La construcción del complejo Biopol en L'Hospitalet ha traído como efecto secundario este domingo el cierre de las cocheras de autobuses de Ponent, unas instalaciones que han estado operativas durante los últimos 23 años, en el tramo final de la gran Via, cerca del Hospital de Bellvitge. Estas dependencias eran el punto de estacionamietno y control de atendían 13 líneas de autobús, y dabn empleo a 450 empleados, añguno de los cuales todavía sigue destinado en las mismas para supervisar su desmantelamiento.El proyecto urbanístico Biopol-Gran Via busca crear un polo de investigación y salud en la zona.
La futura construcción del complejo de investigación y biotecnología (Biopol) de L’Hospitalet y el soterramiento de la Granvia a su paso por el barrio de Bellvitge ya se han cobrado su primera víctima. Se trata de las históricas cocheras autobuses de Ponent, ubicadas en la segunda ciudad de Cataluña y gestionadas por la empresa pública Transports Metropolitans de Barcelona (TMB). La instalación ha cerrado sus puertas definitivamente este domingo después de un periplo de 23 años ininterrumpidos de funcionamiento.
En total, en las clausuradas Cocheras de Ponent tenían su lugar de descanso los vehículos de 13 líneas de autobús metropolitano que son utilizadas anualmente por más de 21 millones de viajeros: las líneas 13, 23, 46, 65, 70, 91, 107, 115, 125, V3, V11, D40 y la X2 Prat Xprés. Este lunes 12 de diciembre, los autobuses de todas están líneas operan desde las instalaciones de la TMB en la Zona Franca, que están bastante próximas.
Los últimos, de El Prat
Los dos últimos autobuses en salir y entrar de la cochera de la Gran Via han tenido, curiosamente, relación con El Prat de Llobregat. Y es que un convoy de la línea 65 –la que cubre el trayecto entre la plaza España de Barcelona y el centro de El Prat- ha sido el último en partir de la cochera a mediodía del domingo para incorporarse a su ruta. El círculo se ha cerrado a medianoche, cuando ha estacionado en las dependencias de TMB el último vehículo en retirarse tras prestar su servicio diario: un bus de la línea 46, la que cubre el trayecto entre la barcelonesa Plaza España y el Aeropuerto de El Prat.
Las cocheras recién cerradas de L’Hospitalet daban trabajo a 450 personas que serán reubicadas. Sin embargo, el personal especializado de implantación y mantenimiento de tecnología (IMTEC) todavía permanecerá unos días más en la cochera para acabar de desmantelarla antes de trasladarse a las nuevas dependencias.
Tecnologías de cero emisiones
La presidenta de TMB, Laia Bonet, ha destacado del traslado que, pese a ser una exigencia urbanística, beneficiará a todas las líneas de autobuses que operaban en Ponent. El motivo subyacente es que las cocheras de la Zona Franca (desde las que han comenzado a operar este lunes las 13 rutas afectadas) “están mejor comunicadas, más amplias y están más preparadas para el uso de tecnologías de cero emisiones”. Eso sin perjudicar para nada a los usuarios.
El Plan urbanístico Biopol-Gran Via de L’Hospitalet, impulsado por el Ayuntamiento de la ciudad y la Generalitat de Cataluña, es una ambiciosa actuación que se desarrollará en los próximos años en el tramo final de la Granvia y que promueve la creación de un polo de actividad económica vinculado a la investigación y las ciencias de la salud, gracias a la presencia en el territorio de la Universitat de Barcelona (UB), el Hospital de Bellvitge (HUB) y el Hospital Oncológico Duran i Reynals.