En 2018, Castelldefels implementó un programa de gestión de residuos en chiringuitos de playa, obligándolos a separar sus desechos en cuatro fracciones. Gracias a su cumplimiento, el programa ha tenido éxito y ha sido finalista en los premios de Buenas Prácticas Locales por el Clima.
En el año 2018, Castelldefels puso en marcha un programa de sensibilización y gestión de residuos en los establecimientos de temporada de la playa para reducir su impacto ambiental. El proyecto obliga a estos chiringuitos a gestionar sus propios residuos y separarlos correctamente en cuatro fracciones (seca, húmeda, vidrio y cartón). A través de la recogida ‘puerta a puerta’, los residuos de cada establecimiento se llevan a la planta selectiva. De hecho, la implicación en el programa es un requisito para obtener la licencia de estos establecimientos.
Gracias al perfecto cumplimiento de los chiringuitos, que separan el 100% de los residuos que generan, el programa ha sido todo un éxito. Además, muchos de ellos colaboran aún más con el programa mediante campañas propias de prevención o recogida de residuos, que promueven entre su clientela. Algunos incluso evitan al máximo el uso de envases de plástico, con soluciones y alternativas más sostenibles.
Por todos estos logros y gracias a su repercusión, el programa ha conseguido quedar finalista, con el segundo premio, en la categoría de Economía Circular de los galardones de Buenas Prácticas Locales por el Clima. La gala de entrega de los premios se celebrará el próximo 3 de abril, en el marco de la Asamblea General de la Red Española de Ciudades por el Clima (RECC), en Rota (Cádiz).
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