Continúan las obras de construcción de la nueva autovía B-25 en Sant Boi, que conectará la C-32 con la A-2 a través de un trazado de calzada de más de 2 kilómetros. Con el avance de los trabajos, la circulación se verá ligeramente afectada durante los próximos días, con un nuevo corte que se añade a algunos de los desvíos que ya han tenido que ir haciendo los vehículos por la zona. Desde el martes 17 hasta el jueves 19 de diciembre de 7h a 21h, estará cortada al tránsito la salida de la rotonda de la avenida Maria Girona y la calle Bonaventura Calopa en dirección a la C-245.
Durante estas tres jornadas, estará cerrada la conexión de la rotonda con la C-245 (la salida del Oasis), por lo que el tránsito de los vehículos se desviará por la propia calle Bonaventura Calopa hasta la calle Sant Joan Bosco, en sentido Parrellada, para enlazar con la C-245 (carretera de Sant Creu de Calafell). Este pequeño desvío afectará a la circulación de los autobuses: las líneas L74, L7, M75 y X79 modificarán su recorrido para rodear el corte, lo que puede conllevar ligeras demoras en el trayecto, pero todas las paradas de las líneas seguirán funcionando con total normalidad.
Los trabajos que se están realizando esta semana incluirán también el asfaltado de la futura autovía B-25, si las condiciones climáticas lo permiten. Las obras de la B-25 se reanudaron a finales de 2023 y se enmarcan en un macroproyecto de mejoras en las conexiones viarias del entorno metropolitano, con una inversión total de 65 millones de euros. Desde entonces, los trabajos han ido afectando a la circulación por la zona, convirtiendo la entrada y salida de Sant Boi en todo un desafío. Pero cada vez queda menos para inaugurar este nuevo tramo, que dará otro color urbanístico a Sant Boi, mejorará y facilitará las conexiones entre los municipios contiguos y convertirá al muncipio en uno de los mayores nexos del Baix Llobregat.