma de los gastos de los visitantes dentro del recinto ferial. La otra mitad de esta repercusión económica proviene, de las compras y consumiciones en establecimientos locales ajenos a la Fira, pero del entorno. La organización de un evento de esta magnitud, que atrae a visitantes que llegan de fuera solo por la Fira, siempre revitaliza el comercio y restauración del entorno, contribuyendo aún más a dinamizar la economía de la ciudad.