CITY LIGHTS
13/12/2024@20:00:00
No es incompatible ser judío con estremecerse ante el dolor que las políticas adoptadas por el gobierno de Benjamin Netanyahu están causando entre la población civil palestina.Tampoco lo es reconocer que la constante histórica del antisemitismo vuelve necesaria una tierra que sirva como refugio a los judíos, o que Israel tiene el derecho —la obligación— de preservar la vida de sus habitantes, con denunciar que se intenta hacer pasar por legítima defensa una ofensiva militar en la que entre el 40 y el 70% de las víctimas mortales, según qué fuente se consulte, son mujeres y niños. Y, por supuesto, uno puede estar circuncidado, rezar Shemá tres veces al día, y considerar aborrecible que una institución judía acepte como aliado un partido que sostenga argumentos xenófobos, misóginos y homófobos.