Las fuertes lluvias han causado inundaciones en los campos de Viladecans y Gavà, provocando pérdidas para el sector agroalimentario del Baix Llobregat. La falta de inversión en infraestructuras de drenaje ha sido denunciada por el Institut Agricola Català de Sant Isidre, que exige la construcción urgente de nuevos sistemas de bombeo. A pesar de las solicitudes repetidas durante años, la administración no ha tomado medidas efectivas para solucionar el problema de las inundaciones. Esto ha afectado negativamente al desarrollo económico de la región, que es un importante proveedor de productos agrícolas para Barcelona.