Las 3.000 hectáreas del Parc Agrari del Baix Llobregat forman parte de la ya escasa reserva metropolitana de suelo de Barcelona. Por la necesidad de mantener zonas libres de construcciones. En 1974 se diseñó el primer PGU por urbanistas esclarecidos que buscaban romper el “continuum” edificatorio de Barcelona a Castelldefels. Pero en 1976 se aprobó el PGM aún vigente con -sus 1.200 modificaciones- del arquitecto Solans y del ingeniero de caminos Serratosa. La democracia empezó en 1977.