Faltan solo unos instantes para 9.00 horas de este miércoles. Toni, un guardia urbano de Molins de Rei fuera de servicio, se dirige a su puesto de trabajo en las dependencias policiales de este municipio. Circula por la autopista B-23 en una motocicleta procedente de Barcelona y está muy cerca de la salida por la que accede a la comisaría local. De repente, a pocos metros de él ve perfectamente como un vehículo que circula por el carril central del vial colisiona por detrás de forma violenta contra el camión que le precede. Los frenazos se suceden y comienza a formarse un importante tapón porque es hora punta. El camión se detiene en el arcén unos 500 metros más adelante.
Ni corto ni perezoso, el agente detiene su moto en el arcén y avisa a emergencias del siniestro. Ipso facto, se viste con su chaleco y sus pantalones reflectantes y se desplaza a pie hasta el lugar del choque. El automóvil siniestrado está parado en mitad de la autopista. Lo primero que hace es preguntarle al conductor si puede andar y, aunque éste está aturdido por el impacto, contesta afirmativamente.
Acompañado al arcén
En ese momento, el polícia local de Molins detiene completamente el tráfico y acompaña al conductor hasta el arcén A simple vista sus lesiones no parecen revestir gravedad. El hecho de que llevara puesto el cinturón de seguridad ha evitado daños mayores. El agente se queda en el arcén junto al conductor lesionado, que puede mantenerse sin demasiado problema en pie, y lo acompaña mientras llegan al lugar varias dotaciones de los Mossos d’Esquadra.
Mientras acude la ambulancia, Toni colabora con los mossos en la retirada del coche -que seguía detenido en mitad de la B-23- hasta el arcén y espera. Todo apunta a que el conductor se ha despistado un momento, no ha visto que el camión que tenía delante frenaba y no ha podido evitar la colisión por alcance contra el vehículo pesado. Afortunadamente, el siniestro solo ha quedado en un susto y un buen rato de atascos.
La B-23, 10 minutos cortada
Hacia las 10.09 llega la ambulancia y evacua al herido hasta el hospital de referencia. Toni vuelve a montarse en su moto y continúa su ruta hasta la comisaría con la satisfacción del deber cumplido (incluso estando fuera de servicio). Los mossos empiezan a regular el tráfico y a dar paso a los vehículos hasta que la autopista B-23, que ha permanecido cortada completamente en dirección Tarragona durante diez minutos, recupera la normalidad y las kilométricas colas se desvanecen.
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