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Cae una poderosa mafia del cannabis: incautadas más de 5.000 plantas y cuatro armas de fuego
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Cae una poderosa mafia del cannabis: incautadas más de 5.000 plantas y cuatro armas de fuego

viernes 21 de marzo de 2025, 13:00h
Los Mossos d’Esquadra desarticularon una banda criminal dedicada al cultivo y tráfico de cannabis en la Región Policial Metropolitana Sur, deteniendo a 13 personas. La investigación, iniciada en septiembre de 2024, reveló una estructura jerárquica y culminó con la incautación de más de 5,000 plantas y armas de fuego.

Los Mossos d’Esquadra de la Región Policial Metropolitana Sur han desarticulado una banda criminal dedicada al cultivo y el tráfico de cannabis. Después de siete operativos de entrada y registro en domicilios de los investigados, los agentes han detenido a doce hombres y una mujer, de entre 20 y 52 años. La banda operaba en varios municipios del entorno de Barcelona, entre ellos L’Hospitalet, Santa Coloma de Cervelló, Vallirana y Sant Feliu.

La investigación comenzó en el mes de septiembre de 2024, a raíz de sospechas de una plantación de marihuana en una nave industrial de Santa Coloma de Cervelló. Los agentes corroboraron que no se estaba realizando ninguna actividad industrial en el interior de la nave, a pesar del evidente calor que desprendía, fácilmente atribuible al tipo de instalaciones eléctricas que se utilizan en las plantaciones indoor.

Durante la investigación, los agentes identificaron un gran número de individuos que frecuentaban tiendas de productos para el cultivo de cannabis (grow shops) y empresas de material de construcción. Al salir de estas tiendas, las personas se desplazaban a varios domicilios y otras naves industriales de la zona, en los que supuestamente suministrarían los productos adquiridos en estos establecimientos. Al llegar, les recibían los responsables del control de las plantaciones, comúnmente conocidos como ‘jardineros’. Estos encargados viven en el interior de las naves para mantener vigilada la plantación en todo momento, sin abandonarlas bajo ningún concepto.

Una banda organizada y estructurada

Según han descubierto los investigadores, la banda criminal estaba estructurada jerárquicamente, bajo las órdenes de un líder que supervisaba todo el proceso. El entramado estaba formado por estos ‘jardineros’ responsables del cultivo, personas encargadas del apoyo logístico (los clientes de las grow shops) y comerciantes que traficaban con el producto cultivado.

Además, la banda contaba con un contacto clave que se encargaba de conseguir los vehículos para desplazarse sin ser identificados y de gestionar toda la documentación vinculada a los alquileres de las naves y los domicilios, en los que aparecía el nombre de terceras personas (testaferros) para ocultar el negocio ilegal.

Dispositivos de registro y detenciones

Con los indicios suficientes, los agentes consiguieron la orden de entrada del Juzgado de Primera Instancia e instrucción n.º 2 de Sant Boi. El pasado 11 de marzo, los Mossos activaron hasta 120 efectivos para realizar, de manera simultánea, siete entradas en los domicilios vinculados a la organización criminal. Sumando las siete ubicaciones, los agentes han intervenido más de 5.000 plantas de cannabis en las naves industriales, 18 kilos de marihuana preparados para su distribución, cuatro armas de fuego y munición.

La mayor parte de las plantaciones y cogollos se han intervenido en la nave industrial que lo comenzó todo, en Santa Coloma de Cervelló, en una casa de Vallirana, y en otra nave de Granollers. En estas tres localizaciones, los agentes han logrado detener a los ‘jardineros’ encargados de proteger el cultivo. En uno de los domicilios registrados han incautado tres armas de fuego, además de documentación que relacionaba a varios miembros de la banda.

La siguiente fase de la investigación

Al haber encontrado cuatro armas de fuego durante los registros, la Unidad Central de Balística y Trazas Instrumentales de la División de la Policía Científica utilizará tecnología de última generación para descartar o confirmar que las armas intervenidas estén vinculadas a alguna otra investigación en marcha.

La mayoría de los detenidos no tienen antecedentes criminales. Se les atribuyen delitos de pertenencia a un grupo criminal, delitos contra la salud pública por el cultivo y venta de drogas, delitos de defraudación de fluido eléctrico en las instalaciones de las naves industriales y tenencia ilícita de armas de fuego. Once de los detenidos han pasado a disposición judicial, y otros dos han quedado sin efecto con la obligación de personarse ante el juzgado cuando se los requiera.

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