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EL LECTOR EMPEDERNIDO

El libro que nunca debió existir. La impactante historia que oculta la nueva obra póstuma de Gabo
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El libro que nunca debió existir. La impactante historia que oculta la nueva obra póstuma de Gabo

Por José A. Garrido
domingo 12 de enero de 2025, 18:00h
Como lector empedernido que soy, dispongo de una modestísima biblioteca que, confieso, es uno de mis bienes más preciados.Y entre los libros que la conforman, ocupan un lugar preferente algunas de las obras que cuando las leí contribuyeron a despertar en mí la pasión lectora que afortunadamente conservo y que forma parte indispensable de la gestión de mi tiempo en el día a día. En ese lugar preferente destacan varias de las novelas del maestro colombiano, galardonado con el Premio Nobel de Literatura en 1982.

El coronel no tiene quien le escriba, La mala hora, Cien años de soledad, Relato de un náufrago, El general en su laberinto y, ahora, En agosto nos vemos representan, en el conjunto de mis libros, un espacio de referencia para cuando me urge volver a mis orígenes lectores y recordar por qué me apasiona tanto la lectura.

A principios de año leí, en algún digital, que se iba a publicar una obra póstuma de Gabriel García Márquez (Colombia, 1927-2014). Hasta aquí nada excepcional; últimamente va apareciendo obra inédita de autores ya desaparecidos y que son publicadas para que los lectores podamos rememorar a creadores que pertenecen al olimpo literario…y las editoriales hagan caja con lo novedoso, por inesperado, de autores consagrados. Como decía, no es infrecuente la aparición de textos póstumos de escritores que en su día no valoraron la oportunidad o conveniencia de publicarlos. Lo especial del caso de Gabriel García Márquez, además de la importancia que tiene ampliar su enorme legado, reside en que dejó dispuesto en una nota textual lo siguiente: “Este libro no sirve. Hay que destruirlo.”

Semejante advertencia para sus herederos y para los gestores de su obra debería haber conducido a que la publicación de En agosto nos vemos (Random House, 2024) no se llevase a cabo. Seguramente el Maestro Gabo, convaleciente de un proceso degenerativo en lo cognitivo, en sus últimos años fue consciente de que lo proyectado al iniciar la novela no respondía, en su criterio, a la autoexigencia que se imponía en la calidad de sus trabajos literarios. Las lagunas en su memoria, su tesoro más preciado, le impedían considerar el libro como merecedor de ser compartido con sus lectores. De ahí su advertencia. Diez años después de su fallecimiento, sus hijos, Rodrigo y Gonzalo, decidieron poner a disposición de los millones de lectores del gran Gabo esta obra póstuma, aun advirtiendo “de las pequeñas incorrecciones o contradicciones de alguna parte del texto”. Consideraron que En agosto nos vemos contenía la esencia de la obra completa de Gabriel García Márquez: como siempre, el AMOR concentraba el espíritu de la última obra del genial autor colombiano.

En esta novela, García Márquez construye una historia en la que convierte a su protagonista, Ana Magdalena Bach, en una mujer obsesionada en conseguir a través de amores furtivos el Amor deseado, añorado, perseguido.
Cada 16 de agosto, Ana Magdalena visita en una isla el cementerio donde está enterrada su madre. Y es en esas estancias tan breves, apenas un día, en las que se sumerge en amores ocasionales e intensos que marcan toda la espera hasta el 16 de agosto del año siguiente.

Son poco más de cien páginas que guardan el tesoro de la creatividad y la exquisitez de un lenguaje absolutamente exuberante del que es considerado como uno de los autores que más ha enriquecido con su obra la lengua española. Y no importan las limitaciones que su dolencia le ocasionaba porque Gabriel García Márquez, aún en sus momentos más difíciles, consigue que una historia por sencilla que sea nos emocione y conmueva. Cristóbal Pera, el editor que recibió el encargo de revisar el libro lo explica con claridad meridiana: “Mi labor en esta edición ha sido la de un restaurador ante el lienzo de un gran maestro…mi aportación consiste no en cambiar un libro, sino hacerlo más fuerte…y esa ha sido la esencia de mi trabajo.”

¡Gracias, Gabo! Por habernos regalado obras que ya forman parte del patrimonio literario universal. L@s lector@s empedernid@s te estamos eternamente agradecido@s. III

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