El 23 de abril, la diada de Sant Jordi, es día de regalar, de demostrar amor y cariño con rosas y libros. Y el Mercabarna-flor de Sant Boi honra esta tradición con más de 2.300.000 rosas distribuidas por toda Cataluña. Y con rosas de todo tipo, incluso tatuadas con fines solidarios.
El propio Mercabarna ya ha revelado que las cifras para este Sant Jordi son más prometedoras que nunca: al caer en un día laborable, la mayoría de los catalanes se quedan en sus ciudades y buscan un ratito para comprar un par de rosas a sus seres queridos.
Según las asociaciones de mayoristas y minoristas, los pedidos para este 2025 ya apuntan a superar los siete millones, una cifra que no se alcanza desde los años previos a la pandemia. Y de estos siete millones de rosas, el mercado de Sant Boi comercializará prácticamente un tercio.
Rosas repletas de amor
La tradición de regalar rosas cada vez está más arraigada en Cataluña y ha llegado incluso a cruzar fronteras. Los turistas que visitan las tierras catalanas durante la festividad también quieren sumarse a la celebración, gracias a que las mismas webs turísticas y los hoteles ya venden la fiesta de las rosas como un reclamo turístico de Cataluña.
Aunque haya llegado a oídos de los turistas, la tradición sigue muy presente en las familias catalanas. Y ya no es solo un obsequio exclusivo para parejas; muchos también les llevan una rosa a sus familiares, a amigos e incluso a compañeros de trabajo. Y tampoco es tan descabellado autorregalarse una rosa para decorar la casa. Para marcar la diferencia y hacer que el regalo a la pareja sea todavía más singular y especial, también se ha puesto de moda regalar un ramo de rosas a esa persona más especial, para distinguirla de otros seres queridos que reciben una sola rosa.

En la variedad está el gusto
Según Mercabarna-flor, cada vez es más común importar rosas de otros países, mientras que el porcentaje de rosas cultivadas y producidas en España está bajando por momentos por los efectos del cambio climático. Así, la mayoría de las rosas comercializadas este año proceden de Colombia (69%) y de Ecuador (21%), junto con Países Bajos (10%).
Aunque lo más fiel a la tradición es regalar una rosa roja, en una época de modernidades e innovación, cada vez hay más personas que deciden ‘romper’ los esquemas y regalar rosas de otros colores y variedades. Sin embargo, la estrella sigue siendo la variedad Freedom, la predilecta rosa procedente de Colombia y Ecuador, de un rojo intenso y un tallo amable sin muchos pinchos. Otra de las variedades más queridas es la Red Naomi, muy apreciada por su belleza y sus grandes pétalos de un rojo aterciopelado, procedente de Holanda y Colombia. Las ventas de Freedom siguen sin tener rival, pues suponen alrededor del 80% de las ventas todos los años, pero la Red Naomi está ganando peso y ya alcanza el 10% de las flores distribuidas durante la fiesta catalana.