Maria Montserrat es una refugiada catalana de 89 años que llevaba más de 60 años viviendo en el Líbano. Creció en la Ronda Sant Pau de Barcelona, la Guerra Civil hizo que tuviera que huir desde bien pequeñita a Francia y posteriormente, con 13 años, se fue a Sao Paulo, Brasil. Allí estudió y se enamoró de su futuro marido, un chico libanés. Tuvieron un hijo y posteriormente se trasladaron a vivir al Líbano donde ampliaron la familia y se establecieron en Bekaa, a 30 km de Beirut, la capital del país.
Actualmente, Maria Montserrat vive como refugiada en Sant Boi gracias a la ayuda de Accem. La catalana ha llegado a orillas del río Llobregat gracias a haberse embarcado en el tercer y último avión de evacuación fletado por el Ministerio de Defensa. Desde que llegaron esos tres aviones, Accem ha puesto en marcha un programa de asentamiento y ayuda a la integración para aquellos refugiados que lo necesitan porque no son autosuficientes económicamente, profesionalmente o necesitan ayuda médica o bien porque no tienen familia ni raíces para ser independientes. El programa cubre sus necesidades en ámbito de vivienda, médicas y escolares en caso de los niños o de reinserción laboral y formación en caso de los adultos, para dar una ayuda a aquellos que han dejado todo atrás y tienen que empezar de cero en un país que muchos desconocen a pesar de tener la nacionalidad. En el caso de María Montserrat, que ya conoce el idioma y es una persona de 89 años, se le cubre la vivienda, por el momento, en Sant Boi de Llobregat y se hace un acompañamiento psicológico y médico para que se sienta acompañada y más cuando se acercan fechas tan señaladas como la Navidad, que también se celebra en Líbano.
¿Cómo empezó el conflicto en Líbano?
Entre Israel y Líbano siempre ha habido mucha tensión. Yo ya tuve que volver a Barcelona en 2006 en la última guerra del Líbano y las cosas en política siempre han estado intranquilas aunque nosotros hacemos nuestra vida. El Líbano es un país inestable, sin presidente, sumido en una crisis… No piensan en el pueblo solo en sus intereses, pero la gente es buena, trabajadora… En septiembre ya estábamos muy intranquilos y especialmente viviendo en el sur del Líbano, con Hezbollah… Pero fue un ataque inesperado. Una noche estábamos durmiendo y tuvimos que salir corriendo a casa de uno de mis hijos porque en mi pueblo ya estaban bombardeando. Yo tengo 89 años, ya es difícil la guerra con esta edad. Y no sabemos qué va a pasar, es todo un caos, incertidumbre… Atacan civiles y no hay humanidad, ya no hay humanidad.
Hemos visto que tenían premeditado desde hace años el ataque a los buscadores, a los walkie talkies… Durante días tuvimos miedo de acercarnos a los teléfonos, los dejábamos en otra habitación. Hay mucha incertidumbre, se vive con miedo, no sabes que va a pasar, si va a ser una bomba, un explosivo, donde puede estar… Hay enfermeros en los hospitales que usan estos dispositivos, civiles… Fueron unas semanas en las que todo el mundo quería marchar al norte del país, las carreteras estaban colapsadas. Cerraron escuelas, cerraron negocios… Uno de mis hijos perdió su trabajo. Ahora no sabemos qué pasará
¿Cuántos años llevaba viviendo en el Líbano?
Bff.. toda la vida, toda la vida. Llegué al Líbano con 23 años. Mira, desde el principio: Yo nací en Barcelona, por eso hablo catalán, que aún me acuerdo aunque hayan pasado tantísimos años sin hablarlo con nadie. Cuando empezó la guerra civil me fui con mi padre a Francia y después a Brasil, a Sao Paulo. Allí conocí a mi marido, que en paz descanse. Me enamoré y me casé con él. Era un abogado libanés, un buen hombre, siempre me trató muy bien, muy trabajador… Él tenía a su familia en Líbano y fuimos allí, tuvimos más hijos, su familia quería que nos quedáramos allí y estábamos a gusto, a mi me parecía bien, se vivía muy bien, muy tranquilos… A mi me gustaba, estaba cómoda y nos quedamos. Parece que es muy distinto pero el Líbano tiene mucha cultura francesa, muchas personas salen al extranjero a estudiar y regresan… El Líbano es la Suiza árabe, hay de todo. Yo vivía bien, tenía mi coche, vestía como siempre… No cambió tanto, no hay tantas diferencias, hay mucho respeto. Yo soy catalana y española, hablo catalán y español, pero aquí soy una más, siempre lo he sido.
Ahora tengo 89 años… qué decirte? Toda la vida en el Líbano. Tengo cinco hijos, uno vive en Barcelona, Brahim, pero tiene un piso muy pequeño y tres hijos, él no puede atenderme… Otra vive en Canadá, Carmen, pero el resto están en el Líbano. Yo allí tenía mi casa, la familia… Todo, todo… Toda mi vida.
¿Cómo consiguió venir a España?
Como soy catalana pude contactar con la embajada. Me dijeron que había tres aviones. El primero y el segundo fueron muy seguidos. Yo estaba en casa de mi hijo por los bombardeos y no tenía nada, tenía que volver a por la maleta a por algo de ropa, tampoco había taxis ni como llegar al aeropuerto era complicado… Después me volvieron a llamar y me dijeron si quería apuntarme en la lista. Fue una decisión difícil, a mi edad… Toda la vida en el Líbano… ¿Cómo iba a dejarlo todo atrás otra vez, a empezar de cero? A mi edad ya no estoy para eso, una vez más dejar a la familia… Y quién me ayudaría en España, ya que no tengo a nadie, son muchos años en el Líbano. Mi hijo Brahim no podía hacerse cargo de mí y quién iba a ayudarme? ¿Dónde iba a vivir? Es muy triste, muy duro… Una decisión muy difícil. Pero quedarme en el Líbano era insostenible, no paras de oír bombas aquí, allí… A todas horas, todo es incierto, falta agua, falta comida… Faltan medicinas… Los hospitales están por encima de su capacidad… No sabes lo que va a pasar, no sabes si la siguiente bomba es un tu edificio… Mis hijos me dijeron que me fuera un tiempo y a ver qué pasaba… Entonces volví en el tercer y último avión del ejército. Me acompañó un médico durante todo el trayecto para estar tranquila, un chico muy agradable. Y ahora estoy aquí, en Sant Boi, me ayuda Accem, me costean un techo… Allí sentía miedo, era horrible, horrible. Estaba fatal. Ansiedad, angustia… Es muy difícil. Como mis hijos que viven allí no tienen nacionalidad española ni pasaporte español no han podido venir. Piensa que ellos ni siquiera hablan el idioma, sólo inglés.
¿Cómo se siente ahora?
Ahora estoy tranquila, estoy bien. Estoy agradecida de estar aquí, estoy tranquila. Pero son muchos cambios, muchos sacrificios… Es difícil. Llevo toda la vida haciendo maletas por culpa de las guerras. La Guerra Civil Española, la Segunda Guerra Mundial, los conflictos en el Líbano. Ya tuve que venirme en 2006 y ahora otra vez, a mis 89 años, sola… A ver qué pasará. Aquí me están ayudando, me cuidan… Estoy más tranquila.
¿En el Líbano celebráis la Navidad?
Claro, como en cualquier otro sitio. En el Líbano casi la mitad de la población es cristiana y la Navidad es una tradición de la religión cristiana, así que como aquí en España o en Estados Unidos; nos reunimos la familia, compramos regalos, celebramos… Comemos ternera o cordero asado y como más peculiar de Líbano pues una pasta hecha de garbanzos, un puré de berenjenas… Pero es igual, son fechas especiales, días para estar juntos. Entiendo que desde aquí puede parecer que es un país lejano, que hay muchas diferencias, un choque cultural, que es otro mundo… El mundo árabe… Pero no, justamente el Líbano es uno de los países de la región más europeizados o occidentalizados, las calles se llenan de luces… y hay muchos cristianos así que si, la Navidad se celebra como aquí, como en cualquier país occidental. ¿Verdad que tu felicitas el ramadán si tienes amigos musulmanes, Eid Mubarak? Pues allí todos nos felicitamos las fiestas. Hay respeto y convivencia
¿Cómo será este año?
Triste… Difícil… Este año serán unas Navidades duras, lejos de la familia, que es lo más importante y lo que todos queremos por Navidad, reunirnos con la familia, juntarnos… Este año en mi caso no será así, no sabemos qué pasará, no sabemos cuando podremos estar juntos otra vez, cuando nos veremos… Pero menos celebrar. Espero que mis nietos tengan regalos, espero que los niños de Líbano, como los de aquí, puedan jugar, puedan estar con su familia… Pero es triste, esta Navidad es complicada para los cristianos en el Líbano.
¿Le gustaría volver?
Ahora es muy difícil, ahora no se puede. Espero que me ayuden aquí. Pero he dejado todo atrás otra vez, mis hijos, mis nietos… La familia, la casa. Si me gustaria, el Líbano es mi casa. Ahora tengo que estar aquí para vivir en paz
¿Qué cree que pasará?
No hay humanidad. Nadie sabe qué pasará, es una angustia. La gente tiene sus trabajos, sus negocios… Mi hijo trabajaba en un banco ahora ha cerrado, todo ha cerrado… La gente es buena y quiere vivir tranquila pero no dejan. No entiendo de política, no lo sé, nunca sabemos qué pasará. No entiendo como gastan tanto dinero en ir a la Luna y al espacio y ver que hay ahí arriba mientras hay tantas guerras en el mundo, mientras los niños se mueren de hambre… En Gaza… En el Líbano quieren hacer lo que hicieron en Gaza. No hay humanidad. Es muy triste que pase tanto tiempo y sigamos teniendo los mismos problemas, guerras... III