Apuesta por ti mismo

En la segunda transición cambiamos nuestra moneda tras abrazar la Unión Europea y pulverizar nuestro aislamiento. Ingresamos en el club de mayor éxito de la historia y el dinero empezó a fluir de Europa a España en forma de fondos de cohesión con los que se impulsó el “milagro” español. Esa etapa se realizó sin un gobierno económico europeo común. Y por eso ahora estamos pagando las consecuencias.

Unas consecuencias que han abierto la tercera transición española, dominada por la crisis económica, el desempleo y los recortes en el Estado del bienestar por imperativo de la austeridad. José Ortega y Gasset dejó dicho que “lo que nos pasa es que no sabemos lo que nos pasa y eso es exactamente lo que nos pasa”. Lo que está claro es que esta tercera transición la vamos a compartir con los europeos, que de momento tienen la batuta de nuestro destino en un contexto de crisis generalizada de todo lo que representa el gran proyecto de construcción europea.

Esta crisis que provoca la tercera transición es de gran relevancia económica y financiera, pero es mucho más importante la crisis política, institucional y de valores. Cuando salgamos de la crisis lo haremos diferentes de como entramos en ella, además de más pobres. Entre tanto, nos está costando construir un nuevo escenario porque hemos olvidado la importancia del consenso. Nos seguirá yendo fatal si seguimos empecinados en emular a diario el cuadro de Goya en el que dos mozos de pies inmovilizados no dejan de darse garrotazos.

Otra cosa que hemos descubierto en los inicios de esta tercera transición es que ya no vamos a tener a papá Estado cuidando de nosotros y que debemos responsabilizarnos de nuestras propias vidas y de la de los nuestros. Durante un tiempo pensábamos que los problemas nos lo arreglaban otros y ahora hemos descubierto que hay que comprometerse. Vamos a salir de la crisis, pero está claro que contemplaremos la vida de forma diferente. Empezando por el plano local.

Disolución de ayuntamientos
El Gobierno Rajoy, expoliado por la Unión Europea para someter a España a una cura de adelgazamiento del sector público, ha abierto la caja de los truenos con su propuesta de reforma de la Ley de Bases de Régimen Local, que en la práctica supondrá la eliminación de organismos municipales con objeto de ahorrar y concentrar los centros de decisión. En definitiva, se trata de reducir ayuntamientos y organismos comarcales para encoger el perímetro del gasto público. Un objetivo coincidente con quienes defienden convertir las grandes ciudades en distritos federales (DF) al estilo de la megalópolis de la capital mexicana.

El melón abierto por el Gobierno Rajoy sobre las instituciones municipales da más alas a las tesis que representa el urbanista y arquitecto Oriol Bohigas, que fue el responsable del diseño de Barcelona bajo el gobierno del alcalde Maragall. Bohigas defiende la disolución de los municipios de nuestra comarca en el seno del Área Metropolitana de Barcelona, en una nueva e histórica anexión de la capital de Cataluña que diluiría los actuales ayuntamientos, convirtiéndolos en simples distritos dependientes de la plaza de Sant Jaume. Bohigas sueña con convertir a Barcelona y su área metropolitana en algo parecido a un DF del sur de Europa, más importante que la propia Cataluña.

Otra cuestión identitaria
El urbanista sostiene que los ciudadanos de L’Hospitalet, Cornellà, Sant Boi, El Prat, Viladecans, Gavà, Sant Feliu, Molins de Rei, etcétera, no ofrecerían resistencia a esta integración porque no están suficientemente identificados con sus respectivas ciudades porque se sienten más barceloneses que otra cosa. Bueno sería que en este nuevo debate identitario se preguntara a los afectados antes de elevar a categoría lo que se antoja una mera impresión. Ver la plaza del ayuntamiento de L’Hospitalet repleta de miles de personas que de forma espontánea se congregaron para recibir al campeón de la Eurocopa y su paisano Jordi Alba, dice más bien todo lo contrario: los hospitalenses están orgullosos de una ciudad que se identifica con su histórica misión hospitalaria hasta el punto de reflejarla en su propio nombre. Si Bohigas defendiera la anexión con argumentos de ahorro económico, de racionalidad política y de integración de las principales infraestructuras capitalinas (aeropuerto, playas, etcétera) en un gobierno común, el debate sería otro.

Pero Bohigas centra su defensa de Barcelona DF en aspectos identitarios. En una carta publicada por la alcaldesa de L’Hospitalet, Núria Marín, en respuesta al urbanista, explica que esa visión de falta de identidad por quienes defienden la anexión a Barcelona supone un “menosprecio” a la ciudad y a su gente. L’Hospitalet, dice Marín, es una ciudad que ha sabido transformarse y crecer, con mucho esfuerzo colectivo, haciendo de las circunstancias adversas una virtud para generar la complicidad y el orgullo de sus ciudadanos, “que afortunadamente mantenemos hoy en día”, asegura. Para la alcaldesa, “este es un aspecto irrenunciable que hemos de preservar entre todos, y os aseguro que defenderé este gran valor de nuestra ciudad sea quien sea quien lo ponga en duda”. Son palabras mayores, porque, insisto, hacen referencia a cuestiones identitarias de las que los catalanes sabemos mucho.

Motor estrangulado de la economía española L’Hospitalet y la práctica totalidad de la comarca del Baix Llobregat pertenece al Área Metropolitana de Barcelona (AMB), institución que este verano cumplirá un año de su constitución y que estaría llamada a ser el gobierno del DF catalán. Agrupa a 36 municipios, en los que vivimos 3,5 millones de personas. Se trata de un territorio de unos 630 kilómetros cuadrados donde se genera la mitad del producto interior bruto (PIB) de Cataluña, lo que supone nada menos que el 10% de la riqueza que genera toda España. Además, el área metropolitana barcelonesa es la principal plataforma exportadora, ya que en este territorio se realizan el 29% de las exportaciones industriales españolas y atrae al 17% de las inversiones extranjeras en España. Sin embargo, hay peros.

El principal obstáculo para que sigamos ejerciendo de tractor económico catalán y español, es que el área metropolitana de Barcelona se encuentra estrangulada en materia de infraestructuras en la zona del delta del Llobregat, a consecuencia de las inacabadas obras de acceso viario y ferroviario al puerto, lo que provoca colapsos diarios por las largas colas de camiones que desfilan rumbo a los muelles. Un desfile que aumenta desde que este verano ha entrado en servicio el Muelle Prat del puerto, adjudicado a la compañía china Huchitson, convirtiendo Barcelona en la puerta de entrada del sur de Europa para las mercancías chinas.

Somos el principal polo económico de España y, sin embargo, tanto el Gobierno central como la Generalitat, han descuidado a esta gallina de los huevos de oro que es nuestro territorio, situado en un estratégico enclave logístico, entre el puerto, la Zona Franca y el aeropuerto. La ampliación de la Ronda del Litoral, toda una asignatura pendiente, nos recuerda a los conductores del Baix Llobregat que esta importante vía rodada está permanentemente colapsada por el tráfico de camiones. Otra obra pendiente son los accesos ferroviarios al aeropuerto a través de la red de Cercanías, hoy en día paralizados y sin fecha prevista de obras. Supone un tramo de alrededor de 4 kilómetros de vía férrea que solucionaría el acceso a El Prat de los más de 30 millones de pasajeros del aeropuerto.

La N-340, abandonada
Otra infraestructura vial básica para la comarca, además de la ampliación de la Ronda del Litoral con dos carriles segregados sólo para los camiones, es la variante de Vallirana de la carretera N-340. El Ministerio de Fomento no tiene calendario para continuar esta obra tan demandada por la ciudadanía.

Estas obras pendientes se unen a la cobertura de la línea férrea de Vilanova a su paso por L’Hospitalet, no sólo para “coser” definitivamente esa ciudad, literalmente partida por nada menos que dos tramos ferroviarios, sino también para poder ampliar las frecuencias de paso de los trenes. Una cobertura que se une a la histórica reivindicación de Sant Feliu de Llobregat en el mismo sentido.

El Baix Llobregat, penúltima comarca en rentas familiares
Según el Instituto de Estadística de Cataluña (Idescat), la comarca del Baix Llobregat es la segunda por la cola en cuanto a niveles de rentas, con 16.000 euros por habitante y año, cuando la media catalana se sitúa en 17.400 euros. Idescat ha detectado que los ingresos procedentes de prestaciones sociales ganan peso en la renta familiar de toda Cataluña en detrimento tanto de los procedentes de la remuneración de los asalariados como de las rentas procedentes de las actividades profesionales y empresariales.

El Baix Llobregat es la comarca donde las estadísticas revelan una mayor remuneración salarial respecto de los principales ingresos, al suponer un 63,9%, lo que indica que el excedente bruto de explotación de las actividades empresariales y profesionales no se queda en la comarca. El municipio donde más destacan los ingresos procedentes de los salarios es Sant Esteve Sesrovires, al superar el 70% y el máximo catalán.

En cuanto a municipios, el de Matadepera es el que tiene el nivel de renta más elevado de Cataluña, con 30.700 euros por habitante, seguido por tres municipios del Maresme: Alella (26.900 euros), Teià con 26.500 y Cabrils, con 26.400. El cuarto lugar de mayor renta familiar disponible en el ranking catalán lo ostenta el primer municipio de la comarca: Sant Just Desvern, con 25.400 euros por habitante y año. Begues es el siguiente municipio del Baix Llobregat que figura en la lista, en la posición 23 con 19.600 euros. En el puesto número 28 de los 210 municipios catalanes de más de 5.000 habitantes, aparece Molins de Rei, con una renta familiar disponible de 18.800 euros.

L’Hospitalet y Sant Vicençs dels Horts, a la cola
El estudio de Idescat revela que Esplugues tiene una renta familiar por habitante de 17.800 euros y Corbera de 17.500. Hasta aquí, los municipios del Baix Llobregat que superan la media de la renta familiar catalana, que es de 17.400 euros. Por debajo de la media se encuentran el resto de municipios de la comarca. A saber: Sant Joan Despí con 17.100, Torrelles con 16.900 euros, Sant Feliu con 16.800, Cervelló 16.700, Santa Coloma de Cervelló 16.600, igual que Pallejà y Castelldefels, mientras Vallirana alcanza los 16.200 euros y Gavà 16.100 euros.

Sant Esteve Sesrovires tiene una renta familiar disponible de 15.800 euros por habitante. El Prat alcanza los 15.200 euros, Olesa de Montserrat cien euros menos, mientras Martorell redondea en los 15.000 euros, igual que Esparraguera. Viladecans reduce su renta familiar hasta los 14.900, Sant Boi 14.700 euros, como Cornellà, mientras Sant Andreu de la Barca alcanza los 14.300 euros. En la cola de la comarca y prácticamente de Cataluña, se encuentran las rentas familiares de L’Hospitalet y Sant Vicençs dels Horts, que coinciden al disponer los habitantes de ambos municipios de 14.100 euros. Badía del Vallès, con 12.300 euros, cierra la lista de menor renta familiar de Cataluña entre las ciudades de más de 5.000 habitantes.

Splau invierte 15 millones en mejoras
Este verano, el centro comercial Splau, situado junto al estadio del RCD Espanyol, a caballo de Cornellà y El Prat, ha comenzado unas obras de remodelación que suponen una inversión de 15 millones de euros para mejorar la imagen de este complejo de moda en la comarca. Las obras están dando empleo a 120 personas y finalizarán en octubre con objeto de optimizar la movilidad en su interior e incrementar el tráfico de afluencia. Su propietario, la compañía Unibail Rodamco, aspira a lograr que visiten Splau más de nueve millones de personas este mismo año.

Las obras consisten en la renovación del pavimento del suelo y la cobertura de parte de la fachada con madera. También se está mejorando la circulación en el interior del centro gracias a dos ascensores más, una escalera mecánica y mejoras en los accesos desde el parking. A nivel estructural, se cubrirá ligeramente la planta 0 y 1, con el objetivo de proteger mejor el espacio de las condiciones climatológicas. De esta manera, el centro seguirá siendo al aire libre pero protegido de la lluvia.

Parte de las remodelaciones ya se han llevado a cabo, como la instalación del guiado electrónico en el parking y la mejora de los accesos al centro con la reciente apertura de la salida 609 de la A-2. Según Katherine Corwith, directora del centro comercial Splau, “el objetivo que nos marcamos con esta transformación es aumentar el tráfico de afluencia en un 10% y superar así los 9 millones de visitantes en 2012”. Y añade que “esta remodelación nos permitirá mejorar y ampliar la oferta comercial, que incluirá la presencia de nuevos operadores diferenciadores”.

Nuevas instalaciones de Clariant en El Prat
La compañía suiza de especialidades químicas Clariant ha inaugurado sus nuevas instalaciones en la planta de El Prat, tras una inversión de cerca de 15 millones de euros y la creación de 65 nuevos empleos destinados a reforzar la división de papel del centro productivo.

En 2010, Clariant decidió realizar esta inversión en su planta de El Prat, con el objetivo de consolidarla como centro productivo de referencia en Europa para la fabricación de productos destinados a la industria papelera. Las mejoras realizadas incluyen la apertura de un parque con 25 nuevos tanques, ocho nuevos reactores de síntesis, equipos auxiliares, una nueva planta de tratamiento de aguas residuales y la creación de 65 nuevos puestos de trabajo, lo que implica un aumento de cerca del 20% de la plantilla de El Prat.

Dedicada a la fabricación de colorantes y productos químicos auxiliares para las industrias del textil, cuero y papel, así como para los sectores de pinturas, tintas y estampación textil, la planta de El Prat comenzó su actividad en 1974. Es, además, sede social para Clariant en España y Portugal y está reconocida por el Grupo como Centro de Excelencia de Colorantes para el Cuero y preparación pigmentarias para la Estampación Textil por su experiencia, la capacidad de mejora de procesos y las tecnologías que exporta a otras fábricas de Clariant en el mundo. Recientemente la planta de El Prat ha sido reconocida como centro estratégico para la producción de colorantes, agentes blanqueadores ópticos y productos químicos para la industria papelera. Más del 75% de la producción de este centro se destina a la exportación.

En 2010, el grupo decidió trasladar parte de la producción de su planta de Basilea (Suiza) a El Prat, lo que permitió que la factoría catalana pasara de producir 17.000 toneladas en 2010 a las 35.000 que espera registrar este año. Hoy en día, el centro productivo de El Prat es para Clariant estratégico en Europa y, tras esta inversión, consolidará su posición clave en el mercado europeo.

Networking Day en Viladencans Business Park
El parque de negocios de Viladecans Goodman ha acogido a más de un centenar de representantes de la comunidad empresarial de la ciudad en el primer encuentro de intercambio empresarial en el municipio. Viladecans Networking Day, organizado por Goodman, el Ayuntamiento de Viladecans y el Delta Business Center, ha tenido como objetivo compartir ideas e iniciativas así como potenciar las relaciones comerciales generando nuevos contactos y oportunidades de negocio. ||

La jornada ha contado con la participación de empresas multinacionales como Unilever, que se instaló recientemente en el parque empresarial, así como empresas del sector de las energías renovables como Rec Solar y medio ambientales como Connatura, compañías del sector tecnológico como Circuits Electrònics FeelingPCB o GroupVision Consulting, y consultoras de recursos humanos como Meta4. También han estado presentes algunas de las empresas del sector nuevas tecnologías, robótica, energías alternativas, o aeronáutica ubicadas dentro del Delta Business Center, que ha logrado el 100% de ocupación un año después de su inauguración, lo que da muestra del dinamismo empresarial de la zona. ||