Los Mossos d’Esquadra han desmantelado una banda de narcotraficantes de Cornellà, con la detención de sus cuatro integrantes. La organización operaba en un piso del barrio de Sant Ildefons, convertido en un activo punto de venta de marihuana y cocaína.
La investigación comenzó en enero de este año, tras varias quejas de los vecinos del barrio, que avisaban de la elevada afluencia de personas en el edificio, bajo la sospecha de que se estuviera traficando con drogas en alguna de las viviendas. Tras establecer varios dispositivos de vigilancia discreta, los agentes han corroborado las sospechas de los vecinos: varias personas entraban a una de las viviendas del bloque para adquirir dosis de marihuana y de “basuco” (cocaína adulterada).
Gracias a las labores de vigilancia, los agentes han identificado a cuatro presuntos responsables de este punto de venta, que hacían uso habitual de esta vivienda. Sin embargo, los investigados se desplazaban frecuentemente del piso, llegando incluso a acompañar hasta la sede de su negocio a personas drogodependientes que se encontraban por el vecindario.

Registro del domicilio y detenciones
Así, este domicilio se había convertido en uno de los mayores puntos de venta de droga en la zona. Aunque todo apunta a que el narcotráfico no era el único negocio ilícito en la vivienda: algunos de las personas que entraban al domicilio a por su dosis, accedían con equipos y maletas llenas de herramientas, probablemente sustraídas en robos a vehículos y furgonetas de varias empresas de la zona.
Con todos los indicios necesarios para obtener la orden del Juzgado de Guardia de Cornellà, los Mossos han realizado una entrada y registro del domicilio, este martes 1 de abril. Además de arrestar a los cuatro investigados, los agentes han incautado varias dosis de marihuana y cocaína adulterada preparada para su distribución, básculas electrónicas y otros enseres para la preparación de estas dosis. Además, han localizado gran cantidad de herramientas y maletas de trabajo, probablemente robadas. Los investigadores están actualmente intentando rastrear el origen de estas maletas para devolverlas a sus legítimos propietarios.
