11/01/2025@19:55:00
Cada nuevo año se nos debería plantear una buena oportunidad para revisar, reflexionar y corregir aspectos de nuestro peregrinaje vital.Dado que soy sacerdote, tengo la ocasión de conocer muchas familias. Observo las dificultades que el ritmo de la vida les proporciona, la falta de conciliación laboral, el coste de los servicios más esenciales (colegio, alimentación, vivienda, etc.). Realmente no reciben ayudas que las defiendan de estos acosos, en ocasiones, irrespirables, ya sea desde el Estado o desde la cultura hedonista y predominante.