La alta densidad de población en L’Hospitalet provoca escasez de aparcamientos, que son ocupados en gran parte por conductores foráneos que después de estacionar el coche se desplazan a Barcelona en transporte público. Para atajar este problema, el Ayuntamiento planea convertir todas las plazas de aparcamiento de la vía pública en zonas de pago (azules o verdes) pero permitiendo el aparcamiento gratuito a los vecinos en las áreas verdes..
La elevadísima densidad de población de muchos barrios de L’Hospitalet (algunos con niveles estratosféricos como La Florida, Collblanc y La Torrassa, con una salvaje tasa de 80.000 habitantes por kilómetro cuadrado) es consecuencia de la falta de espacio en la segunda ciudad de Cataluña, entre otras causas. Esta falta de espacio se traduce también en un ajustadísimo número de plazas de aparcamiento, cada vez menor desde que se peatonalizan o pacifican calles y se prohíben los estacionamientos sobre la acera tan habituales a finales del siglo pasado.

Pues resulta, además, que buena parte de esos cotizadísimos aparcamientos son ocupados por conductores de fuera de la ciudad que se dirigen a Barcelona y como en la capital resulta muy caro aparcar, prefieren dejar el coche en L’Hospitalet y desplazarse en metro hasta su destino, aprovechando la excelente red de transporte público local, en especial de estaciones de metro. “Estas buenas conexiones provocan que mucha gente deje el vehículo aquí y después se desplace por el entorno metropolitano”, ha constatado el alcalde de la ciudad, David Quirós, ante los micrófonos de Catalunya Ràdio.
Los vecinos aparcarán gratis
Pero el Ayuntamiento está resuelto a acabar con este problema, tal y como ha explicado el propio Quirós en la mencionada entrevista radiofónica. La fórmula es sencilla: que todas las plazas de aparcamiento de la vía pública del municipio sean zonas azules o zonas verdes (es decir, de pago) antes de las elecciones municipales de 2027. Eso sí, los vecinos podrán seguir aparcando gratis, como ahora, en las zonas verdes reguladas próximas a sus domicilios.

David Quirós ha explicado que los conductores foráneos que aparcan en la ciudad no solo ocupan plazas que podrían ser utilizadas por vecinos, sino que generan “contaminación y un gran movimiento de vehículos” que si no fuera por la finalidad de aparcar no transitaría por el interior del casco urbano. Argumentos no le faltan al consistorio para aplicar este sistema, porque en aquellos barrios en los que ya se han implantado las zonas verdes y las zonas azules “se ha reducido la presencia de vehículos que no son de la ciudad”, ha asegurado el primer edil.
Esponjamiento urbanístico
La implementación de esta medida no puede desligarse del proyecto que el gobierno municipal ha puesto en marcha para esponjar los barrios más densamente poblados del Samontà (la zona norte de la ciudad y que presenta una orografía más abrupta en tanto que conecta con las últimas estribaciones de Collserola) y hacerlos “más habitables”, ha precisado. Este esponjamiento urbanístico va a suponer sí o sí derruir edificios para ganar espacio para zonas verdes, “garantizando” el realojo de los vecinos afectados en otras viviendas.