La apertura parcial de la autovía B-25 da un respiro a los atascos en los accesos a Sant Boi

Los conductores que utilizan la C-32 para entrar a Barcelona o para conectar con la autopista A-2 pueden respirar un poco más tranquilo. La entrada en servicio este lunes de una de las futuras calzadas de la nueva autovía B-25 (la que ha de enlazar de forma directa la C-32 y la A-2) ha rebajado de forma notable los insufribles atascos en las horas punta a la altura de Sant Boi, como ha podido constatar El Llobregat este mismo martes. La calzada recién estrenada es la que comunica con Cornellà evitando la temible rotonda de la Paralleda, que actualmente tiene el paso restringido.

La nueva calzada es de un solo carril -delimitado por conos- aunque la plataforma es mucho más ancha y podría albergar un carril adicional, pero todavía no se puede implementar debido a la fase en la que se encuentran las obras. Este hecho provoca que la circulación (con muchos camiones) sea bastante lenta durante todo el recorrido recién estrenado. Los vehículos que circulan por el nuevo tramo tienen preferencia en la incorporación del carril procedente de la Parellada por el que circulan los buses y vehículos de emergencia. las dos vías se funden en un único carril hasta el enlace a la A-2 dirección Barcelona y ya se circula con doble carril hasta el enlace en dirección Tarragona-Lleida y el término municipal de Cornellà.

Hasta ahora, los vehículos procedentes de la C-32 (y también el tráfico procedente del interior de Sant Boi) que querían conectar con la autopista A-2 (tanto en dirección Tarragona/Lleida como hacia el Port de Barcelona) debían transitar por un estrecho ramal (con velocidad limitada) que desembocaba en el lateral de la rotonda de la Parellada. Las condiciones de este tramo (marcado con líneas amarillas) ralentizaba el tráfico desde la C-32 y provocaba retenciones hasta la doble conexión con la A-2 en ambos sentidos. Con el nuevo ramal habilitado de la futura B-25, la circulación para hacer esta maniobra es mucho más ágil y la velocidad media de la marcha es mayor.

Siguen las restricciones en la Parellada

Donde todavía no ha mejorado sustancialmente la situación es en la rotonda de la Parellada, que está parcialmente cerrada al tráfico, con un acceso solo para autobuses en dirección a Cornellà (que muchos conductores se saltan impunemente para atajar y no utilizar la nueva entrada por la calle Alacant) y un carril de circulación obligatoria hacia El Prat y Castelldefels (C-32) accesible desde la comarcal C-245 en ambos sentidos. Las caravanas siguen siendo dolosas en la calzada de la C-245 de entrada a Sant Boi desde Cornellà debido a las restricciones en la rotonda de la Parellada.

No obstante, fuentes municipales han explicado que las obras en este conflictivo punto “continúan avanzando” aunque “la salida por la rotonda de la Parellada hacia la C-245en dirección a Cornellà continuará siendo exclusiva para autobuses, ambulancias y servicios de emergencia, como en las últimas semanas”, han aclarado las mismas fuentes. Eso no impide que muchos conductores sigan desoyendo la prohibición y utilicen este carril-bus como vía de escape, con la excusa de que el desvío alternativo no está claramente señalizado (desde más allá de la rotonda) y además da un importante rodeo si se toma desde la plaza Europa o la Riera Roja.

Un avance "importante"

Pese a que la apertura de una calzada de la B-25 hacia la A-2 solo es un avance parcial, desde el Ayuntamiento de Sant Boi han asegurado que se trata de“un adelanto importante en la obra”, porque ya utiliza “parte del nuevo trazado de esta futura autovía”, que una vez finalizada (se espera que como muy tarde después del verano) evitará que unos 35.000 vehículos diarios eviten pasar por el interior de sant Boi para transitar entre la C-32 y la A-2. Y, además, pondrá fin a meses de penurias circulatorias y colapso viario en toda Sant Boi.