L’Hospitalet: del todo para uno al unos para todo
Monogràfic polític
Hace tiempo que se habla de la crisis de la democracia representativa, de la desafección ciudadana de la política tradicional, del final del bipartidismo PP-PSOE. Pues bien, todos estos discursos podrían adquirir forma y consistencia en las próximas elecciones municipales del 24 de mayo.
El cambio en L’Hospitalet de Llobregat podría ser especialmente llamativo, ya que el Partit dels Socialistes de Catalunya gobierna desde que estrenamos la democracia local, hace 36 años. Todo apunta a que el poder hegemónico del PSC no recaerá en otra fuerza política sino que se repartirá entre un conjunto de ellas. ¿Pasaremos del todo para uno al unos para todo?
El PSC, liderado por Núria Marín, comenzó en 2007 una tendencia a la baja que no tiene visos de mejorar. En las últimas elecciones municipales, los socialistas de L’H perdieron por un escaño la mayoría absoluta que detentaban desde 1983, pasando de 17 a 13 concejales (32.954 votos). Y aunque el PSC siguió siendo el partido más votado en las europeas del año pasado, allí se dejó otras casi 13.000 papeletas, pasando de un 38,85% en las municipales de 2011 a un 26,23% en las europeas. Es cierto que las personas no votan igual cuando piensan en sus representantes europeos y municipales, pero la popularidad del PSC tampoco está para echar cohetes. Si se comparan los resultados del Baròmetre d’Opinió Municipal (BOM) de 2012 y 2014, elaborado por el propio
Consistorio, se aprecia que los hospitalenses siguen otorgando un 5,9 de media a la gestión municipal y que la valoración de la alcaldesa ha bajado de un 6,4 a un 6,2.
La segunda fuerza más votada, el Partido Popular de Catalunya, se halla a una gran distancia de los socialistas, si bien en estas últimas elecciones pareció romper su techo de votantes con 15.755 votos y seis ediles. Que las últimas noticias económicas sean positivas puede favorecerles, pero no creemos que tanto como para afirmar que “después de las próximas elecciones municipales el PP estará gobernando L’Hospitalet”. El portavoz del grupo en el Ayuntamiento, Juan Carlos del Río, parece pasar por alto que más de la mitad de los hospitalenses suelen definirse como de izquierda o centroizquierda, según los últimos BOM. En todo caso, el PPC ya ha comenzado a prepararse con el nombramiento de Sonia Esplugas como nueva presidenta del partido en la ciudad y la presentación del eslogan de precampaña: “Abre los ojos. L’Hospitalet necesita un cambio”.
¿Quién será la pareja de baile?
Convergència i Unió es la tercera fuerza municipal en estos momentos, con cuatro concejales y 10.431 votos en las pasadas elecciones municipales. En las últimas europeas bajó hasta los 6.509, superada ampliamente por Esquerra Republicana de Catalunya, Iniciativa Catalunya Verds-Esquerra Unida i Alternativa y Ciutadans. El nuevo portavoz del grupo municipal, Jordi Monrós, que sustituye a Meritxell Borràs desde hace menos de un año, se enfrenta al reto de convencer a los electores ante tres situaciones delicadas: los recortes y presupuestos del president Artur Mas, las tensiones independentistas con Unió y los escándalos de corrupción de la familia Pujol.
La cuarta fuerza política de la ciudad, con dos concejales y 10.431 votos en las elecciones de 2011, se halla compartida entre Iniciativa per Catalunya Verds y Esquerra Unida i Alternativa (ICV-EUiA). Tradicionalmente aliados con el PSC, con quienes han formado gobierno desde 1999, su situación se halla comprometida desde que en noviembre del año pasado el representante de EUiA, Alfonso Salmerón, decidiera retirar su apoyo al gobierno municipal alegando que el código ético de su partido no le permitía apoyar a una alcaldesa imputada, como lo está Núria Marín por el presunto cobro de sobresueldos a través de la Federación de Municipios de Catalunya. Por el contrario, el representante de ICV y teniente alcalde de Serveis a les Persones, Lluís Esteve, aseguró que continuará respaldado la gestión socialista hasta el final de la legislatura, si bien Júlia Carballeira será quien le sustituya como cabeza de lista y candidata a la alcaldía. La coalición PSC-ICV-EUiA se halla bastante en el aire, también porque los dos partidos han mostrado su simpatía hacia fuerzas sociopolíticas emergentes, como es el caso de Guanyem L’H, y han afirmado que desean un cambio, lo cual puede interpretarse como simple estrategia electoral o como el adiós definitivo a su tradicional socio de gobierno.
El último partido con presencia en el Consistorio, Plataforma por Catalunya, apareció únicamente en las últimas elecciones y sus dos concejales y sus 6.207 votos nos recuerdan que la convivencia con las personas de otros países constituye un reto para la segunda ciudad más poblada de Catalunya. Este partido no lo tendrá fácil, ya que Esquerra Republicana de Catalunya y Ciutadans le pisan los talones, tal y como se pudo comprobar en las pasadas elecciones europeas. ERC obtuvo entonces 9.680 papeletas, con lo que no resulta descabellado imaginar que su candidato local, Antoni García, encontrará un hueco en el pleno municipal. Ciutadans, que consiguió 6.794, también podría entrar en L’Hospitalet de la mano del exsocialista Miguel García, expresidente del Club Esportiu de la ciudad. Unión, Progreso y Democracia, liderada también por otro exsocialista, el exsecretario de organización José Conde, lo tiene más complicado, ya que entonces sólo obtuvo 1.612 votos.
Guanyem L’H podría ser la gran sorpresa, ya que aglutina a partidos de izquierda y no basa su política en la cuestión identitaria, algo que coincide plenamente con la definición de los hospitalenses en los BOM, que en su mayoría se sienten de izquierda o centro-izquierda y tanto catalanes como españoles. Ahora bien, muchos podrían tener miedo al cambio y optar por lo ya conocido, el PSC, o por una formación nueva, pero más reformista, como Ciutadans. En todo caso, parece claro que el Partido Socialista de Catalunya tendrá que repartirse el poder con los que lleguen y que habrá que dialogar mucho más. Que gane la democracia. III